ALICANTE. El expresidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Juan Antonio Gisbert, fallecido este miércoles como consecuencia de una enfermedad, accedió al cargo en agosto de 2015, tras la formación del primer Consell del Botànic al frente de la Generalitat, después de haber sido elegido por el actual president del Consell, Ximo Puig, como director de la oficina de campaña del PSPV en las autonómicas de ese año. A partir de entones, y durante la etapa de siete años en la que permaneció en el cargo (hasta que el pleno del Consell acordó su sustitución a petición propia el pasado viernes), se afanó en conseguir la estabilidad en los balances económicos del Puerto y diseñó las bases de la transformación y modernización de sus infraestructuras en una actuación coordinada entre la Administración y el sector privado.
Así, se atendió a las solicitudes de renovación de varias de las concesiones administrativas existentes, como las de la marina deportiva de Levante y su zona comercial, y se aprovechó esa circunstancia para canalizar las consiguientes inversiones de mejora en el recinto portuario, ahora en plena ejecución, con la remodelación del paseo de Levante, entre los muelles 4, 6 y 8. Al tiempo, se planificó la reurbanización del paseo central, que comprende los muelles 1 y 2, con recursos del propio Puerto, en otra actuación que también se encuentra en fase de desarrollo, como viene informando este diario.
Se trata de dos actuaciones con las que se preveía reforzar y mejorar las relaciones de interacción entre el Puerto y la trama urbana de la ciudad para facilitar la apertura del recinto portuario como espacio de uso público. Igualmente, con ese mismo fin, bajo la presidencia de Gisbert también se ha impulsado la prolongación del Parque del Mar hasta extenderlo a espaldas de la sede de Casa Mediterráneo con la intención de ponerlo a disposición de Alicante como nueva zona verde en el acceso sur.
De igual modo, durante su etapa al frente de la Autoridad Portuaria, se ha impulsado la construcción de una terminal específica para el tratamiento de graneles en nave cerrada, que su concesionaria (Eiffage Infraestructuras) prevé poner en funcionamiento entre finales de marzo y mediados de abril en el muelle 17, con el fin de evitar la emisión de partículas pulverulentas a la atmósfera, después de décadas de reivindicación vecinal encaminadas a lograr ese objetivo. Con su inauguración, se mejorará las condiciones ambientales para la continuidad de la actividad de la que depende el 50% del tráfico del Puerto, como venía destacando Gisbert al resaltar la importancia de su ejecución.