Aefa recupera el discurso de la carga fiscal y pide coordinación para exprimir los fondos UE

ALICANTE. Tras el año 2020, en el que la pandemia obligó a cancelar la mayoría de actividades presenciales, incluida la entrega de sus premios anuales, la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa) volvió este miércoles durante su asamblea general a los pilares básicos de su discurso: la importancia de la empresa familiar para la economía y el empleo de la provincia, la exigencia a la Administración de apoyo tanto a las empresas como a la innovación y al cambio de modelo productivo, y sobre todo, una dura crítica a la fiscalidad española y valenciana.

Durante el encuentro, la presidenta de Aefa, Maite Antón, exigió que se vuelva a bonificar totalmente  el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, ampliando dicha bonificación a las compañías que cuentan con una facturación superior a 10 millones de euros, "porque resulta incomprensible que se pongan trabas a la continuidad intergeneracional de las empresas y se las penalice por su volumen de facturación". La reducción de la carga fiscal sobre las empresas también es necesaria para que, según Antón, "podamos continuar creando empleo y se eliminen las trabas administrativas al paso de 50 trabajadores, que no garantizan ningún derecho mayor a nuestro personal, pero sí generan limitaciones y trámites improductivos". 

En cuanto a los fondos europeos Next Generation, subrayó que deben servir "no solo para la obtención de fondos de financiación, sino para promover una verdadera transformación de nuestras estructuras económicas hacia una producción más eficiente y sostenible". En este sentido, la presidenta de Aefa, que rechazó la estigmatización de la hostelería por la pandemia, reclamó la llegada de ayudas a "los sectores que se han visto más afectados por la pandemia como el turismo, los servicios, la hostelería, el transporte, entre otros". "Necesitamos un cambio en la estrategia económica de este país que impulse la innovación y la digitalización como palanca de competitividad en nuestras corporaciones y que además proteja a los sectores industriales".

Mesa redonda sobre los fondos europeos

Precisamente, en lo que se refiere a los fondos europeos, Aefa pide una mayor coordinación entre los distintos sectores económicos de la provincia para poder exprimir las ayudas. Para ello, durante la asamblea organizó una mesa redonda moderada por su secretario general, Gustavo Lubián, en la que participaron la consellera de Innovación, Carolina Pascual, que incidió en la importancia de gestionar adecuadamente los fondos de reconstrucción para que lleguen a las empresas; Marián Cano, presidenta de la sectorial zapatera Avecal; la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes; y el fundador de Clavei, Joaquín Garrido.

La mesa giró en torno a los fondos europeos, la transformación digital y los proyectos tractores. Cano, que presentó tres proyectos liderados por el calzado para contribuir a la digitalización y la sostenibilidad, recordó que los fondos Next Generation suponen "una oportunidad para dar un salto transformador" en el sector del calzado y consideró que deben llegar a las pymes. Por su parte, Montes defendió que la recuperación del turismo es esencial para la Comunitat Valenciana y pidió favorecer la movilidad de los visitantes, tras lamentar que de momento el turismo no sabe nada de fondos europeos. Garrido, por último, apostó por diferenciar a la industria alicantina desde la digitalización de los procesos, y confió en que a través de los fondos europeos se pueda concentrar un sector tecnológico muy atomizado.

Encuesta entre los asociados

Por otra parte, durante la asamblea se presentó la encuesta de Aefa a sus asociados, según la cual más del 80% del empresariado considera que la situación política de España es mala o muy mala. Un resultado quese repite al evaluar el contexto económico, que cerca del 80% de los entrevistados califican como malo o muy malo. La gestión de la crisis sanitaria tampoco escapa a las críticas de los empresarios familiares, ya que el 44% cree que ha sido muy mala y el 37% mala. Como contrapeso optimista, el 37% de los empresarios creen que la situación económica en el país va a mejorar en los próximos meses, mientras que el 33% consideran que se mantendrá igual.