ALICANTE. La reactivación de los juzgados de lo Mercantil en Alicante ha conllevado un lógico incremento de los concursos de acreedores tramitados, como era de esperar. Desde mediados de mayo, la actividad no ha dejado de incrementarse y en las dos últimas semanas los tres juzgados de la provincia han tramitado una media de un concurso de acreedores al día, según los edictos publicados en el BOE.
La avalancha de concursos era una consecuencia esperada por los magistrados, dado que no solo tienen que dar salida a las declaraciones pendientes que se quedaron en un cajón por la declaración del estado de alarma, sino también a las de empresas a las que la crisis de la covid ha obligado a adoptar esta medida. Como adelantó en exclusiva Alicante Plaza a principios de mayo, los jueces darán prioridad a las empresas viables en la tramitación de los concursos, para facilitar su supervivencia.
Cuando se decretó el estado de alarma, a mediados de marzo, los juzgados de Alicante habían abierto 48 concursos de acreedores, según las publicaciones del BOE. Entre abril y mayo se declararon dos, que venía de la etapa anterior a la pandemia. Y en mayo, con la reapertura de los juzgados de forma telemática, las declaraciones de concursos se elevaron a siete. La 'curva' ha comenzado a dispararse con la llegada del mes de junio. En los últimos cuatro días hábiles, los juzgados alicantinos de lo Mercantil han abierto otros siete concursos.
De esta forma, en lo que va de año la provincia acumula 64 nuevos concursos de acreedores activos, según las publicaciones oficiales, de los que 16, el 25%, se han abierto durante el estado de alarma. El ritmo de declaraciones de concursos de acreedores desde el 21 de mayo es de un concurso por cada día hábil transcurrido. Entre los últimos concursados hay varios autónomos y empresas de sectores tan diversos como la construcción, el textil o la agricultura.
Como ha venido contando este diario, los jueces de lo Mercantil de Alicante (hay tres juzgados, uno de ellos con sede en Elche) han adoptado diversas medidas para sobrellevar la avalancha de concursos que se esperaba y que, a juzgar por el ritmo de declaraciones, ya se está produciendo. Entre estas medidas destacan la suspensión de la celebración de vistas durante tres meses, para dedicar todos los recursos a tramitar las solicitudes, y la creación de un formulario tipo para que las empresas soliciten el concurso, con el fin de facilitar este trámite.
Este protocolo persigue poner orden en la temida avalancha, para priorizar los concursos de empresas (tanto previos al coronavirus como nuevos) en los que la concursada sea, a priori, viable. Esto es, se tramitarán antes los concursos de empresas que intenten sobrevivir que aquellas que pidan directamente la fase de liquidación (aunque con excepciones, por ejemplo si se presenta un plan de venta de la unidad productiva para mantener la actividad).
También se considerarán urgentes los concursos que impliquen ERTE o ERE para los trabajadores, con el fin de resolver cuanto antes su situación, y los que afecten a personas físicas o empresarios autónomos, para facilitar que los concursados puedan acceder a la segunda oportunidad de manera rápida. Fuentes judiciales consideran que los concursos de autónomos serán los más numerosos en un primer momento, por lo que se dedicará una parte importante de los recursos de los juzgados a dar respuestas a este tipo de procesos, que gozarán de absoluta prioridad.