ALICANTE. Vox no será un impedimento para que el Ayuntamiento de Alicante disponga de un presupuesto actualizado para 2024. Cuando menos, así lo ha augurado este jueves el alcalde, Luis Barcala, al dar por descartado que los representantes municipales del partido de Santiago Abascal puedan valerse del argumento de la aplicación de posibles restricciones a la movilidad, asociadas a la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) como coartada para bloquear su aprobación, como sí sucedió con la propuesta de planificación económica trazada para 2023 por el bipartito que conformaban hasta el pasado mayo el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs).
De hecho, esa línea roja de Vox, y el rechazo del resto de partidos progresistas que ejercían funciones de oposición (PSOE, Unides Podem EU y Compromís) fue la que acabó frustrando las expectativas del equipo de gobierno, hasta el punto de que renunció a elevar la propuesta presupuestaria a debate y votación en pleno, al no tener garantías de que pudiese prosperar, lo que llevó a acordar la prórroga del presupuesto de 2022 (ahora vigente, aunque adaptado, tras la aprobación de dos modificaciones de crédito).
Lo cierto es que Vox sigue manteniendo que la ZBE será un elemento determinante a la hora de fijar su posición respecto a las cuentas de 2024. Lo confirmó este mismo martes su portavoz municipal, Carmen Robledillo, al insistir en que su grupo político no fijaría su posición de voto respecto al presupuesto hasta conocer el detalle de la propuesta planteada por el PP y de que se pudiese garantizar que no se incluyen partidas relacionadas con la puesta en marcha de ese sistema de reducción de las emisiones contaminantes que Alicante está obligada a implantar -como todas las ciudades de más de 50.000 habitantes- por trasposición de normativa comunitaria. De este modo, Vox no habría modificado su planteamiento, a pesar de que, tras las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, ambos partidos compartan responsabilidades de gobierno tanto en la Generalitat como en las ciudades de València y Elche.
Es más, Robledillo reiteró el mensaje que se anticipó tras el último encuentro político mantenido con el vicealcalde y con el edil de Hacienda, Manuel Villar y Toni Gallego: que, probablemente, el sentido del voto de Vox dependería de las enmiendas que se les admitiesen para modificar la propuesta presupuestaria del PP.