ALICANTE. El Ministerio de Transportes cierra el círculo y avala -ahora de forma oficial- el encaje del futuro centro de congresos de Alicante previsto entre las explanadas de los muelles 7 y 9 del Puerto de Alicante, al aprobar la modificación de la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP) promovida por la Autoridad Portuaria en un proceso que arrancó en el año 2021, y que, finalmente, se elevó a la consideración del ministerio en 2023. Esa modificación adecúa las condiciones de ese suelo desde el punto de vista urbanístico para que pueda albergar la construcción del edificio congresual, bajo el diseño elaborado por la alianza de estudios de arquitectura que conforman Frade Arquitectos, Luca Poian Forms Limited y Prointec.
El acuerdo por el que se da por concluido el proceso de evaluación de ese cambio queda refrendado ahora -aunque ya había sido comunicado a la Autoridad Portuaria el pasado octubre- mediante su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) este mismo martes, lo que entraña que su entrada en vigor se producirá este miércoles. Y añade todavía una ratificación adicional que, de algún modo, también tiene que ver con el desarrollo de las posibilidades turísticas de la ciudad, y la ampliación de usos públicos en el entorno del recinto portuario.
Se trata de la convalidación de la desafectación de la playa de San Gabriel, a la que el Puerto dio vía libre el pasado mes de febrero, lo que permite consolidar su condición de playa urbana -una vez descartada la posibilidad de acometer una ampliación del recinto portuario sobre su extensión-, a la que se pueda dotar de los mismos servicios de los que disponen el resto de arenales de la ciudad. De hecho, ya se presta el servicio municipal de socorrismo por primera vez en este ejercicio. Y también se procura el servicio de limpieza, aunque limitado por las condiciones de accesibilidad que supone la permanencia del trazado del ferrocarril en la línea de cercanías con Murcia.
Por partes. La modificación de la DEUP (el documento clave que define los límites y los usos de las distintas áreas dentro del Puerto de Alicante) da cabida a la implantación del nuevo equipamiento del centro de congresos en un ámbito -los muelles 7 y 9- que hasta el momento estaban reservados para usos comerciales y complementarios, vinculados con el transporte de mercancías, y que ahora permite usos de interacción puerto-ciudad. Es decir, abiertos al acceso público. Es, de hecho, el acuerdo que ya se produjo para permitir la construcción del nuevo edificio de Distrito Digital en el muelle 5 (a cargo de la Sociedad Proyectos para la Transformación Digital), que ahora también pasa tener únicamente ese uso de interacción puerto-ciudad, sin que se contemplen otros usos comerciales en sus 8.099 metros cuadrados de superficie.
El cambio permite asignar, así, "nuevos usos vinculados a la interacción puerto-ciudad a una superficie de 17.914 metros cuadrados que actualmente tenía asignada uso comercial, así como a otra de 3.897 metros cuadrados a la que se atribuía uso complementario o auxiliar, conservando únicamente el uso comercial los 2.446 metros pertenecientes a la franja paralela al cantil del Muelle 7", según concreta la resolución de Transportes.
¿Qué implicaciones tiene ese acuerdo para el desarrollo del centro de congresos? Por el momento, ninguna que conlleve la ejecución inmediata de sus obras, toda vez que no se cuenta todavía con un proyecto de ejecución redactado. Esa es la tarea que se le encomendó a los estudios de arquitectura ganadores del concurso el pasado mes de febrero, cuando se hizo efectivo la entrega de los premios y remuneraciones de ese proceso de selección sobre su diseño. La redacción del proyecto definitivo, en el que se incluirá tres áreas de restauración, una sala expositiva y nuevos accesos, debería quedar completada en un plazo de seis meses. Y, a partir de ahí, se produciría la licitación de sus obras, en el supuesto de que, para entonces, se hubiese garantizado la disponibilidad presupuestaria necesaria para acometerlas.
Con todo, lo cierto es que la adaptación de la DEUP sí resulta clave en la medida en que permite despejar el cambio de otro documento urbanístico que también resulta necesario para que la construcción del edificio pueda desarrollarse. En este caso, se trata de la modificación del Plan Especial del Puerto, en el que la Autoridad Portuaria ya ha comenzado a trabajar con el propósito de solapar plazos. A ello se sumaría también, como tarea pendiente, la evaluación ambiental de esa revisión del Plan Especial.
Más zonas de uso público para la ciudad
Al tiempo, la modificación de la DEUP avalada por Transportes abre paso al cambio de uso de otra pastilla de suelo situada en el ámbito de Poniente del recinto portuario, que hasta el momento tenía la consideración de suelo de uso mixto complementario o auxiliar, vinculado a la interacción puerto-ciudad, y que a partir de ahora quedará reservada solo para usos de interracción puerto-ciudad. Se trata de la parcela ocupada en la actualidad por la empresa Hierros Tolón, cuyo periodo de concesión para disponer de ese emplazamiento estaría próximo a su vencimiento.
En principio, esa pastilla de terrenos quedaría integrada en el proyecto de hub de la innovación promovido por la Conselleria de Innovación en el propio Puerto, que tendría como primera referencia el centro previsto sobre las antiguas instalaciones de Amaro, ya cedidas al departamento autonómico con el propósito de que se produzca su recuperación y reconversión, como viene informando este diario.

- Panorámica de la Playa de San Gabriel de Alicante. -
Además, el acuerdo de modificación de la DEUP incluye la desafectación del dominio público portuario sobre la playa de San Gabriel y su zona de baño. En concreto, ese cambio libera una superficie de 17.000 metros cuadrados en tierra y un área de 60.000 metros cuadrados de lámina de agua, que dejarán de estar supeditadas a posibles usos portuarios, y pasarán a depender de la Dirección General de la Costa y el Mar como zona de dominio público marítimo-terrestre.
Con ello, el arenal se consolida como playa urbana y zona de baño, a la espera de que puedan mejorarse sus condiciones de accesibilidad, al margen de la disposición de la pasarela elevada actual que permite salvar el obstáculo de las vías del ferrocarril. En principio, la ejecución del nuevo trazado ferroviario por el interior, de la llamada Variante de Torrellano, debería procurar la eliminación de esas vías, con lo que se facilitaría la creación de nuevos accesos peatonales para favorecer su uso por parte de la ciudadanía. Todo ello, sin que se haya despejado la viabilidad de la propuesta que llegó a plantear el Ayuntamiento de Alicante durante el pasado mandato para construir un nuevo acceso al arenal desde el entorno de la dársena pesquera.