M.A. GINER BOU Y CRISTINA DURÁN

La vida de Blasco Ibáñez: el cómic que revisita la vida y milagros del valenciano universal

11/12/2017 - 

VALÈNCIA. “Nuestra vida nunca es rectilínea ni la gobierna la lógica”. Esta frase forma parte de El paraíso de las mujeres (1922), aunque bien le podría haber servido a Vicente Blasco Ibáñez para dar una gruesa pincelada sobre el transcurso de su vida. Novelista universal y, también, hombre de acción vinculado a la política, València celebra el 150 aniversario de su nacimiento dedicándole un año al que le quedan pocas semanas para acabar. Aunque no así los proyectos con los que dar a conocer cada recoveco de una figura cuya biografía sigue guardando secretos. “Hay vidas que son monótonas y aburridas, es lo más habitual, y otras que son interesantes sin más. Y luego está la vida de Vicente Blasco Ibáñez, que fue capaz de vivir tres o cuatro en una”. Con esta declaración de intenciones se presenta Vicente Blasco Ibáñez. Una vida apasionante, una curiosa biografía en forma de cómic escrita por Miguel Ángel Giner Bou e ilustrada por Cristina Durán, una narración que, como su vida, está cargada de puntos álgidos.

“Es un referente que ya tienes en la cabeza, cuando empiezan a aparecer sus ideas sensibilizas con él. Hay ciertos personajes que no son tan potentes. Te atrapa con su discurso”, explica Giner Bou, que destaca el carácter especial e icónico del autor, que forma parte de aquellos creadores cuya producción y vida acaban formando un todo artístico. “Como David Bowie… ¡pero no titules por ahí!”, bromea el guionista. La tarea de emprender un proyecto que busca generar una trama, al mismo tiempo, divulgar su figura no ha sido tarea fácil, para lo que durante el proceso de investigación –que iniciaron el pasado mes de febrero- contaron con la ayuda de los servicios del área de Cultura del Ayuntamiento de València, editores del cómic. En esta primera fase los autores se empaparon de libros, documentos y fotografías para representar con fidelidad el universo de Blasco Ibáñez, teniendo en cuenta especialmente los libros escritos por José Luis León Roca o Libertad Blasco Ibáñez, hija del autor, textos que ayudaron a construir a la persona dentro del personaje. “Ha sido fantástico descubrir cómo era València en aquella época, desde los edificios y las calles a las personas y sus formas de vestir. Lugares como la plaza de toros, con las vías de tren por delante, la primera Estación del Norte o el instituto Lluís Vives aparecen tal y como eran entonces”.

Como escritor, sus novelas naturalistas retratan con detalle la vida valenciana de fin de siglo: la de la burguesía mercantil, en Arroz y Tartana; la de los pescadores de la Albufera, en Cañas y Barro; o la vida en la huerta, en La Barraca pero, ¿qué hay más allá de los títulos que firmó? “Sus obras son tan conocidas que casi ocultan su personalidad tan especial. Me habría encantado escucharle hablar en público. Debía ser un orador político excepcional”, recalca Durán. El cómic integra, cómo no, su faceta en el ámbito de la literatura, pero también aquellas “olvidadas” como la de colonizador de Argentina o guionista de Hollywood. No hay que olvidar que ganó una consiguió una gran fama en Estados Unidos con su obra Los cuatro jinetes del Apocalipsis, de la que se vendió un millón de ejemplares y que le dio una gran proyección internacional, reforzada por las versiones cinematográficas. “En Estados Unidos lo recibían como un rey. Era una estrella”, explica la ilustradora.

El proyecto muestra al Blasco Ibáñez más “poliédrico”, aquel que publicó numerosos artículos de opinión, fundó el diario El Pueblo en 1894, dirigió la colección de libros populares del editor Francisco Sempere, después convertida en Editorial Prometeo, y fundó dos colonias agrícolas en Argentina ('Cervantes' y 'Nueva Valencia'), en la provincia de Corrientes. “Me gustaba el amor que tenía por la lectura y cómo lo facilitó como editor, el cariño que le tenía al pueblo de València”, apunta la ilustradora. Nacido el 29 de enero de 1867, fue diputado en diez legislaturas, primero con el partido Unión Republicana y, a partir de 1909, en representación del partido de la Unión Republicana Autonomista (PURA), que fundó en València. Además, contribuyo a configurar el movimiento político que recibe el nombre de "blasquismo", hegemónico en la ciudad, donde ganó todas las elecciones entre 1898 y 1933. Todas estas piezas forman la vida de un autor que no solo es un personaje de cómic. “Teníamos que condensar el espíritu de cómo era él. Intentas que el público se enamore del personaje”.

Aun a riesgo de hacer spoiler –si es que eso se puede hacer cuando se parte de una trama histórica-, el cómic apuesta por un punto de giro al final con el que “siempre se recordará”, una última página que dejará sin aliento al lector, algo que, aunque en otro género, destaca Giner Bou, se da en películas como Con faldas y a lo loco y ese mítico “nadie es perfecto” que cierra la cinta. La obra está cargada de guiños, uno de los más potentes a El viejo y el mar, de Ernest Hemingway, siendo un abuelo –y su nieto- quienes guían la narración, convirtiendo la vida de Blasco Ibáñez en una historia que pasa de unos a otros. La trama, pues, comienza con el regreso de los restos de Blasco a València y acaba en un momento igualmente histórico que subraya la vigencia de los valores defendidos por el escritor.

Tras la “apabullante” fase de investigación y el descubrimiento de una “magnética” personalidad, Blasco Ibáñez regresa aunque, eso sí, pasado por el filtro de la viñeta y el bocadillo. Cristina Durán y Miguel Ángel Giner Bou se dedican al cómic y la ilustración desde hace casi 25 años. Han sido finalistas en dos ocasiones del Premio Nacional de Cómic que concede el Ministerio de Cultura y en 2016 ganaron junto a su compañera Laura Ballester el Premi Ciutat de Palma de Còmic por la novela gráfica El Dia Tres. Durán ha sido, además, presidenta de la Asociación Profesional de Ilustradores Valencianos, cargo que desempeña actualmente Miguel Ángel Giner desde 2013.

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