ALICANTE. La decisión sobre el futuro del Real Club de Regatas de Alicante (RCRA) queda definivamente en manos de su masa social. La asamblea de socios aceptó este miércoles la propuesta promovida por su dirección actual y validó la convocatoria de elecciones para renovar ese órgano ejecutivo con el fin de que el nuevo equipo que asuma las riendas de la entidad sea quien diseñe una solución para afrontar la remodelación de los pantalanes, y quien concrete si deben renovarse los acuerdos de arrendamiento de los amarres.
La propuesta quedó avalada, eso sí, por un ajustada mayoría de solo 20 votos de diferencia, según fuentes consultadas, lo que daría cuenta de la división que permanece instalada en el seno del club respecto al camino a seguir. Por lo pronto, el acuerdo pone en marcha el proceso electoral con la posibilidad de que puedan presentarse posibles candidaturas a partir del 17 de mayo, mientras que el desarrollo de la votación queda señalado para el próximo 6 de junio. Entre tanto, la junta directiva actual que preside Miguel López seguirá ejerciendo sus responsabilidades en funciones, después de que se haya producido la renuncia del 50% de sus 20 miembros, como establecen los estatutos del club.
En principio, ese equipo directivo -que habría agotado mandato el próximo mes de enero, de no haberse promovido el adelanto electoral- ya ha anticipado su intención de registrar candidatura para seguir al frente de la entidad. En esa línea, ya ha planteado su receta para solventar el doble dilema que podría amenazar la supervivencia del club, cuando se cumplen 136 años desde su fundación. Esa propuesta pasa por promover la actualización de los contratos de alquiler de los cerca de 380 amarres disponibles, que vencerían en 2027 (cuando concluía el plazo de la concesión de las instalaciones otorgada por la Autoridad Portuaria, hasta que en 2018 se aprobó una prórroga adicional por otros doce años más), a la vista de las conclusiones recogidas en informes jurídicos.
Generar tesorería
Eso sí, para facilitar la renovación de esos contratos, la junta directiva actual plantea arbitrar medidas que flexibilicen o alivien la carga sober los armadores, como la aplicación de determinadas bonificaciones, la renegociación de los plazos o el acceso a mecanismos de financiación favorables concertados con entidades bancarias.

- Un momento de la asamblea del Real Club de Regatas de Alicante. -
Con ello, se generaría la tesorería necesaria para afrontar la reparación de los pantalanes, que requieren de una actuación integral para atajar su deterioro mediante la ejecución de un proyecto valorado en torno a 5 millones. Esa fórmula evitaría que se tuviese que girar una derrama al conjunto de los socios (en torno a 2.100) para costear las obras, con el consiguiente riesgo de que se precipitase la baja de la mayoría de ellos para no quedar expuestos a ese desembolso.
Está por ver si puede llegar a presentarse una candidatura alternativa dispuesta a pilotar el club y a plantear otro tipo de posibles soluciones para los dos escenarios que amenazan su viabilidad. Por el momento, solo se ha constatado el rechazo de parte de la masa social a la hoja de ruta planteada por la actual directiva, sin que se haya postulado ninguna opción alternativa.