ALICANTE. Las obras de peatonalización del Centro tradicional de Alicante, y la consiguiente redistribución de las líneas de autobús que discurrían por la avenida de la Constitución y la calle Bailén, han proporcionado la coartada perfecta para que el equipo de gobierno (el bipartito compuesto por PP y Cs), haya anticipado el cierre al tráfico del fondo de saco de la Rambla. La circulación en ese punto quedó restringida desde este fin de semana (tras la instalación de grandes maceteros) y se mantendrá con carácter permanente como anticipo de la construcción de la nueva plaza polivalente prevista con la tercera fase de la reurbanización de la Explanada.
De hecho, se prevé afianzar esa condición de cierre definitivo mediante el repintado del pavimento para delimitar que se trata de una zona de uso peatonal hasta que pueda ejecutarse las obras de ampliación del paseo. Hasta ahora, el bipartito ha venido sosteniendo que su desarrollo de esa actuación queda ligada a la disponibilidad de los remanentes del ejercicio de 2021, ahora en fase de liquidación.
Por el momento, los técnicos de la Concejalía de Urbanismo que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Cs), y los representantes de la UTE Escalar y Guía Consultores SLP a la que se le adjudicó la redacción del proyecto, estarían cerrando su definición con la introducción de las últimas modificaciones para preparar la licitación de los trabajos. Como avanzó este diario, la propuesta de reurbanización comprende la ampliación del paseo hasta la calle Bilbao y la propia Rambla dando continuidad al dibujo de las teselas de la Explanada con la prolongación de alguna de sus ondas.
Además, justo en la confluencia entre el paseo actual y la Rambla se incluye la instalación de una batería de surtidores que emergerían del suelo y que estarían provistos de haces de luz ornamental, con la posibilidad de incorporar un sistema de sonorización programable para combinar el funcionamiento de los chorros y de las luces.
El resto del espacio quedaría disponible para el desarrollo de actos al aire libre como conciertos, exposiciones, pequeñas representaciones o actos festivos, después de que se haya descartado la alternativa planteada en el planteamiento original, por el que se proponía instalar una gran onda tridimensional construida en acero inoxidable pulido como hito escultórico de carácter singular. En su lugar, se habría abogado por mantener el espacio expedito para que pueda acoger cualquier uso posterior sin la presencia de elementos que dificulten el tránsito peatonal.
Así se concibe la nueva plaza que unirá La Explanada y la Rambla de Alicante