ALICANTE. El PSOE amplía el margen de la negociación para completar la primera fase del proceso de confección de su candidatura en la ciudad de Alicante hasta el próximo lunes, 6 de marzo. Esa es la nueva fecha acordada para la celebración de la reunión de la ejecutiva local en la que se debe aprobar la composición de la papeleta electoral que se elevará a evaluación por parte de la comisión de listas del PSPV-PSOE, después de que, este lunes, tuviese que anularse la convocatoria prevista para este martes, día 28 de febrero, por incompatibilidades de agenda. En concreto, la coincidencia de la ejecutiva local con la ejecutiva regional, a la que debía acudir la presidenta del PSPV-PSOE, síndica del partido en les Corts y alcaldable en Alicante en los comicios de mayo, Ana Barceló.
A ese aplazamiento se llega, además, después de que el preacuerdo de apoyo recíproco alcanzado entre las sensibilidades mayoritarias de la agrupación local en la votación de la asamblea de listas del domingo trasladase un mensaje de unidad respecto a la orientación con la que se debería regir la confección de la papeleta a liderar por Barceló. Esto es, en términos de proporcionalidad, con representantes afines a la ejecutiva local que comandan Miguel Millana como secretario general y el entorno del exdirigente Ángel Franco; con miembros del sector autodenominado Socialistas por Alicante (los antiguos sanchistas o soleristas) que arroparon a María José Adsuar como contrincante de Barceló en las primarias para elegir a la alcaldable; y con los militantes alineados en torno a la exconcejal y actual vicesecretaria general, Eva Montesinos.
Así, pese a algunos desmarques entre seguidores de esos sectores (que no llegaron a votar a todos los miembros de la lista que se hizo circular durante la jornada del domingo), en torno al 56% de la militancia de la agrupación (560 afiliados de un censo de unos mil) decidió que la aspirante más votada fuese María José Adsuar (362 votos), seguida por el secretario general, Miguel Millana (355), por el exconcejal Miguel Castelló (351), por el actual edil Raúl Ruiz (345), por el también exconcejal Fernando Marcos (344), por el regidor actual Manuel Martínez (337), por la edil Llanos Cano (334), por Miguel Ángel Nicolás (333), por la también edil Lara López (331) y por Lupe del Carmen Herrera (322), entre los diez primeros.
Se esperaba que ese escrutinio sirviese para que, este mismo lunes, se produjese un primer encuentro entre Barceló y Millana para comenzar a trabajar en la propuesta de lista que se debía someter al refrendo de la ejecutiva concertada inicialmente para este martes, con las aportaciones que pudiese formular la alcaldable. Pero, aunque hubo comunicación, no se produjo ningún encuentro oficial entre ambos. Solo llegaron valoraciones por separado respecto a los resultados de la asamblea a través de sendos comunicados distintos.
Así, Millana señaló que "queremos conseguir la Alcaldía con nuestra candidata Ana Barceló y contribuir a un tercer Botànic. Estoy muy orgulloso tanto de la participación como de la unión que han demostrado los militantes que componen las diferentes sensibilidades del partido", mientras que Barceló se limitó a apuntar su agradecimiento a la militancia por la participación durante la asamblea celebrada este domingo, "que activa el engranaje con la vista puesta en los comicios" sin aportar más valoraciones "por respeto al proceso abierto".
Del 1 al 8, al 1 al 6
Eso sí, según fuentes consultadas, sí hubo espacio para la negociación en la trastienda. Tanto es así que incluso hubo ciertos reposicionamientos respecto al punto de partida con el que se había llegado a la asamblea de listas. En concreto, según las mismas fuentes, el planteamiento inicial que habría defendido el entorno de Barceló consistía en la reserva de elección de los ocho primeros puestos de la candidatura. A esa condición, se añadía una suerte de capacidad de veto respecto a ciertos aspirantes entre los que pudiese proponerse por parte de la agrupación. En concreto, se rechazaba la posibilidad de incorporar a Millana o a la también edil actual Lola Vílchez a partir del puesto número 9 de la lista.
Se trataba de una postura que la ejecutiva (en la que se encuentran representadas todos los sectores de la agrupación) no estuvo dispuesta a asumir al conllevar que no se aceptase el criterio de la mayoría para la elección de los candidatos que ocuparían los puestos considerados de salida. De ahí que se alcanzase el preacuerdo de apoyo recíproco entre los aspirantes de cada sensibilidad, que se puso de manifiesto en la votación del domingo, a modo de demostración de unidad.
A partir de ahí, el entorno de Barceló habría relajado su planteamiento de partida para rebajar su reserva de designación de candidatos hasta el puesto seis de la candidatura, además de los números 10 y 11. De este modo, la agrupación podría decidir a los aspirantes que ocuparían los puestos 7, 8 y 9. Eso sí, según las mismas fuentes, en ese reposicionamiento se mantenía la capacidad de veto para Millana y Vílchez. Y, además, se ampliaba también para Adsuar.