ALICANTE. El acto promovido por Salvem l'Ideal y Unir Alacant para conmemorar los cien años de la puesta en funcionamiento del antiguo cine de la avenida de la Constitución acaba obteniendo el permiso municipal. El departamento de Ocupación de Vía Pública ha concedido finalmente este viernes la autorización solicitada por ambos colectivos para poder organizar ese homenaje reivindicativo, con lo que podrá desarrollarse prácticamente en las condiciones pretendidas de partida.

El evento comenzará a las 19:00 horas de este sábado y finalizará dos horas después. Consistirá en la proyección de la primera película ofrecida por la antigua sala de exhibición, traducida al castellano con el título de Tribulaciones. Eso sí, esa proyección no se realizará sobre la fachada del edificio, sino sobre una pantalla concertada por los organizadores, al no disponer de permiso de los propietarios del inmueble (el grupo Baraka) para reproducir la imagen sobre su pared. 

El acto comprende también la instalación de 20 sillas, una mesa para situar el proyector y la ocupación del espacio necesario para situar un piano, según fuentes de las entidades organizadoras. Todo, previo pago de la tasa estipulada por el departamento de Ocupación de Vía Pública, que había llegado a negar la concesión del permiso al interpretar, inicialmente, que no se ajustaba a las condiciones de interés público delimitadas en la ordenanza reguladora para que pudiese autorizarse la cesión del espacio solicitado en la avenida, de tránsito peatonal. 

Tras la presentación de alegaciones frente a la denegación del permiso, Salvem l'Ideal y Unir Alacant (que calificaron de arbitrarias las argumentaciones del ayuntamiento) mantuvieron su intención de desarrollar el acto tras comunicar su celebración a la Subdelegación del Gobierno. Ahora, la aceptación de sus observaciones permite que el acto pueda transcurrir con todos los parabienes. Entre tanto, eso sí, continúa sin despejarse el futuro del inmueble, todavía sujeto a la resolución de la solicitud de licencia presentada por Baraka para transformarlo en un hotel. Se trata de una petición irresuelta a la espera de que se actualice el catálogo de protecciones y se adapten sus condiciones de conservación a los nuevos requisitos planteados por la Conselleria de Cultura a finales de 2020.