ALICANTE. El presupuesto de Alicante para 2026 queda definitivamente en manos del grupo municipal de Vox. Si todavía podía albergarse alguna duda sobre un posible respaldo de los tres grupos progresistas que ejercen funciones de oposición -PSOE, Compromís y Esquerra Unida Podem- a una posible propuesta económica reformulada por el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), esa hipótesis ha quedado completamente descartada este martes, a partir de las conclusiones del informe de resolución de enmiendas elaborado por los técnicos de la Concejalía de Hacienda.
En ese dictamen -que se someterá a una primera votación en comisión informativa este próximo viernes, antes de llegar a pleno- se rechaza las dos enmiendas a la totalidad registradas por el PSOE y por Compromís con la intención de que el PP retirara su propuesta para plantear un nuevo proyecto presupuestario desde cero. Por el contrario, se aceptan como válidas desde el punto de vista técnico las 31 enmiendas parciales registradas por el grupo municipal de Vox, por lo que será esta última formación la que volverá a tener los votos decisivos para decantar la balanza de las cuentas. Por su parte, la enmienda a la totalidad anunciada por Esquerra Unida Podem no ha llegado a valorarse toda vez que no habría quedado registrada en tiempo y forma por un error en su registro.
Por partes. El dictamen evacuado por los técnicos de Hacienda tumban las dos enmiendas a la totalidad del PSOE y de Compromís con argumentos similares. A grandes rasgos, respecto a las previsiones de ingresos por la recaudación de multas o de los parquímetros del sistema de estacionamiento regulado (la zona azul) recogidas en la propuesta presupuestaria, que los dos partidos consideraban excesivas en línea con el informe de fiscalización del departamento de Intervención, el informe de Hacienda sostiene que están ajustadas a los históricos acumulados en los años previos.
De igual modo, se apunta que las previsiones de gasto para cubrir cuestiones como los consumos energéticos -otro de los aspectos señalados por PSOE y Compromís, en base al informe de Intervención- también está ajustado a las cifras estipuladas en el acuerdo marco de suministro de energía eléctrica de la Central de Compras de la Diputación Provincial de Alicante. Y, de igual modo, el dictamen también defiende la previsión de gastos relacionadas con el servicio de transporte público de autobús, sobre el que defiende que se ajusta a las cifras estipuladas por el Servicio Municipal de Transportes a partir de los datos de los años precedentes. Por ello, se descarta las dos propuestas sin dar pie a su votación en comisión de Hacienda y pleno.
Sí supera ese filtro el conjunto de las 31 enmiendas parciales planteadas por Vox, sobre las que se avala su corrección técnica y se dejan abiertas a su aceptación en base a criterios políticos. Está por ver cuál puede ser la posición que adopte el equipo de gobierno respecto a los planteamientos del partido que preside Santiago Abascal, aunque, como mínimo, el mismo alcalde, Luis Barcala, ya adelantó este lunes -en una comparecencia pública- que los populares se mostraban "sumamente receptivos" a los planteamientos de Vox, después de lamentar que los tres grupos del eje progresista no hubiesen formulado enmiendas parciales y se hubiesen limitado a presentar enmiendas a la totalidad, sin aportar un presupuesto alternativo.
Vox no confirma su apoyo todavía
Sea como fuere, fuentes del grupo municipal de Vox han anticipado este mismo martes, a consulta de Alicante Plaza, que su posición de voto respecto a la propuesta de presupuesto para 2026 todavía no está decidida. Dependerá del grado de aceptación de esas enmiendas y del cumplimiento de los puntos recogidos en los pactos presupuestarios alcanzados con el PP por las cuentas de 2024 y 2025 todavía pendientes de materializarse pese a los intentos del PP por acelerar su ejecución que se vienen registrando desde hace cerca de un mes y medio. En principio, las mismas fuentes de Vox han señalado que, una vez aceptadas desde el punto de vista técnico, se espera que las 31 enmiendas queden asumidas por el equipo de gobierno.
En cualquier caso, las mismas fuentes han recalcado que, además del cumplimiento de los compromisos pendientes, y de la aceptación de sus enmiendas, también debe alcanzarse un acuerdo sobre el cumplimiento de otras medidas extrapresupuestarias, entre las que figura la ampliación de fondos para el desarrollo de la carrera profesional, "la mejora de empleo de los mandos de la Policía Local, la aprobación en pleno de una declaración institucional para respaldar el discurso de Juanfran Pérez Llorca en lo relativo al Pacto Verde Europeo y a la inmigración ilegal, la ejecución inmediata de lo programado en materia de vivienda, y la mejora de las bases de ayuda al alquiler joven", según apuntó la portavoz Voxista, Carmen Robledillo, tras la presentación de sus enmiendas.
