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sylvia andrés, directora gerente del palacio de congresos de valència

"Los eventos presenciales se verán afectados a corto medio plazo, pero volverá la normalidad"

21/06/2020 - 

VALÈNCIA. Después de tres meses de parálisis total, Sylvia Andrés, directora gerente del Palacio de Congresos de València, por fin comienza a ver algo de claridad en el camino. Las reuniones y encuentros profesionales, inexistentes durante el estado de alarma por la crisis del coronavirus, podrán volver a celebrarse ya desde el próximo lunes, pero con medidas especiales de aforo y distancia que obligan a una progresiva recuperación de la actividad.

Por el momento, Sylvia Andrés considera que la posibilidad de operar desde ya mismo con un 75% del aforo –en su caso, hasta 2.400 personas– es un primer paso muy esperanzador que invita a pensar que, a medio plazo y siempre que no se produzca el temido rebrote de la enfermedad, el Palacio de Congresos pueda ofrecer las 3.200 plazas de su aforo completo.

De hecho, dado que la mayoría de eventos de este año se han pospuesto para 2021 y 2022, sus previsiones apuntan a que en apenas un año se podrá recuperar el terreno perdido.

–¿Cuándo está prevista la vuelta a la actividad?

–Mantenemos para el otoño una actividad mucho menor de la prevista en enero de 2020, pero sigue habiendo congresos; a fecha de hoy tenemos aún confirmados 19 eventos, de los cuales seis son congresos nacionales e internacionales para lo que queda de año. Son más pequeños, los grandes se han pospuesto. El 80 por ciento de la actividad que teníamos confirmada. Para 2020 se ha pospuesto a 2021 y 22. Ese es el dato más positivo de todo. Sigue habiendo una intención y un interés por parte de los organizadores de mantener esa reunión porque es importantísimo el contacto humano. El tipo asistente que viene aquí es un asistente muy concienciado y la trazabilidad puede ser perfecta. Todo parece indicar que en muy breve vamos a poder volver a unos aforos normales autorizados y por tanto la actividad de septiembre, igual que en otros países de Europa, se podrá realizar.

Foto: KIKE TABERNER

–¿La aspiración por tanto es que se permita el aforo habitual?

–Aparentemente sí. Tanto las ferias como nosotros promovemos el intercambio comercial y el intercambio de conocimiento; los dos hacemos exactamente lo mismo, pero por el aforo de Feria Valencia y el aforo del nuestro, cada uno está especializado en un tipo de evento. En las reuniones que estamos manteniendo, Feria y Palacio vamos a cien por cien juntos porque esto nos afecta por igual. Lo bueno de esta ciudad es que tiene recintos especializados, lo que permite captar más eventos. Eso ha permitido a València, por ejemplo, en los datos que acaba de publicar la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones, crecer un 80 por ciento en sus reuniones internacionales y escalar en 2019 al puesto 48 a nivel mundial como la ciudad número 48 que más reuniones internacionales tiene del mundo, que se dice rápido; y la veintisiete de Europa. El 22 por ciento de esas reuniones han tenido lugar el Palacio y el 48 por ciento de los asistentes. Hemos conseguido es distanciarnos enormemente de la cuarta ciudad, que es Sevilla. Es un éxito de toda la ciudad.

–¿Qué medidas de seguridad se han adoptado con vistas al regreso?

–El Palacio cumplirá con todos los reglamentos que haya que cumplir. Somos los primeros interesados en que el asistente se sienta seguro. Vamos a reforzar la limpieza, señalizar la recomendación de limpiarse, señalizar en los suelos de una manera elegante el metro y medio de distancia que recomienda mantener y el uso de mascarilla mientras sea obligatorio. Por ahora no se va a tomar la temperatura porque no es obligatorio. Otra cosa es que el organizador del evento decida porque su propio evento requiera eso, pero es una potestad del cliente; si un organizador lo quiere hacer, se hará.

–¿El hecho de que sea cada comunidad autónoma la que vaya a fijar las normas puede distorsionar la competencias?

