ELCHE. Después de un largo trámite de propuestas, permisos ambientales y aprobaciones provisionales, la conselleria de Política Territorial ha aprobado definitivamente la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y el Plan Especial de Protección de Edificios y Conjuntos para incluir las Áreas de Vigilancia Arqueológica (AVA) de Elche en su catálogo de protecciones. Aunque hasta ahora la misma se había venido aplicando de facto con permiso preceptivo de conselleria una vez realizadas las excavaciones arqueológicas de cara a futuras construcciones, y con la aprobación provisional ya se habían incluido estas áreas en el catálogo, quedaba la ratificación definitiva.
Después que la Dirección General de Cultura y Patrimonio instara en 2019 (como consecuencia de unas catas) a delimitar estas áreas, que afectan a las zonas del Raval-Salvador y el Recinto Histórico Artístico, en 2021 el Ayuntamiento inició unos trámites que han finalizado ahora con la modificación del Plan General y su publicación en el boletín provincial. Además de la inclusión de las AVA en el catálogo, se han modificado diversos artículos en cuanto a normativa urbanística que regirán a partir de ahora las actuaciones en las zonas más sensibles a nivel arqueológico. Sobre todo en el conocido como Recinto Histórico-Artístico.
El Plan delimita como recinto diferenciado el Núcleo Histórico Tradicional (NHT), dentro del cual quedan incluidos la totalidad de los barrios del Raval, la Vila Murada, la Puebla y Santa Teresa. En este sentido, las dos áreas abarcan la mayoría del NHT, salvo el lado Oeste del río. Todo el perímetro está delimitado por la ladera del río Vinalopó, en la calle Lluna, hasta Filet de Fora. En el eje Norte-Sur, desde el Palacio de Altamira y el Mahe y a la altura de Carrer Porta d'Alacant, hasta Carrer Fray Luis León, finalizando prácticamente en Pedro Juan Perpiñán.