Lo cierto es que el escenario de la repetición de un nuevo pacto presupuestario entre PP y Vox era la opción más plausible que se venía vislumbrando desde hace meses, a partir de los distintos acercamientos registrados entre los dos partidos tanto en el escenario local, como en el autonómico. Esa posibilidad ha ido ganando enteros en las últimas semanas, después de que se haya incrementado la tensión y el enfrentamiento dialéctico entre los representantes del equipo de gobierno y los de los tres partidos del eje progresista a cuenta de la falta de información y de posibilidad de negociación sobre las cuentas.
Ese cruce de reproches se ha mantenido hasta este martes, cuando la portavoz del equipo de gobierno, Cristina Cutanda, ha vuelto a criticar lo que ha tildado de "falta de voluntad de trabajar" de los tres partidos de la izquierda al haber decidido no presentar enmiendas parciales. Además, ha vuelto a acusar a sus representantes de errar en la interpretación de la normativa aprobada por el Gobierno Central respecto a la posibilidad de uso de los remanentes de crédito para poner en marcha las llamadas inversiones financieramente sostenibles, tras insistir en que, en todo caso, en Alicante ese Decreto Ley solo permite usar el importe del superávit sujeto a financiación alcanzado en 2024, cifrado en 5,6 millones: una cantidad de la que debería descontarse, según ha dicho, los pagos a proveedores y la cobertura de deuda. Así, ha señalado que solo se estudiaría la incorporación de esos fondos para ampliar inversiones en los presupuestos en el momento en el que se concrete cuál será la cifra de la que se podrá disponer finalmente.
La réplica de PSOE y Compromís
Por su parte, tanto el PSOE como Compromís han replicado a sus manifestaciones. En primer lugar, la portavoz adjunta del PSOE, Trini Amorós, ha reclamado al equipo de gobierno "que deje de degradar al Ayuntamiento con declaraciones y comunicados sonrojantes que sólo buscan desviar la atención para que no se hable de su pacto con Vox". "Pedimos a los concejales y concejalas más nivel y que dejen de mentir. Ha sido público y notorio que hemos solicitado reuniones con el alcalde durante la elaboración del presupuesto y lo único que hemos recibido son comunicados vergonzosos. Llegados a este punto, le hemos presentado una enmienda a la totalidad que incluye las bases para elaborar un nuevo presupuesto que ponga en el centro la vivienda, las necesidades de los barrios y la acción social. El presupuesto de Barcala no se arregla con enmiendas parciales", ha explicado.
Amorós ha recordado que el PSOE presentó el pasado año 200 enmiendas parciales "y Barcala las rechazó todas". "Ahora más de la mitad de las enmiendas que ha presentado Vox son exactamente iguales que las que registramos nosotros el pasado año. Vamos a ver qué hace ahora Barcala. Si se las aprueba porque llevan el logo de Vox demostrará que el pasado año las tumbó porque venían del grupo socialista. Si este año son asumibles, el año pasado también lo eran", ha insistido. "Lo que tiene que hacer el alcalde es dejarse de tonterías y explicar su pacto oculto con Vox. Tiene que explicarle a los alicantinos lo que les va a costar ese pacto en derechos y garantías, y cuánto dinero público va a inyectar a chiringuitos como la oficina antiaborto y la oficina antiokupas para satisfacer las exigencias de la ultraderecha", ha concluido.
Por su parte, el portavoz municipal de Compromís, Rafa Mas, ha lamentado que el equipo de gobierno haya recriminado la supuesta voluntad de trabajar de los grupos del eje progresista. "¿Nosotros somos unos vagos? ¿nosotros que hemos presentado en los últimos siete años - de mandato de Barcala - más de 400 enmiendas, propuestas y acciones para mejorar las chapuzas presupuestarias de Barcala y las han tumbado? El alcalde tiene 25 asesores, directivos que cobran más de 80.000 euros, los contratos caducados, la ciudad hecha una porquería, nos falta plantilla en todas las áreas municipales, sobre todo en la policía local. No ha construido una sola vivienda pública nueva, ni un centro social, ni un centro de mayores, ni un centro comunitario, ni una biblioteca, ni una aula de estudio, ha bloqueado las inversiones para los cuatro centros de salud, para los colegios nuevos, los colegios están que se caen ¿y nosotros somos unos vagos?", se ha cuestionado.
En esta línea, también se ha referido al grado de ejecución presupuestaria del equipo de gobierno para apuntar que "solo se ejecuta uno de cada tres euros, tenemos 155 millones de remanente de tesorería, no porque ahorremos mucho, si no porque no nos gastamos. El año que más ha ejecutado ha sido cuatro de cada diez. El año pasado se dejaron 60 millones sin gastar en los barrios ¿y somos nosotros unos vagos? Quizá uno sea un vividor y en vez de estar al servicio de la ciudadanía, vive de la ciudadanía, vive de los recursos públicos", ha concluido.