Un grupo de visitantes en el Castillo de Santa Bárbara, en imagen de archivo. Foto: Concejalía de TurismoLa confluencia compuesta por Podem y EU lleva a pleno una propuesta para revertir la cesión de las responsabilidades sobre el Castillo de Santa Bárbara
ALICANTE. Los castillos de Santa Bárbara y San Fernando entran en una nueva etapa de gestión compartida entre las concejalías de Turismo y Cultura. Ese reparto de responsabilidades debe quedar sancionado en los próximos días a través de un decreto de Alcaldía para certificar el nuevo rumbo que se le pretende dar al uso de las dos fortalezas, una vez cerrados los detalles de tipo técnico como la adscripción de personal.
El propósito de esa nueva orientación se resume en un objetivo: exprimir sus posibilidades turísticas en cuanto se superen las restricciones que conllevan los protocolos sanitarios frente al covid. Eso supone la posibilidad de que se desarrollen eventos, reuniones profesionales de pequeño tamaño, o presentaciones, siempre que resulten compatibles con el respeto al valor histórico y patrimonial de los dos inmuebles, reconocidos como Bienes de Interés Cultural (BIC).
En ese objetivo también se contempla la reactivación de las visitas guiadas o el montaje de exposiciones temporales que actúen como elemento de atracción de visitantes. Y no solo para los turistas que recalen en la ciudad, sino también para los propios alicantinos, ya que, según fuentes de la Concejalía de Turismo, "las dos fortificaciones se encuentran infrautilizadas pese a que ofrecen múltiples posibilidades por la cantidad de salas disponibles y por las vistas que ofrecen".
De ahí que se trate de dinamizar su uso programando actividades que resulten atractivas para todo tipo de públicos. "Sobre todo, ahora que se está completando la recuperación de espacios en el Castillo de San Fernando", apuntaron. Como informó este diario, el primer paso previo en el que se sigue trabajando es la evaluación de los servicios de los que disponen los dos castillos, así como de las concesiones vigentes.
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A partir de ahí, también se siguen analizando posibles soluciones para facilitar el acceso de los visitantes, sin que ello ocasione perjuicios sobre la conservación de ambos castillos. De igual modo, también se trata de implantar nuevas herramientas para modernizar la experiencia de la visita, con la instalación del sistema de lectura de códigos desarrollado por Navilens, que ya se ha puesto en marcha en la playa de El Postiguet, por ejemplo.
En el caso del Castillo de Santa Bárbara, esa reorientación turística debe coordinarse, además, con la continuidad del Museo de la Ciudad de Alicante (MUSA) y con el acuerdo que se prevé firmar en las próximas semanas con los rectores de la Universidad de Alicante (UA) y de la Universidad Miguel Hernández (UMH) para convertir a la fortaleza en sede de sus campus de verano.
No obstante, el cambio en el reparto de responsabilidades -que incluye la cesión del uso del Hall de Séneca a la Concejalía de Cultura como sala expositiva- ya ha suscitado rechazo político entre los grupos que ejercen funciones de oposición. De hecho, Unides Podem prevé registrar una iniciativa para su debate en el pleno ordinario de enero por la que plantea que se deje sin efecto el traspaso de competencias de los dos baluartes, de modo que su gestión siga recayendo bajo la responsabilidad del área de Cultura.
Fuentes de la confluencia consultadas incidieron en que los técnicos de ese departamento son quienes deben velar por su conservación, sin que resulte necesario un cambio de responsabilidades para potenciar su promoción turística y la llegada de visitantes. En esta línea, las mismas fuentes expresaron su rechazo a la posibilidad de que pueda plantearse la convocatoria de un concurso para ceder a una empresa la explotación de los espacios del Castillo de Santa Bárbara, en la línea que ya ha sugerido la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA).
A juicio de los representantes de Unides Podem, se trataría de una muestra de la apuesta del equipo de Gobierno por la privatización de lo público, como la que, en su opinión, ya se habría permitido en el caso del Faro del Cabo de las Huertas, cedido en concesión para la transformación de sus edificios anexos en un restaurante, sin que se haya promovido una petición pública para optar a su explotación.
Su portavoz, Xavier López, consideró que "se debe apostar por dinamizar las industrias creativas de la ciudad" además de "huir de vender el Castillo únicamente como producto turístico, para ponerlo más cerca de la ciudadanía". Por ello, defendió que la Concejalía de Cultura es capaz de "dinamizar las industrias creativas de nuestra ciudad asegurando la gestión pública del Castillo". Para López, "el modelo de ciudad-fachada que defiende el bipartito de derechas podría llevar a la sobreexplotación turística del Castillo", por lo que añadió que optar por la externalización "podría poner en peligro la conservación de sus elementos históricos".
López insistió en que el bipartito "no puede seguir dejando Alicante únicamente en manos del turismo" y abogó por "un modelo alternativo, en el que se apueste firmemente por la gestión pública", con un nuevo plan económico en el que los ejes para dinamizar la creación de empleo "sean la Cultura y la Transición Ecológica".
