ALICANTE. La reforma de la Biblioteca Azorín de Alicante tendrá que seguir esperando, tras las últimas reuniones de coordinación técnica celebradas en mayo entre el Ayuntamiento de Alicante y el Ministerio de Cultura. El desarrollo del proyecto queda sujeto todavía a la resolución de los que deberían ser los dos últimos trámites para que la Concejalía de Urbanismo pueda autorizar su ejecución con la concesión de licencia. En concreto, el primero de esos dos escalones finales del proceso consistiría en la presentación de un estudio arqueológico, en el que se analice su situación y se dé cuenta de la posible existencia de vestigios de relevancia en el edificio situado en la avenida de Juan Bautista Lafora, o en el entorno que pueda quedar expuesto a los trabajos de remodelación.

Y el segundo, de algún modo vinculado al primero, consistiría en la consecución de autorización previa por parte de la Conselleria de Cultura, en la que se atestiguase que el proyecto promovido por el Ministerio de Cultura no supone ninguna alteración ni afección sobre ningún tipo de vestigio arqueológico. Entre ellos, fundamentalmente, sobre los restos de la muralla de Alicante, del siglo XVI, situados en el Paseíto de Ramiro, que están protegidos por su condición de Bien de Interés Cultural (BIC). Se trata de un tramo de muralla de 56 metros de longitud y 2,4 metros de ancho con una altura máxima conservada de 3,5 metros.

En principio, en cuanto el Ministerio acredite la disposición de esos requisitos, tendría el camino despejado para abordar un proyecto que se anunció por primera vez hace 17 años y que no ha llegado a tener desarrollo hasta ahora, a pesar de haber llegado a tener reflejo económico en los Presupuestos Generales del Estado. La propuesta promovida por el gabinete que ahora coordina Ernest Urtasun contempla la remodelación integral del inmueble construido en 1976 con una inversión que superaría los 16,8 millones, según la última cuantificación conocida hasta ahora. 

Corrección del deterioro y eficiencia energética

De acuerdo con la información anticipada por Cultura, el proyecto comprende una renovación de las condiciones arquitectónicas externas de la biblioteca para atajar el deterioro al que se encuentra expuesto por la influencia del medio marino, dada su cercanía a la playa del Postiguet. En esta línea, se prevé la sustitución de parte de los materiales que conforman su fachada y la instalación de un doble acristalamiento para mejorar su aislamiento térmico y amortiguar la incidencia de la luz solar mediante un tratamiento especial.

Además, también se prevé incorporar medidas enfocadas en la eficiencia energética, así como la instalación de paneles solares en su cubierta. Y, por último, se pretende mejorar la distribución interna de sus salas y adaptar el edificio a las condiciones de accesibilidad y sostenibilidad exigidas en la normativa actual. El plazo estimado para la finalización de esas obras es de dos años, sin que, hasta el momento, se haya despejado si será imprescindible que se proceda a su cierre durante el tiempo en el que se prolonguen esos trabajos.

La reforma de la biblioteca pasa por ser uno de los principales proyectos comprometidos por el Gobierno central en Alicante, al margen de la ejecución de infraestructuras como la ampliación de vías de la estación de ferrocarril, la contribución estatal en el desarrollo del plan urbanístico del Parque central y de la estación intermodal; la construcción de la Variante de Torrellano, que permitirá retirar las vías del litoral sur; o la liberación del peaje de la AP-7 como segunda circunvalación de la ciudad.