Alicante

El pulso de la ZAS del Casco Antiguo: el juez da diez días a Alicante para alegar contra su suspensión

Emplaza al ayuntamiento a oponerse a la solicitud presentada por los hosteleros afectados por sus restricciones, tras considerar esa petición como medida cautelar, y no como medida cautelarísima de aplicación inmediata

  • Captura de uno de los vídeos grabados por los residentes del Casco Antiguo de Alicante.
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ALICANTE. Turno para el Ayuntamiento de Alicante en el pulso abierto a cuenta de la implantación de la Zona Acústica Saturada (ZAS) para evitar el conflicto del ruido en el Casco Antiguo. Uno de los juzgados en los que ha recaído uno de los recursos contencioso-administrativos presentados por los titulares de los negocios afectados emplazó este miércoles al Ayuntamiento a presentar alegaciones frente a la solicitud de suspensión de la ZAS planteada por los hosteleros hasta que pueda resolverse el fondo de sus impugnaciones. 

En concreto, el juzgado confiere al Ayuntamiento un plazo de diez días para formular sus observaciones a esa petición, que pasa a tramitar como medida cautelar, y no como medida cautelarísima (de aplicación automática), como habían planteado los propietarios de los establecimientos incluidos en el perímetro de la ZAS. Con ello, la decisión sobre la vigencia de las restricciones contempladas en esa figura queda aplazada al menos hasta mediados de la próxima semana. 

La decisión del juzgado trasciende después de que el equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), acordase en Junta Local la aprobación definitiva de la ZAS, una vez recabado el informe favorable que debía emitir la Conselleria de Medio Ambiente. Ese aval permite que la ZAS se mantenga de forma íntegra, con el conjunto de medidas previstas hasta ahora, entre las que se incluye el adelanto de la hora de cierre a la medianoche entre semana y a las 00:30 los fines de semana, así como la reducción a la mitad de la superficie destinada a la instalación de veladores. Esa limitación se complementa con la reducción a la mitad del número de veladores autorizados.

Además, la ZAS contempla otras medidas como el refuerzo de la vigilancia policial para evitar aglomeraciones en el exterior de los locales, la creación de una mesa técnica para procurar un seguimiento de la eficacia de las restricciones y el impulso de una campaña divulgativa de concienciación frente a las molestias del ruido, entre otros puntos. Ese conjunto de limitaciones y de medidas de control permanecerá vigente hasta que se constate una evolución favorable en los niveles de emisiones, en los que se descarte la superación de los límites previstos en la normativa de prevención de contaminación acústica. 

Con todo, también podría modificarse en el supuesto de que la justicia acabe aceptando la suspensión cautelar de la ZAS solicitada por los hosteleros mientras se dirime el fondo de sus recursos, o en la hipótesis de que pueda aceptar sus argumentos con una sentencia en la que derogue su aprobación. Los empresarios recurrentes alegan en sus impugnaciones que la ZAS carece de justificación en la medida en que estaría basada en mediciones sonométricas desactualizadas y que, además, su delimitación territorial sobre determinadas calles resulta arbitraria, entre otros puntos.

Entre tanto, el equipo de gobierno mantiene que la ZAS continúa en vigor y que resulta de plena aplicación, con lo que la Policía Local seguiría velando por su cumplimiento y levantando actas de infracción frente a aquellos locales que no estén ajustándose a sus restricciones. 

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