ALICANTE. Ahora sí. La empresa de los hermanos Castillo, Alicante y Castillo, que se convirtió en adjudicataria del quiosco municipal de uso hostelero situado en la plaza Músico Óscar Tordera, junto a la avenida de Benito Pérez Galdós, ultima los preparativos para que el establecimiento pueda abrir al público este próximo viernes, 6 de junio. Ese estreno se producirá casi dos meses después de la última fecha anunciada hasta ahora para su puesta en funcionamiento, casi al borde del plazo límite de tres meses conferido para el inicio de actividad, una vez descontada la suspensión de ese plazo acordada por el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), con el propósito de acometer la puesta a punto del edificio.
El aplazamiento de ese límite se produjo, de hecho, a instancias de Alicante y Castillo, tras constatar que el inmueble presentaba algunas deficiencias (pintadas en su fachada y algunos desperfectos) que impedían asumir la concesión hasta que se produjese su subsanación. Dicho proceso concluyó a mediados de marzo, cuando se produjo la entrega de llaves de forma efectiva. No obstante, para entonces, el quiosco seguía pendiente de la tramitación del suministro eléctrico, además de la incorporación de mobiliario adaptado. Con todo, esos contratiempos habrían quedado superados con la previsión de que 'Músico Plaza Bar' pueda subir la persiana en el margen de dos días.
Alicante y Castillo plantea que su funcionamiento no se limite al de un bar de copas al uso, similar al modelo de negocio que se ha puesto en marcha en otros quioscos de titularidad municipal distribuidos en el Centro. Como mínimo, se parte con el propósito de plantear una propuesta diferente, en el que, además de la coctelería, exista un amplio margen de protagonismo para la gastronomía, a partir de una carta diversa que permitirá ofrecer los servicios de comida y cena en su espacio de terraza reservado para la instalación de veladores. Y ello, al margen de que pueda plantearse una futura solicitud para asumir la gestión cultural de la apertura del refugio de la Guerra Civil situado en el borde de la misma plaza, según fuentes consultadas.
La empresa concesionaria se hizo con la explotación del edificio municipal por un periodo de doce años el pasado mes de julio, al concurrir en el proceso de licitación en el que también se externalizaba la gestión del quiosco del parque de Canalejas. De hecho, Alicante y Castillo logró la concesión de los dos edificios, aunque acabó desistiendo de la instalación del parque para centrarse únicamente en el edificio de Óscar Tordera. En su oferta, planteó un canon de 670.604 euros anuales.
Próxima licitación del antiguo Peret
A la puesta en funcionamiento de ese quiosco debería seguirle la explotación de la heladería situada en el extremo norte del Paseo de La Explanada que ha albergado al histórico Peret durante más de un siglo. Por lo pronto, el departamento de Ocupación de Vía Pública -que asume las competencias sobre los quioscos municipales de uso hostelero- estaría introduciendo los últimos ajustes en el pliego de condiciones para sacar su concesión a concurso, después de que se produjese el desalojo de la empresa que venía asumiendo el servicio (ya desvinculada de la familia fundadora de Peret) por impago del canon comprometido, por el que se habría acumulado una deuda próxima a los 131.000 euros, incluidas tasas por ocupación de vía pública y por la prestación del servicio de recogida de basura.
Esa licitación aspira a consolidar el uso del edificio como heladería especializada en la venta de productos tradicionales, sin que por el momento haya trascendido el plazo definitivo por el que se convocará esa licitación. En principio, todo parece indicar que la duración de la próxima concesión podría oscilar entre los ocho y los doce años. A priori, no se prevé exigir ningún otro requisito adicional en forma de mejora, después de que se descartase la posibilidad de incluir la provisión de un baño al no existir la infraestructura necesaria (tomas de agua y de conexión al sistema de alcantarillado) en su emplazamiento.