ALICANTE. El fomento y la ampliación de los servicios de transporte público son indispensables, pero no suficientes. El futuro de la movilidad pasa también por apostar por un uso racional del vehículo privado como fórmula para favorecer desplazamientos ordenados, mediante fórmulas como el coche compartido y la apuesta por los aparcamientos disuasorios. Ese fue el diagnóstico de situación trasladado este martes por representantes del Consell, del Ayuntamiento de Alicante y de la Universidad de Alicante (UA) en el marco del I Encuentro de Cátedras Universitarias de Movilidad Sostenible organizado por la Cátedra Vectalia Movilidad de la Universidad de Alicante.
El primero en plantear esa reflexión fue el edil de Movilidad de Alicante, Carlos de Juan, tras reseñar el impulso en el servicio de transporte urbano en autobús que, según explicó, se habría conseguido con la renovación de la contrata durante el pasado mandato. Entre otras novedades, destacó la creación de nuevas líneas, el cambio de algunos recorridos para mejorar la velocidad comercial y la implantación del servicio de transporte a demanda para conectar las partidas rurales con el casco urbano de la ciudad. Con todo, apuntó que "por mucho que apostemos por el transporte público, el transporte en vehículo privado no va a desaparecer; en muchas ocasiones resulta ineludible".
De ahí que apuntase otras recetas con las que también se está tratando de trabajar en el ayuntamiento, como la implantación de más aparcamientos disuasorios -al margen de los dos implantados en el barrio de San Gabriel, o del primer proyecto de iniciativa privada planteado en El Bacarot- en el borde del casco urbano desde los que se favorezca el uso de transporte público para completar los recorridos hasta el centro. No llegó a precisar cuántos ni ubicaciones para esos nuevos estacionamientos, toda vez que se estaría a la espera de que se procurase un estudio sobre disponibilidad de suelo ya encomendado a la Concejalía de Urbanismo. Además, anticipó la próxima puesta en servicio de la aplicación para teléfonos inteligentes asociada al sistema de monitorización y control del tráfico en tiempo real conocido como 'Alicante se Mueve' que permitirá conocer el estado de la circulación en tiempo real, además de tener acceso a recorridos alternativos que reduzcan los tiempos de desplazamiento al evitar aglomeraciones. "Tenemos estudios en los que se certifica que con reducir el tiempo de un recorrido en solo 30 segundos se puede conseguir un ahorro de hasta 2.200 litros de combustible al cabo de un año, lo que, a su vez, redunda en la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera", apuntó.
El testigo lo recogió el director general de Transportes, Manuel Ríos, que coincidió en la misma apreciación: el papel indispensable que debe y va a seguir desempeñando el vehículo privado. Es más, reseñó la complejidad que conlleva el diseño de redes de transporte público para que puedan resultar realmente eficientes, tras relatar la experiencia registrada con motivo de la Dana que asoló a cerca de un centenar de poblaciones de la provincia de Valencia. "En ese momento comprobamos que no estábamos preparados: todas las infraestructuras de tren, tranvía y metro quedaron arrasadas; también las carreteras y no teníamos puentes", explicó. El problema, según añadió, es que, además, no se había podido desplegado los planes de movilidad programados en ese ámbito, de modo que cerca del 90% de la movilidad seguía dependiendo del vehículo privado en ese ámbito. Así, añadió que la apuesta por el transporte público debe combinarse sí o sí con el transporte privado de forma que se pueda "centrar la demanda" del transporte público para que sea realmente funcional y racionalizar los desplazamientos. "No hay capacidad física ni inversora para extender el transporte público en todo el territorio", señaló.

- Un momento de las jornadas de movilidad, organizada por Vectalia. -
- Foto: AP
De ahí que apostase por mejorar también el uso del transporte privado, mediante herramientas como el coche compartido para aumentar la ocupación de cada vehículo. "Tenemos que domesticar el vehículo privado y conseguir que, en lugar de que cada coche tenga una media de 1,1 ocupantes pueda llegarse a una media de 1,6", señaló. Se trataría, según recalcó, de una alternativa especialmente recomendable para los "desplazamientos reiterativos" como los viajes hasta los centros de trabajo o centros de estudios, lo que permitiría disponer de un uso eficiente del coche privado. Para ello, según añadió, se contaría con el desarrollo de aplicaciones de car sharing que favorecen ese uso común. "Si conseguimos implantar esas pautas de comportamiento, el coche dejará de ser el enemigo", concluyó.
Y otro tanto de lo mismo planteó el vicerrector de Infraestructuras de la UA, Salvador Ivorra, quien relató la experiencia que ya se aplica en el campus universitario desde hace tres años a través de la aplicación Hoop Carpool, en la que se favorece que los estudiantes concierten desplazamientos en un único vehículo compartido, lo que reduce el número de coches finales que recalan en el recinto universitario. En esta línea, señaló que la UA trata de apostar por la sostenibilidad con el fomento de los desplazamientos peatonales y con el uso de bicicletas de préstamo tanto entre facultades como entre el campus oeste (la zona del Parque Científico) y el campus este (en la que se sitúa la mayor parte de los edificios universitarios). Con todo, también reconoció que, a pesar de la existencia de líneas regulares de autobús que conectan varios municipios de la provincia con el campus, del tren de cercanías que conecta con Villena, o de la Línea 2 del Tram desde Alicante, el coche privado continúa siendo otro pilar esencial en el desplazamiento de estudiantes y profesorado.
Así, indicó que la UA dispone de 3.800 plazas de aparcamiento, que ahora se pretende ampliar con otro aparcamiento adicional junto al edificio de la Facultad de Educación, en el que, por primera vez, se ensayará una experiencia de uso restringido, mediante la instalación de una barrera, en la que se primará el acceso de estudiantes y profesores que disponga de tarjeta universitaria. Y, además, añadió que se prevé llevar a cabo la construcción de una nueva rotonda en el recinto del propio campus, junto al acceso principal a la universidad desde la A-7, que se complementará con una zona de kiss and ride para que cualquier conductor pueda dejar o recoger a estudiantes y salir de nuevo a la autovía sin necesidad de recorrer todo el perímetro que circunvala la universidad, de 3 km de longitud. Con ello, según destacó, se conseguirá reducir tiempos y emisiones a la atmósfera. El coste de esa actuación está valorado en 235.000 euros y se prevé licitar de forma inminente para que pueda ejecutarse tras el fin de este curso escolar.