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concurso supeditado a la modernización del edificio

El Puerto busca gestor para la terminal de cruceros por 15 años y exige objetivos de tráfico mínimos

  • El edificio de la terminal de cruceros del Puerto de Alicante. Foto: RAFA MOLINA

ALICANTE. El Puerto de Alicante activa el proceso para regularizar la gestión de su terminal de cruceros, después de que su última concesionaria (Costablanca Portuaria) fuese a liquidación y tuviese que concertar su explotación provisional con la compañía Pérez & Cía. Fuentes consultadas confirmaron que el próximo consejo de administración debatirá la convocatoria del concurso con el que se pretende encontrar un nuevo operador que se haga cargo del edificio del muelle 14 durante los próximos 15 años, en un contexto en el que se habría dado por superado el impacto de la crisis sanitaria del covid (que forzó su cierre durante más de un año), tras manejar una programación estimada de 83 escalas para 2023.

Con todo, el objetivo no es conseguir un simple gestor que se encargue de organizar las llegadas (y ahora salidas, con los embarques de MSC) de cruceristas a la ciudad, sino que se pretende potenciar su actividad para crecer en número de buques turísticos y pasajeros. Tanto es así que, entre las bases del concurso, se viene a exigir a cualquier licitador interesado en asumir las riendas de la terminal que contribuya a incrementar el número de escalas, junto a la labor que ya desarrolla la División Comercial del Puerto, el Patronato Municipal de Turismo o la Asociación por el Turismo de Cruceros. En este sentido, se requiere que las ofertas se acompañen de un compromiso mínimo de pasaje anual que se deja abierto, sin concretar ninguna cifra, con la pretensión de premiar en la valoración final de las propuestas presentadas a la que plantee la meta más elevada que se considere potencialmente viable.

Eso sí, al tiempo, se prevé establecer penalizaciones en el caso de que se produzcan incumplimientos, de modo que se faculta al Puerto a rescindir la concesión en el supuesto de que no se alcance ese volumen mínimo de cruceristas comprometido durante cinco años consecutivos (salvo que exista una causa excepcional que lo justificase). Además, también se prevé establecer una suerte de tasa simbólica adicional con el que se conminaría al concesionario a abonar cinco céntimos por cada pasajero de menos que haga escala en la ciudad respecto al umbral mínimo ofrecido. Es decir, que se abonarían cinco céntimos por la diferencia entre la cifra prometida y la alcanzada.

Además, entre las condiciones del concurso se incluye otro requisito de algún modo también ya anticipado por este diario: la ejecución de obras de mejora en el edificio de la terminal que actualicen sus servicios y contribuyan a su modernización. Entre otros puntos, según fuentes consultadas, se demandaría que el futuro operador introdujese medidas de eficiencia energética capaces de reducir consumos y de mejorar la sostenibilidad de su funcionamiento.

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