–En las reuniones estamos destacando la importancia de ser prudente; no hay que querer correr. Esto es muy delicado y el virus sigue ahí. Todos tenemos claro que queremos ser prudentes, pero no queremos perder oportunidades. Nosotros tenemos como referente a Alemania y Austria, que han sido los primeros en anunciar la libertad de aforos de cara al otoño. Pero en todo momento, lo que se tiene claro tanto a nivel nacional como la Generalitat es que, si hay rebrote, esto se paraliza o no. No vamos a ir contracorriente y no vamos a forzar un evento si no es recomendable. El primero que va a reaccionar es el cliente, que no va a poner en riesgo a nadie. Pero si vamos todos con el metro y medio y con la mascarilla, en teoría no debería de haber problema. Los eventos son necesarios. Se cumplirán todas las medidas, pero la actividad hay que recuperarla. No podemos encerrarnos.

Foto: KIKE TABERNER

–¿Pero existe algún riesgo de que se altere la competencia por una regulación no armonizada entre comunidades?

–Creo que no, porque todos vamos a ir a volver a una normalidad, pero a exigir mascarilla. Unos a lo mejor irán más rápidos, pero los clientes no están. El evento de mucho aforo no va a surgir de hoy para mañana. Creemos que en septiembre tendremos actividad, no la de un otoño normal, pero las circunstancias no acompañan y preferimos que sea una actividad moderada que permita, por un lado, que el asistente coja confianza y nosotros pongamos en marcha todos los protocolos que hoy on teoría. Lo que queremos es estar muy preparados porque 2021, si no hay rebrote, es salvaje porque a la actividad que ya teníamos confirmada de 2021, añadimos el 80 por ciento de 2020. Es un 2021 muy bueno, donde todo va a ser muy gradual. Tras el 11-S nadie quería coger un avión. Ahora nos hemos olvidado y cogemos un avión con toda tranquilidad al mundo. Confiemos que esto sea exactamente lo mismo. Igual tenemos que con la mascarilla siempre en la mano, pero que sea sólo eso. El tiempo pasa y lo cura todo, por muy duro que sea.

–¿Tan salvaje en actividad como para recuperar el terreno perdido este año?

–El año 2020 está perdido, pero si 2021 tiene la actividad que prevemos, sí que nos recuperas, sí que palia el año 2020.

–¿En cuánto han cuantificado el impacto en sus resultados de 2020?

–Prevemos unas pérdidas de alrededor del millón de euros. Teníamos previsto un Ebitda de 800.000 euros y estará en unas pérdidas de un millón de euros, aproximadamente. Pero es que sólo hemos tenido actividad en enero y febrero. Vamos a ver en el otoño cuánto podemos recuperar, pero a fecha de hoy tengo que ser muy realista. Hoy por hoy no cuento con nada en el otoño, aunque hay una actividad confirmada. Lo que vamos a hacer es volcarnos con los eventos que tengamos porque es la mayor gratitud que podemos dar, nuestro aplauso particular a aquellas personas que tengan la valentía de organizar su evento. Tenemos que romper con el miedo y volver a una normalidad. Eso es necesario y obligatorio, es la responsabilidad de cada uno de nosotros. Tenemos que volver a una normalidad, pero no es fácil. El otoño es una verdadera incógnita, pero yo lo veo con esperanza. Sí que creo que los eventos que tenemos se van a poder celebrar y lo vamos a dar todo.

–Viene de un 2019 con unos resultados muy buenos...

–Los resultados del año pasado nos permiten estar sobreviviendo este año. Cerramos con un Ebitda de 1,58 millones y una facturación de cuatro millones. Diría que fue el mejor año de la historia del palacio. Casi el 50 por ciento de la facturación fue internacional y el 63 por ciento de los asistentes a congresos fue internacional.

Foto: KIKE TABERNER

–Dice que van a volcarse con el cliente, ¿de qué manera?

