ALICANTE. No fue el mejor partido de Germán Cid Camacho y lo sucedido no deja en buen lugar a las normas que rigen el funcionamiento del videoarbitraje en LaLiga. El técnico del Elche Eder Sarabia ya lo expresó abiertamente en la comparecencia de prensa posterior al choque y el club lo dejaba plasmado en sus alegaciones al acta del árbitro segoviano, buscando que el Comité de Disciplina Deportiva dejase sin consecuencias disciplinarias las sendas cartulinas amarillas y la consiguiente roja que vio el extremo franjiverde Germán Valera. Las mismas fueron rigurosas a todas luces (de ahí que el Elche intente que se aprecie la existencia de error material manifiesto de Cid Camacho) y, lo peor, fueron ejemplo del desigual critero que aplicó el colegiado segoviano a la hora de sancionar acciones análogas; que se lo digan al entrenador del Huesca Antonio Hidalgo y a los futbolistas azulgranas Oscar Sielva y Sergi Enrich.
Ahora bien, que el arbitraje no impida ver el bosque. El Elche perdió este fin de semana tanto la condición de líder como la plaza de ascenso directo y, si bien todavía puede recuperar ambas (aunque no necesariamente hay que acabar primero la fase regular, el segundo también sube de manera directa), ya no depende de sí mismo para dar el salto de categoría sin pasar por el 'play-off' por culpa del coeficiente particular de goles con respecto al Mirandés. La anterior es consecuencia no solo de la derrota en El Alcoraz, también del traspié de una semana antes con el Levante y, en definitiva, de haber sumado solo siete de los últimos 15 puntos disputados (dos victorias, un empate y las citadas dos derrotas, por ese orden). El Elche volaba con viento de cola, pero en mayo ha frenado su progresión en la tabla al mismo ritmo que Levante y Mirandés recuperaban la velocidad de crucero perdida en los meses anteriores. Han sido cinco jornadas en las que los franjiverdes han encajado ocho goles (solo en una han mantenido la portería a cero) y, para más inri, buena parte de ellos han llegado tras errores defensivos groseros. Y como la pérdida de fiabilidad atrás no ha sido capaz de compensarla con acierto en el área contraria...

Frente al Huesca, el Elche se adelantó en el marcador en su primer disparo a puerta. Fue en el minuto 29. Hasta entonces tuvo el balón (aunque a la finalización del choque la posesión estaba repartida al 50%) pero, no obstante la acumulación de futbolistas por dentro (la estadísticas de Mediacoah reflejan que fue algo menos ancho y menos profundo que el rival e incluso su distancia entre líneas fue ligramente inferior), le costó horrores hacerlo circular y, especialmente, llevarlo hasta el área contraria.
Como cabía esperar, el Huesca apostó por defenderse en bloque bajo y tratar de aprovechar las contras y acciones a balón parado. La kriptonita del Elche de Sarabia que no siempre sirve para doblegarle, pero en ocasiones sí. Que se lo digan al Racing de Santander. Los azulgranas firmaron más recuperaciones (57 de las que 12 fueron en campo rival por 52 de los franjiverdes, de las que 10 fueron en campo contrario), más pases completados (356 de 437 por 332 de 423) y en zona de ataque (97 por 66), más centros (25 por 5) y más remates: 16, de los que 7 fueron a puerta, 6 fuera y 3 bloqueados, por 9, de los que 3 fueron a puerta, 5 fuera y 1 bloqueado. Los números no engañan.
Y sí, ante el Granada y el Burgos los franjiverdes cuajaron una primera media hora muy buena de fútbol, pero conforme se fue acercando el descanso perdieron fuelle (es evidente que el equipo ha perdido frescura y tiende a ahorrar esfuerzos en el tramo final de las primeras partes). Contra el Levante tuvieron un inicio de segunda mitad tan prometedor que no solo apretaron el marcador, es que se hicieron acreedores de un segundo gol antes de encajar el tercero y el sábado frente al Huesca se puede decir que sacaron a relucir infinita mayor efectividad que el contrario hasta el último cuarto de hora, cuando los azulgranas apretaron el acelerador porque no les valía otro resultado que no fuera la victoria y obtuvieron premio a su atrevimiento... en sendas acciones en las que el Elche no anduvo nada fino defensivamente. Tanto en el primer gol como en el segundo los franjiverdes pudieron hacer más.

Toca mejorar en ambas áreas, recuperar la seguridad defensiva y (al final esto va de marcar un gol más que el adversario) afinar la puntería de cara a las dos últimas jornadas en las que, a priori, a los de Sarabia solo le vale la victoria no solo para ascender de manera directa, también para llegar con otras sensaciones a un hipotético 'play-off' de ascenso si no queda más remedio que jugarlo. De cara a la final contra el Málaga va a recuperar a José Salinas, cuya baja fue cubierta en El Alcoraz de manera un tanto especial por el técnico bilbaíno: Bigas hacía las veces de lateral izquierdo en fase defensiva (1-4-1-4-1) y Germán Valera ocupaba ese carril en ofensiva (1-3-5-2); a Sarabia le pilló el toro (lo confesó en sala de prensa) con la expulsión (injusta, pero expulsión) del extremo murciano en el minuto 58 (había visto la primera amarilla en el 12) y la entrada de Jairo Izquierdo y la suerte de doble lateral que dispuso en la banda izquierda no impidió que esta fuera una autopista de sentido único hacia la meta de Dituro para los Gerard Valentín, Soko, Kortajarena y Toni Abad. No se trata de hacer leña del árbol caído, pero la derrota ante el Huesca no se explica solo con el arbitraje sufrido, por mucho que el Elche se quedase injustamente en inferioridad numérica a 30 minutos para el 90.