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plan de control de la contaminación acústica

Alicante instala los primeros cinco sonómetros en el Centro para atajar los desmanes del 'tardeo'

12/01/2017 - 

ALICANTE. Control en proceso. La propuesta impulsada por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alicante para tratar de atajar el exceso de ruido de los locales de ocio y la hostelería en el Casco Antiguo y Centro Tradicional comienza a desplegarse con la instalación de los primeros cinco sonómetros previstos en otros tantos puntos de la vía pública. Se trata de cinco medidores de sonoridad con los que Medio Ambiente pretende recopilar información real sobre los niveles de ruido que se registran en un perímetro en el que se concentra un alto porcentaje de negocios con ambientación musical y de restaurantes con veladores: la zona que ha dado lugar al fenómeno conocido como tardeo y que viene generando múltiples quejas de los residentes del entorno, al sostener que se les impide el descanso.    

El objetivo es conocer en qué horas y en qué lugares concretos se registran picos de ruido asociados a esa actividad (diferenciados del ruido generado por el tráfico, por ejemplo) y si estos superan o no los umbrales límite previstos en la Ley de Prevención de la Contaminación Acústica. Esa Ley, la 7/2002, establece un límite de 55 decibelios durante el día (entre las 8.00 y las 22.00 horas) y de 45 durante la noche (entre las 22.00 y las 8.00 horas) para las zonas residenciales y de entre 65 (día) y 55 (noche) para las zonas terciarias. 

Los primeros cinco sonómetros se han posicionado en los emplazamientos propuestos por los técnicos de la propia concejalía: calle Labradores esquina con calle San Pascual, Plaza de San Cristóbal, Plaza de 25 de Mayo (a espaldas del Mercado Central), Castaños y Hermanos López Torregrosa. Medio Ambiente incorporará en los próximas semanas otros 10 equipos de medición, para sumar un total de 15, en otros tantos puntos que deben consensuarse con las dos asociaciones vecinales que forman parte de la Junta de Distrito 1: la asociación de vecinos Benacantil y la de Centro Tradicional. Cada uno de los dos colectivos planteó una lista de hasta 20 ubicaciones, cuando se acordó destinar una partida de 55.000 euros (de los 100.000 que los vecinos pueden decidir en el proceso de elaboración de los presupuestos participativos) para la instalación de esos equipos. Ahora, esas 40 propuestas deberán reducirse hasta una cuarta parte. 

La compra de esos 10 nuevos equipos se afrontará con fondos propios de la concejalía, ya que esos 55.000 euros ya se han agotado con la compra de los primeros cinco medidores y del software necesario para poder realizar un seguimiento en tiempo real de las mediciones a través de la página web oficial del ayuntamiento (www.alicante.es). Los 15 medidores se activarán a la vez, de modo que los instalados hasta ahora todavía no están en funcionamiento. 

Como avanzó Alicante Plaza el 30 de octubre, el departamento que dirige el edil Víctor Domínguez (Guanyar) analizará las mediciones recopiladas a lo largo de tres primeros meses para estudiar, en la mesa del ruido, qué tipo de medidas correctoras y paliativas corresponde adoptar en cada caso. Entre ellas, se baraja, por ejemplo, el incremento de la presencia policial, de modo que se garantice la conciliación de la actividad económica y el descanso vecinal. A priori, se descarta la posibilidad de acordar cierres de locales, según fuentes municipales. Sea como fuere, la medida ya ha generado suspicacias entre los empresarios del sector del ocio, que consideran que poner en foco en sus negocios sin abordar el problema del ruido de forma global para toda la ciudad puede ser un síntoma de que se trata de señalarlos como "cabezas de turco".             

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