–Ayudando tecnológicamente. Los eventos híbridos han venido y se van a quedar. No van a sustituir ni a afectar negativamente al evento presencial, pero a medio plazo pues sí que va a haber un porcentaje importante de presencia virtual frente a la presencia física. Pero estoy convencida que irá disminuyendo porque el tipo de actividad que hacemos busca el contacto físico, el contacto personal.

–¿Cómo están de tesorería?

–La Tesorería de 2019, alrededor de 900.000 euros, nos está permitiendo, a pesar de no tener actividad, afrontar todos los gastos y cumpliendo todo el calendario de pagos. Es cierto que va a haber una aportación de cara al verano para poder asumir el final de año, porque hoy por hoy no tenemos claro pues la actividad que podamos tener, pero con el resultado del año pasado conseguiremos subsistir con nuestros propios recursos hasta agosto. Hemos cuantificado el millón de euros, aún está pendiente de aprobar, pero en principio va adelante. Hemos cambiado la aportación que iba a destinarse a inversiones por una aportación en gestión porque tenemos que poder pagar los gastos. Las inversiones son necesarias, pero veníamos de cuatro años intensos en inversiones y, aunque no es lo ideal, tampoco pasa nada por un año sin hacer inversiones.

–¿Qué medidas de ahorro han tomado?

–Hemos contenido los gastos con el propio teletrabajo. Ha habido una contención importante del gasto.

–¿Cómo va a cambiar esta pandemia el sector del turismo de congresos y reuniones a medio y largo plazo?

–Si hablamos de largo plazo, creo que volveremos a la normalidad, donde la tecnología tendrá más importancia. Que haya una parte virtual es positivo porque hasta ahora todos éramos bastante reacios a participar virtualmente en un evento. Ahora el que quiera asistir a un congreso va a seguir asistiendo por el networking, pero va a aparecer un porcentaje de asistentes que antes no iban, que van a participar virtualmente y por tanto van a pagar una cuota de inscripción. Se va a dar una mayor participación virtual. La presencial sí que se verá afectada a corto medio plazo. Pero volverá la normalidad. En cuanto esté la vacuna, pasarán los meses y como el ser humanos es así, nos reponemos y tiramos para adelante.

Foto: KIKE TABERNER

–De alguna manera, surgen más oportunidades que amenazas...

–No vamos a ver la Covid como algo positivo, pero siempre hay que ver la oportunidad y es cierto que somos un edificio muy bien preparado a a nivel tecnológico y vamos a poder dar un servicio de alto nivel frente a otros edificios que no están preparados. Todas las inversiones que llevamos haciendo desde el año 2017 en tecnología nos van a ayudar y nos van a posicionar mejor que otros espacios.

–¿En qué momento se podrá recuperar el nivel de actividad previo?

–Si no hay rebrote, 2021 es espectacular. La intención que percibimos de los clientes es que quieren hacer los eventos, pero la gran incertidumbre es qué va a ocurrir este otoño. Pido que todo mundo esté concienciado de que el virus está fuera y de que hay que protegerse, ponerse la mascarilla y cumplir todas las recomendaciones.

–¿En sus previsiones descuentan que va a haber rebrote?

–Yo no puedo descontarlo. Está ahí, es que está ahí. Sería muy irresponsable por mi parte decir que no va a haber rebrote. Hay que ser sensatos, hay mucha incertidumbre por las noticias de esta semana. Soy optimista, pero soy realista también, tengo que tenerlo en cuenta. Siempre en mis previsiones tengo los pies en el suelo. Los problemas los tengo que ver con con antelación. Si no hay rebrote, en 2021 nos recuperamos sobradamente y 2022 es muy bueno también. La visión de futuro es muy buena, pero con los pies en el suelo porque no depende de nosotros.

–¿Ha influido la crisis en su política de comercialización, por ejemplo en las tarifas?

