Alicante instalará sonómetros en el Centro y Casco Antiguo para atajar los excesos del 'tardeo'

ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante da otro paso más para poner coto a los excesos de ruido que genera la concentración de locales de ocio y de hostelería en las calles del Casco Antiguo y Centro Tradicional. El departamento de Medio Ambiente instalará en los próximos meses una red de sonómetros distribuidos en todo ese perímetro -entre 15 y 20 en función de las ofertas que se presenten al concurso público-, con el propósito de evaluar en qué puntos y en qué momentos (días y horas) se superan los valores límites establecidos en la legislación autonómica que regula la prevención contra la contaminación acústica. 

Esa Ley, la 7/2002, establece el umbral máximo permitido en 55 decibelios durante el día (entre las 8.00 y las 22.00 horas) y de 45 durante la noche (entre las 22.00 y las 8.00 horas) para las zonas residenciales y de entre 65 (día) y 55 (noche) para las zonas terciarias.

Los medidores, a los que se podrían añadir otros ya operativas en varias zonas de la ciudad para controlar los niveles acústicos del tráfico rodado, permanecerán activos durante las 24 horas para tener un registro objetivo de las consecuencias de dos actividades económicas -el ocio y la hostelería-que siguen generando molestias entre los residentes de la zona. 

Los resultados de las mediciones se podrán consultar prácticamente en tiempo real en la página web municipal  

La instalación de los sonómetros responde, de hecho, al acuerdo alcanzado por los representantes vecinales en la Junta de Distrito número 1 (la del Centro y Casco Antiguo) a la hora de concretar inversiones municipales a ejecutar en ese ámbito, a través del proceso de tramitación de los presupuestos participativos correspondientes al ejercicio de 2016. En concreto, se acordó la asignación de una partida de 55.000 euros para adquirir los equipos de medición. Medio Ambiente pretende licitar su compra en los próximos quince días. 

¿En qué puntos se pondrá el foco? El departamento de Medio Ambiente que coordina el edil Víctor Domínguez (Guanyar) ha solicitado a las dos asociaciones vecinales del distrito, La Voz del Benacantil y Centro Tradicional, un listado de ubicaciones concretas que los propios residentes consideren especialmente problemáticas. Ese listado se cotejará y se complementará con la propuesta que ya ha diseñado la propia concejalía para cuadrar su distribución definitiva, siempre en la vía pública, no en el interior de los locales. Se da por hecho que se controlarán las calles con mayor número de establecimientos en activo como Castaños y adyacentes, o las que conectan la Plaza de Quijano con la de San Cristóbal, por ejemplo.

Medidas paliativas

Medio Ambiente trasladará los datos de esas mediciones a la mesa del ruido en un plazo de tres meses desde su puesta en funcionamiento. Allí, de manera coordinada con las concejalías de Comercio y Urbanismo, se estudiarán posibles medidas a adoptar sobre la base de las conclusiones alcanzadas. Entre ellas, podrían figurar la necesidad de intensificar la vigilancia policial o la aprobación de una moratoria en la concesión de licencias para locales de ocio como la que ya rige ahora sólo para el Casco Antiguo. En ningún caso, según fuentes del equipo de Gobierno, se prevé acordar cierres de locales. "No es una opción que esté encima de la mesa", apuntan. Eso sí, los registros sonoros se tendrán en cuenta, entre otras cosas, a la hora de confeccionar la ordenanza de veladores para evaluar si existe saturación. Además, las mediciones se podrán consultar prácticamente en tiempo real a través de la página web municipal.

Según las mismas fuentes, no se trata de coartar ni de poner impedimentos a la actividad económica, sino de compatibilizar el negocio del ocio y la restauración con el descanso de los vecinos.