VALENCIA Hace muchos años que aman al VCF y animan al equipo. Cierto es que en demasiadas ocasiones muchos nos avergonzábamos de la conducta de parte de ellos. De sus actitudes fascistas y racistas. Lo lógico, en aquel entonces (y hoy, si se volvieran a repetir), sería llamarlos al orden, y en caso de persistir en sus formas, impedir su presencia en Mestalla.
Pero ningún dirigente se atrevió. Más bien todo lo contrario. Lo que hacían era alimentar esa peligrosa hoguera. ¿Para qué? Pues bien sencillo, para tener un grupúsculo dispuesto a batallar en pro del jerifalte de turno. Era un arma que utilizaban, que manipulaban en su propio beneficio: Apoyo enfervorizado y público al "jefe", colocación de pancartas a favor del mismo o en contra de cualquier atisbo de oposición... Y tan fácil y barato de conseguir como regalarles viajes (con entrada incluida) para seguir al equipo, de permitirles tener un habitáculo propio en Mestalla donde guardar pancartas y demás utensilios (ni imaginármelos quiero), de alguna que otra foto con dirigentes y jugadores...
Pero los años pasan. Y al parecer, aquellos jóvenes que a veces actuaban cual vándalos, al madurar se han dado cuenta de sus viejos errores, han pedido perdón y aseguran tener propósito de enmienda. Y yo, que les he oído expresarlo públicamente, con talante sereno y dialogante, quiero creerlos. Espero no equivocarme. Este sábado 9 de julio, en la concentración que tienen previsto realizar a las 19 horas en la Plaza de la Afición, tienen la primera oportunidad de demostrar hasta qué punto han evolucionado. Si algo no os gusta, intentad (intentemos) cambiarlo. Se puede pedir, exigir (incluso dimisiones), pero sin insultos, sin violencia. Quien pierde las formas, pierde la razón.
Solo hay dos cosas en las que seguro no han cambiado: Su corazón sigue siendo "blanc i negre" y quieren continuar espoleando al equipo. Y han pensado, tal y como sucede en gran parte de Europa, que la mejor forma de hacerlo es estar ubicados juntos, cuantos más mejor, porque de esa forma, su aliento sería más sonoro, colorista, efectivo y pudiera hacer contagiar a una grada, en ocasiones, excesivamente laxa.
Pero ¡ay! amigos, hay una cosa que no habéis prometido: Ser fieles al "patrón". Y espero que, si amáis al club, nunca lo hagáis. Porque una cosa es garantizar que no habrá más improperios, aparcar los excesos, dejar de utilizar simbología fascista o no proferir gritos racistas, que es lo que habéis hecho, y otra bien diferente sería rebajarse a ser, pase lo que pase, leales a un "régimen" injusto. Ya no sois aquellos jovencitos equivocados y manejables. ¿O sí?
El hecho de no ser capaz de controlar a "la tropa", a los de la poltrona (se llamen Llorente, Piles o Bankia), les aterroriza. Porque si el equipo va bien, pues no hay problemas. Pero ¿y si la pelota deja de entrar, Dios no lo quiera, y las cañas se tornaran lanzas? Solo de pensar en que pudieran escuchar ¡Llorente vete ya! o ¡Bancaja fuera de Mestalla!, entonado, no por una minoría aislada, sino por miles de gargantas al unísono, solo de pensarlo, les entran retortijones.
Los actuales 'cabezapensantes' de este club no os dirán abiertamente que no. Lo que harán, ya lo están haciendo, es daros largas cambiadas. Que si es un problema de seguridad. Que si otro de reubicaciones. Que si primero os reunáis con la Agrupación de Peñas, desgraciadamente presidida por Blas Madrigal que, desde mi punto de vista, no es más que una prolongación del consejo para tener controlado otro cotarro, en lugar del presidente de un estamento abierto a las ideas y propuestas de los peñistas. Que si...
Pero a mi me da la impresión de que su problema es otro. Os tienen miedo. ¿Y sabéis por qué? Porque en el fondo codician algo que poseéis: la capacidad de soñar. Y si os dejaran ilusionaros juntos, en la misma grada, y algún día esos anhelos fueran por tierra y la tomarais con el palco, eso podría suponer su acabose. Para quien tiene miedo, todo son ruidos.
Señores del consejo, señor presidente, señores de Bankia, ustedes mismos no paran de hablarnos de la excelencia de su gestión, de que actúan bien y solo en beneficio del VCF. Entonces ¿por qué no permitir y apoyar sin fisuras la conformación de esa grada de animación? Solo los dirigentes que actúan mal temen a la colectividad que comandan.