La revolución de los años 60 a menudo se vende como la mayor época de transformación del siglo XX. Los Beatles fueron sus máximos protagonistas y es cierto que consiguieron con su actitud sacudir las estructuras sociales y familiares tan conservadoras de la época. Sin embargo, no se puede separar que su fenómeno respondía a otro más prosaico, por primera vez los adolescentes tenían poder adquisitivo y se convirtieron en un objetivo del mercado en aquella fase del capitalismo
VALÈNCIA. Se incide mucho en cómo el rock y pop cambiaron el mundo. Se ha hecho por activa y por pasiva y sus protagonistas se han atribuido méritos que la sociedad olvida darle a, por poner dos ejemplos, científicos o sindicalistas. De la cultura rock y pop han salido grandes negocios, industrias muy crueles con muchos juguetes rotos y obscenos latrocinios, y también fans. Fanáticos, según la traducción estricta. Gente que pierde la razón y otros que a través del coleccionismo, esto es, inflar el ego, adquieren categoría de sacerdotes y se pueden creer con derecho a afearle a los demás que escuchen lo que les dé la gana. No parecen aspectos muy positivos, aunque no se pueda negar que con la música popular uno puede alcanzar estados de éxtasis. Y en una vida que a veces puede ser muy gris, ese momento, con tus cascos bajo la almohada, puede hacer que merezca la pena estar vivo. No obstante, la música ya existía antes del rock y el pop.
Tom O'Dell es un documentalista especializado en música popular. Ha dirigido documentales sobre Prince, Brian Wilson, McCartney, Duane Allman, Lynyrd Skynyrd, el punk de Nueva York, Stevie Ray Vaughan o Bob Dylan. El año pasado estrenó en octubre How the Beatles changed the world, una película que, mediante entrevistas a amigos y allegados de los Fab Four intenta medir su influencia en la cultura. Parafraseando a Bernardine Dohrn y Bill Ayers, miembros de la Weather Underground, un grupo terrorista contra la guerra de Vietnam en los 60 y 70: "Con el rock entendimos el significado de la sensualidad en una sociedad muy reprimida (...) Tras el rock todo fue más vibrante, más intelectual, más creativo y de eso trata una revolución, ¿o no? Es un cambio político, pero también cultural, psicológico, imaginativo…"
En este documental, sin embargo, es muy relativo que se conteste a la pregunta que propone el título de la película. Es interesante cuando se presenta a la Gran Bretaña de la posguerra como una sociedad clasista, dominada por un establishment autoritario, donde abundaba la pobreza humana, "una clase media que se creía con derecho a decirle a los demás cómo tenía que vivir". En ese contexto, llegaron no solo el desmantelamiento del imperio, también una crisis industrial que fue cerrando industrias, enviando a trabajadores al paro y dejando a jóvenes sin futuro. Es algo muy parecido a la Inglaterra que se pinta cuando el punk causa estragos sociales en 1977.
Harrison y McCartney venían de ese entorno urbano obrero y duro. Lennon no, aunque nació ahí, había sido criado en un hogar pudiente. Pero llevaron a los medios el carácter indómito de quien ha crecido en la calle. En los medios, eso se tradujo con troleos en cada entrevista que les hacían. Se mofaban de los periodistas, no se las tomaban en serio, eran osados, y eso le dio la vuelta a la tortilla a unos medios de los que, diez años después, los Monty Python hicieron burla salvaje con humor ácido y absurdo a partes iguales. Instintivamente, los Beatles ya habían percibido que los medios eran un teatro y actuaron en consecuencia.
La fama que alcanzaron, especialmente el fenómeno de las fans que tuvieron, sirvió para romper patrones sociales y familiares. La pasión con la que las adolescentes veían uno de sus conciertos, que era como un orgasmo, simulaba en efecto una relación sexual que no podían tener. Hasta entonces, con una fuerte represión, los adolescentes solo podían aspirar a ser una versión renovada de sus padres. Los pollos que montaban en la calle ocupando el espacio público, gritando histéricas, no era más que portarse mal. Hacer algo que no les estaba permitido. Era una rebelión.
El momento donde más pudieron demostrar de qué pasta estaban hechos fue cuando actuaron frente a la reina Isabel y la reina madre. No ocurrió nada particularmente revolucionario, pero Lennon dijo algo que ha pasado a la historia y si bien es cierto que nadie se hubiera atrevido antes a decir algo así, tampoco era para tanto. Sus palabras: "Los que estéis en los asientos más baratos aplaudir a rabiar, los que estéis en lo más caros simplemente hacer sonar vuestras joyas!" Y a continuación puso cara, opina un entrevistado, "de niño que se lo acaba de hacer encima y se lo dice travieso a su mamá".
Sea como fuere, marcaron la pauta de un cambio. Hasta entones, al cultura era algo que funcionaba en un sentido vertical de arriba a abajo. Ellos mandaban un mensaje con todos sus actos que venía a decir que la juventud no iba a volver a ser dominada nunca por otra gente. Desde entonces, desde sectores dominados por la juventud comenzaron a salir manifestaciones culturales independientes. Aunque hay que tener en cuenta que ese fenómeno también respondía a la aparición del adolescente como consumidor en esa fase del capitalismo.
El documental tiene el detalle de incidir en este aspecto. Antes, una niña, cuando se convertía en mujer, se vestía con la ropa de su madre. Ahora tenía dinero y podía elegir, podía comprarse ropa con la que podía bailar, hacer lo que no hacían sus padres. Eso generó un mercado del cual no se puede separar la supuesta revolución de la época. Poco más adelante, cuando eran un grupo de éxito en Estados Unidos y todo el mundo, se les entregó la Orden del Imperio Británico, que aceptaron.
Se les convirtió en la "aristocracia del pop", en el momento en el que la contracultura empezó a tener mayor influencia y protagonismo en ciudades como San Francisco, desde donde sí que se desafiaba directamente al poder. Su mayor escándalo en este aspecto llegó por la frase de Lennon de que eran más famosos que Jesucristo.
Esa condición les hizo ser preguntados por asuntos de actualidad, como por ejemplo la guerra de Vietnam, y sus puntos de vista tuvieron gran influencia. Hay que tener en cuenta que hasta que ellos lo hicieron, Dylan nunca se había pronunciado. La reacción contra ellas fue tan iracunda que acabaron desapareciendo de la actualidad y dejaron de dar conciertos. Cuando dejaron de ser inofensivos, pagaron las consecuencias. Desgraciadamente, How the Beatles changed the world se preocupa más de los aspectos artísticos que de los económicos y sociales. Quizá porque la revolución de los Fab Four se quedó solo en eso.