ALICANTE. Nueva propuesta en trámite para tratar de conciliar la actividad hostelera con el descanso de los vecinos en las principales calles del Centro Tradicional. El equipo de Gobierno compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) trabaja ya en un borrador para un nuevo plan de ordenación de veladores de la calle Castaños y adyacentes en el que se revisa los porcentajes de ocupación de los locales con el fin de ajustarlos a los parámetros de la ordenanza municipal y a los que puedan figurar en la legislación urbanística. En esencia, se trataría de los que afecten a la determinación de pasillos mínimos para el tránsito peatonal y para las necesidades de acceso de los servicios de emergencia (policía, bomberos, ambulancias, etc.).
Hasta el momento, eso sí, no ha trascendido si esa revisión conllevará una posible reducción en los veladores concedidos. Entre otros motivos, porque todavía se estarían incorporando algunos locales que no se habían tenido en cuenta, sobre los que se debe analizar de qué tipo de licencia disponen y si cuentan con permiso para la instalación de velador.
Sea como fuere, fuentes municipales precisaron que esa reordenación, en manos de los técnicos de la Concejalía de Ocupación de la Vía Pública que dirige Manuel Jiménez, plantea varias alternativas para la redistribución del mobiliario vinculado a las terrazas (mesas y sillas, pero también estufas y sombrillas), tanto en la franja central de las calles peatonales, como junto a las fachadas de los edificios, de modo que se plantearán a hosteleros y residentes -en un encuentro que podría celebrarse la próxima semana- con el propósito de consensuar la solución que se considere más efectiva.
En esa reordenación, según las mismas fuentes, se contempla igualmente una revisión en el régimen de horarios previstos para la retirada de veladores, de modo que pueda mantenerse la actividad económica sin causar perjuicio a los vecinos del entorno.
La propuesta de reordenación de Castaños llegaría después del ajuste ya aplicado para la plaza de Gabriel Miró, por el que se acordó desplazar los veladores hacia las aceras laterales, dejando libre el espacio central de la plaza, después de que se conociese un informe que alertaba sobre el riesgo de desprendimiento de ramas de los ficus de la plaza.