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segunda oleada de la encuesta del creama elaborada en noviembre 

Radiografía de la Marina Alta: la percepción económica mejora; piden más ayudas y el teletrabajo, difícil de implantar

9/01/2021 - 

DÉNIA. El Consorcio para la Reactivación Económica de la Marina Alta, el Creama, ha hecho público este viernes la segunda oleada del informe sobre el Impacto Socioeconómico de la Covid-19 en la Marina Alta. Según el consorcio, el objetivo del informe es monitorizar la evolución de esta situación excepcional dentro del tejido empresarial y comercial de la comarca para poder valorar el impacto real de la crisis a corto, medio y largo plazo originado por la Covid. La encuesta concluye que la percepción económica ha mejorado respecto a mayo; los empresarios reclaman más ayudas directas de las administraciones; aprueban la gestión de los ayuntamientos por encima de las otras administraciones y admiten dificultades para implantar el teletrabajo.

La encuesta a los empresarios se hizo entre el 9 y el 30 de noviembre y respondieron 263 empresas. De acuerdo con las conclusiones del informe, la situación sigue siendo negativa, aunque ha mejorado respecto a mayo. Así, la percepción ha pasado de un 92% (mayo’20) a un 79% (nov’20) de empresas que afirman que les ha afectado negativamente la situación provocada por la Covid-19. Es más, un 18% afirma que este nuevo contexto no le ha afectado en noviembre, mientras que, en mayo, este porcentaje era sólo del 5%.

Estos datos se pueden explicar, según el estudio del Creama, en el hecho de que disminuye en 2 puntos porcentuales los encuestados que afirman haber cerrado el negocio –de un 15% a un 13%-, así como, una leve disminución en los gastos –del 4% al 3% reducen gastos- e incremento de ventas –del 3% al 4%-. Pese a ello, los empresarios consideran que la situación sigue siendo negativa -4 de cada 5 empresas han reducido sus ventas-; sin embargo, la percepción es de mejoría respecto al inicio de la crisis.

En cuanto a la situación laboral actual de la empresa, destaca que mientras que, en mayo, un 43% se inclinaba por un cierre completo de la actividad, ahora suponga sólo un 10%, pues en la primera oleada, las restricciones en la actividad económica eran mucho más restrictivas que en la actualidad y, por tanto, el desánimo era mayor.

Otro dato que refleja esa tendencia positiva, es que el 45% de la muestra indica que la actividad laboral se mantiene normal, sin variaciones destacables, mientras que en mayo sólo era un 21% del total.

A día de hoy, 8 de cada 10 empresarias/os de la Marina Alta han tenido que realizar algún cambio en el desarrollo de su actividad económica. Respecto a la oleada de mayo, se observa una mayor generalización de esta necesidad (alrededor del 70% han llevado a cabo cambios en mayo); lógico, por otra parte, si tenemos en cuenta la mayor actividad durante el periodo actual frente al vivido durante el estado de alarma.

Así, más del 80% ha adaptado su empresa/negocio con medidas sanitarias preventivas, casi la mitad ha reducido el horario laboral, y entorno al 35% ha tenido que realizar mayor publicidad, reorientar su estrategia, o incorporar metodologías no presenciales.

En lo referente a la implantación del teletrabajo, sigue siendo determinante el hecho que, en 6 de cada 10 empresas de la Marina Alta, esta opción no es posible. Del 40% restante, donde sí es aplicable esta modalidad de trabajo, el 83% sí lo ha implantado en mayor o menor medida, y la mitad lo han hecho para la totalidad de su plantilla.

El sector empresarial y comercial se muestra más crítico con la gestión de la crisis realizada por las administraciones públicas en esta segunda oleada respecto a mayo.  De nuevo, el Gobierno es el peor valorado y los Ayuntamientos la institución pública mejor valorada.

Alrededor de 6 de cada 10 empresas o comercios afirma conocer alguna medida aportada desde el Gobierno, la Generalitat Valenciana o Ayuntamientos. Prácticamente se tiene el mismo conocimiento de las medidas adoptadas que en la oleada de mayo, a excepción de las medidas locales, que incrementan su grado de notoriedad de un 49% a un 63%.

Más de la mitad de la muestra afirma en ambas oleadas resultarle difícil o muy difícil acceder y/o entender las diferentes regulaciones que se van publicando desde estos entes, de acuerdo con las respuestas analizadas.

En lo que respecta a la situación de noviembre, el tejido empresarial y comercial destaca en esta oleada que no se necesita en tanta mesura ayudas en la implantación de las medidas sanitarias de seguridad y sí destacan la necesidad de ayudas económicas –bien en ayudas públicas económicas, acceso a créditos o bien en financiación bancaria accesible-, flexibilización en el pago de impuestos, o programas que fomenten la actividad. Con la diferencia de que en esta nueva fase lo requieren en más de un 70%, respecto al 50% de mayo.

De cara al futuro, la visión de los empresarios sigue siendo pesimista y se mantienen las principales preocupaciones relacionadas con los problemas sobre la viabilidad económica de la empresa o comercio, que perduran en el momento actual –reducción de ventas/ingresos, paralización de la actividad/cierre del negocio, y problemas de liquidez- (en ambas oleadas suman alrededor del 70%).

En esta segunda oleada, disminuyen los problemas de afrontar el cumplimiento de pago de salarios en lo que respecta al mercado laboral, en prejuicio de un aumento en la congelación de subida de sueldos y contratación, junto a un mayor número de despidos, según recoge el informe del Creama.

En lo que se refiere al papel que debe adoptar tanto instituciones públicas como privadas a la hora de afrontar una pronta recuperación económica del sector, de nuevo, como factor principal, los empresarios encuestados solicitan entre otros, ayudas públicas efectivas y que lleguen a todos y/o condonar o suavizar impuestos, pero a diferencia de mayo, en esta nueva fase resaltan ambas propuestas la mitad de la muestra, mientras que en la primera oleada sólo alcanzaba el 37%.

A continuación, los encuestados destacan ahora aspectos para una pronta recuperación a través de más facilidades para el acceso a créditos, fomento del consumo local, más información para mitigar el miedo de la sociedad a la covid-19, y mayor fomento del turismo.

Por último, entre las acciones que pueden tomar como empresa o comercio que ayuden a recuperar su negocio a corto plazo, se encuentran las campañas promocionales, ofertas y descuentos, junto a cambios de estrategia comercial a favor de la adaptación a nuevos modelos de negocio (digitalización o venta online, venta a domicilio, …).

Por otro lado, otra de las consideraciones a tomar en cuenta es el propio hecho de resistir las consecuencias económicas de la pandemia con una mayor voluntad y esfuerzo en el trabajo junto a una reducción o control de los costes. De cara al cliente, las acciones encaminadas en dar una seguridad con la adaptación de las medidas sanitarias en el negocio, ofrecer un producto y/o servicio de calidad y dar facilidades de pago y horario a los clientes es otra de las estrategias a tener en cuenta en la ayuda a su recuperación, concluye la encuesta del Creama.

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