VALÈNCIA. El PSPV que lidera Ximo Puig parece tener dos almas -al menos- o, al menos, diferencias a tener en cuenta respecto a las diputaciones provinciales. Así, el debate sobre la continuidad o desaparición de las citadas corporaciones ha regresado a la actualidad en las últimas semanas a tenor de la investigación sobre el ya expresidente de la institución Jorge Rodríguez. Mientras que el presidente de la Generalitat ha insistido en su vaciado recientemente, la secretaria general del PSPV en la provincia de València, Mercedes Caballero, mano derecha del ministro José Luis Ábalos, defendió su existencia este mismo domingo en un mitin del partido.
Así, al presidente de la Generalitat y líder de los socialistas valencianos le tocó responder en Les Corts a principios de julio al síndic de Podemos, Antonio Estañ, sobre esta cuestión. El portavoz de la formación morada, a colación de la operación Alquería, lamentó que se hubieran unido de nuevo "dos conceptos: diputaciones y corrupción" e insistió en que las diputaciones son "un malgasto constante de tiempo y dinero para los valencianos".
Puig, por su parte, recordó que se intentó la coordinación desde el Gobierno valenciano con varios decretos que tuvieron "contestación judicial", si bien aseguró que el Consell se encontraba redactando una ley de gobiernos locales que permitirá "asumir al máximo el principio de subsidiariedad" y que incluirá la coordinación con las diputaciones, lo que se interpreta como un vaciado de competencias de las mismas.
Ahora bien, este punto de vista no parece unánime en el PSPV tal y como se evidenció este domingo en el mitin celebrado en Burjassot por la formación socialista. Así, en su intervención, Caballero instó a "repensar o modernizar" lo que sea necesario en el plano institucional, pero sin acabar "con las herramientas que son la vida y el día a día de los municipios más pequeños".
"No podemos dejarlos de lado, no podemos decir que estamos trabajando para luchar contra la despoblación rural, para fomentar la economía, el turismo y la vida en esos municipios y luego poner trabas a las instituciones o a las herramientas que tenemos para trabajar en ellos", subrayó la dirigente socialista, quien también reivindicó una "mejor financiación local y una reversión de las competencias a los ayuntamientos".
Un discurso defensivo hacia las corporaciones provinciales que contrasta con los intentos fallidos hasta ahora del Consell de Puig de restarles protagonismo. Una discrepancia que, además, alcanza el plano orgánico dado que el sector próximo a Ábalos aspira a ocupar un mayor espacio en la Diputación -incluso presidirla- tras las elecciones de 2019 si el PSPV consigue repetir al frente de la institución que ahora preside Toni Gaspar, quien sustituyó la pasada semana al investigado Jorge Rodríguez.