–Lo que hemos hecho ha sido impulsar los proyectos que el día a día no nos permitía realizar porque nuestro trabajo era frenético. El preferido es el que lanzamos el día 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente, que hemos llamado proyecto ODS porque va vinculado a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como somos un recinto focalizado en el mercado internacional, la sostenibilidad es muy importante. Lo llevamos en el ADN, pero a lo mejor no lo trasladábamos lo suficientemente bien. Entonces lo que hemos hecho es un grupo de trabajo, colaborando con Turismo Valencia, para concretar e impulsar nuevas acciones vinculadas a alcanzar los objetivos los 17 objetivos impulsando acciones propias. ¿Esto es algo comercial? Sí, porque te ayuda a vender, te ayuda a posicionarte. La comercialización en estos meses se ha centrado en mantener mucho contacto con clientes para cambiar fechas, evitar la cancelación, para posponer, para negociar nuevas políticas de cancelación, para darles tranquilidad. Aún así hemos tenido tiempo de confirmar algún evento más en este periodo como un Congreso Nacional de Veterinaria para tres años. La política comercial no ha cambiado, pero lo que está perdiendo el cliente es que nos ponemos en su piel.

Foto: KIKE TABERNER

–¿Hay temor sobre el riesgo de una posible guerra de precios en el sector?

–Más que otras veces, no creo. Se está muy concienciado en que esto va a encarecer en algo los eventos porque hay unas medidas que probablemente encarezcan algo, pero por eso es muy importante la labor con nuestros aliados estratégicos para minimizar al máximo ese coste y que al menos en 2020 al cliente no le afecten esos posibles costes extra que puede tener cualquier evento, que es lógico. Pero es complicado que haya una guerra de precios cuando todos los eventos van a ser más caros. Más bien estamos peleando por ver cómo conseguimos no tener que subir el precio. Es una incógnita, pero por ahora no nos lo estamos encontrando.

–En caso de rebrote, ¿su sector en concreto y la economía país en general estaría preparado para asumir otro otro confinamiento?

–Si hay que pasarlo, habrá que pasarlo, pero levantarte dos veces cuesta mucho más que una. Levantarte una segunda vez cuesta más, pero nos levantaríamos porque el ser humano es así. Sería mucho más dramático que la primera vez, mucho más, pero nos tendríamos que levantar otra vez.

–¿En algún momento ha pensado en este tiempo que hubiera venido bien hacer la ampliación del Palacio de Congresos?

–No. Estoy convencida de que en nada vamos a volver a aforos normales. La verdad es que ni lo había pensado. Una de las cosas que hemos hecho este tiempo ha sido contactar con clientes como la politécnica, el Colegio de Médicos o los hoteles para que contasen con nosotros si por cuestiones de limitación de aforos no pudieran organizar sus propios eventos. Porque al final lo que nos interesa como ciudad es tener actividad. Estoy convencida de que antes de lo que esperamos vamos a ir a aforos normales. Para eso también tenemos una feria por si puntualmente hace falta más superficie. Igual que yo les he dicho a ellos que acudan a nosotros, nosotros acudíamos a la Feria. Se trata de que la ciudad esté unida, que dé la mejor imagen y que Valencia salga fortalecida y vuelva a una normalidad porque este problema nos afecta a todos, no afecta al palacio, a la feria o al hotel. Nos afecta a todos y nos tenemos que ayudar y estar más unidos que nunca.

Foto: KIKE TABERNER

–¿Qué lección extrae de esta crisis?

–Lo vulnerables que somos. Los años 2018 y 2019 han sido dos años brutales, para 2020 y 2021 las expectativas eran muy buenas, brutales. Todo iba bien: ganamos el litigio de la cubierta, los resultados eran año tras año de millón y medio... Con lo cual, ¿qué qué nos podía ocurrir? Y de un día para otro, en mitad de un congreso, se cancela y adiós a todo el trabajo anterior de tres años. Entonces, la lección es lo vulnerables que somos. Nunca hay que olvidar que hay que darle valor a todo día a día y no creer que tenemos el futuro resuelto. Cada día hay que pelearlo.


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