ALICANTE (EFE). Quique Hernández se convirtió el pasado martes en el cuadragésimo presidente de la historia del Hércules y en el séptimo que accede a la dirección del club desde la compra de la mayoría accionarial de la entidad por parte de Enrique Ortiz, hace casi dos décadas.
El entrenador valenciano protagoniza, además, un hecho insólito en la historia reciente del Hércules, ya que es el primer caso en de un entrenador que pasa del banquillo al palco del club alicantino.
Hernández, de 59 años, toma el relevo en la presidencia de Juan Carlos Ramírez, quien tomó el control de la entidad en el pasado mes de mayo, si bien ya llevaba dos temporadas presente en la toma de decisiones y el día a día económico y deportivo de la entidad.
El técnico de Anna es el entrenador que más partidos ha dirigido al Hércules con un total de 183 a lo largo de tres etapas distintas y en tres categorías (Primera, Segunda y Segunda B) diferentes.
Quique Hernández logró en su primera etapa un ascenso a Segunda (1992-93), pero en las dos siguientes descendió al equipo de Primera a Segunda (1996-97) y de Segunda a Segunda B (2013-14), si bien en este último curso no llegó a concluir el campeonato.
A excepción de su primer etapa, en la que fue él el que decidió no seguir en el club, en las dos posteriores ocasiones en las que se hizo cargo del equipo acabó siendo destituido como consecuencia de los malos resultados.
El valenciano es el séptimo presidente que asume el cargo desde la llegada a la entidad como máximo accionista de Enrique Ortiz, quien adquirió el club en 1999. Desde entonces, el club ha estado presidido por Enrique Carratalá, el propio Ortiz, Valentín Botella, durante ocho años, Jesús García Pitarch, Carlos Parodi y Juan Carlos Ramírez.
El ya expresidente, que continuará siendo uno de los principales accionistas de la entidad, pasará a la historia del Hércules como uno de los más breves, que ni siquiera ha logrado completar una temporada en el cargo.
El récord de permanencia en la presidencia corresponde a José Rico Pérez, quien permaneció en el cargo durante 14 años (1971-84) en la que fue la edad de oro de la entidad, con ocho temporadas en Primera y la construcción de un estadio nuevo.