ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante no contempla la posibilidad de establecer sistemas de separación física entre bañistas en cuanto se permita la reapertura de las playas y sigue estudiando qué fórmula puede ser la más efectiva para garantizar la distancia de dos metros de separación entre sus usuarios. Así lo ha apuntado este martes la vicealcaldesa y edil de Turismo, Mari Carmen Sánchez (Cs), tras su comparecencia telemática para dar cuenta de los asuntos tratados en Junta de Gobierno.
Sánchez ha indicado que la instalación de mamparas o de "postes" de separación como los que se ha acordado instalar en las playas del municipio gallego de Sanxenxo, por ejemplo, "no son viables en las playas de Alicante por su gran extensión y por la necesidad de llevar a cabo tareas de limpieza y mantenimiento".
En esta línea, ha sostenido que se sigue evaluando cuál puede ser el sistema más indicado para disponer de un control de aforo que permita acceder a los arenales sin incurrir en posibles situaciones de riesgo de contagio por coronavirus. Para ello, según ha recalcado, se seguirán las recomendaciones que pueda formular Turisme Comunitat Valenciana. De hecho, este mismo martes debía celebrarse un encuentro telemático para abordar ese asunto, con la participación de Turisme, en el que se ha dado a conocer la apuesta de la Generalitat por el desarrollo de una aplicación que permita conocer el grado de ocupación del conjunto de playas de la Comunitat en tiempo real.
En todo caso, Sánchez ha apuntado que hasta el momento el Ayuntamiento no dispone de ninguna herramienta que procure un conteo de las personas que puedan permanecer en las playas de la ciudad, aunque ha apuntado que en la última edición de Fitur sí se firmó un acuerdo con Aguas de Alicante para habilitar un sistema de cámaras que permitiese poner en marcha un sistema similar tanto en Tabarca como en la playa de El Postiguet. En este sentido, ha señalado que la situación generada por la crisis sanitaria supone una oportunidad para "implementar ese tipo de tecnología, ya que tratamos que Alicante se convierta en el epicentro de la innovación y de la nueva economía digital".
Sánchez incide en que la campaña de verano estará marcada por las reservas de última hora y que llegarán fundamentalmente del visitante local y nacional
En cualquier caso, la edil de Turismo ha insistido en que todavía no se conoce en qué momento se podrá autorizar el baño en la ciudad, ya que todo depende de cómo se progrese en las diversas fases del desconfinamiento previsto por el Ejecutivo Central. De hecho, el alcalde, Luis Barcala (PP), ya adelantó en una entrevista concedida a Alicante Plaza que no se permitiría el baño en la ciudad hasta que no existiesen las condiciones que garantizasen que esa actividad no entraña ningún riesgo sanitario, al margen de que sí pudiesen reabrir las playas de otros municipios.
Además, Sánchez también ha confirmado que el servicio de vigilancia y socorrismo en playas sigue pendiente de que la UTE concesionaria complete los trámites de su constitución para que pueda asumir la prestación. En concreto, según avanzó este diario, la previsión es que los vigilantes puedan comenzar a desarrollar su labor a partir del 5 de junio. Al respecto, Sánchez ha incidido en que su labor será la de la vigilancia en el agua, como hasta ahora, "aunque en algún momento puedan alertar a la Policía Local de que no se estén cumpliendo las medidas de distanciamiento o que pueda existir algún comportamiento anómalo".
Por último, la edil de Turismo se ha referido a las previsiones de ocupación para este verano para señalar que, "en función de la información que recopilamos desde el sector hotelero, será un año de reservas de última hora" y marcado por el turista local y nacional. En esta línea, ha indicado que "hasta el momento, los datos que nos transmiten es que las reservas están llegando a cuentagotas".