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el billete / OPINIÓN

Las ayudas a los periódicos catalanes

7/01/2018 - 

VALÈNCIA. Deberían preguntarse el conseller Marzà y su responsable de política lingüística, Ruben Trenzano, si han cumplido los objetivos que perseguían con la convocatoria de "ayudas económicas para el fomento del valenciano destinadas a medios de comunicación social: empresas de televisión, radio y prensa escrita y digital". Si no están satisfechos, mal, porque ya se equivocaron en la convocatoria y adjudicación el año pasado y habían tenido tiempo de rectificar. Y si están satisfechos, peor.

Las ayudas van dirigidas a "subvencionar la preproducción, producción y distribución de programas de radio y televisión en valenciano, y a la producción, edición y difusión de prensa escrita y digital en valenciano durante todo el año 2017", y están dotadas con 2,85 millones de euros, un 30% más que el año anterior, cantidad que merecería un capítulo aparte. 

No ha gustado en el mundillo independentista catalán de la Comunitat Valenciana –que lo hay aunque parece que les molesta que se lo recuerden– el titular de Valencia Plaza que informaba de que "el Gobierno valenciano reparte 120.000 euros entre seis periódicos independentistas de Cataluña". No ha gustado porque, dicen, no se les ha dado la ayuda por ser independentistas sino por cumplir los requisitos de las bases de la convocatoria. Claro, si se les hubiera dado por ser independentistas, mal; pero si se les ha dado por cumplir las bases, igual de mal o peor, porque si las cumplen es que las bases están muy mal hechas.

Basta echar un vistazo al volumen de información dedicada a la Comunitat Valenciana de los medios catalanes beneficiados con hasta 24.000 euros, cuyo elemento común además de la catalanidad es su apoyo al procésDirecte.cat, impulsado por el exdiputado de ERC Joan Puig, se presenta como "el digital dels que votaran #SíSí"–, para preguntarse por qué el Gobierno de Ximo Puig que tanto clama por una financiación justa les ha concedido tal subvención. 

A lo mejor no se les ha dado por ser independentistas –nunca hemos dicho eso–, pero el hecho de que lo sean merece subrayarse, como merece subrayarse que en el otro extremo, Abc, con bastante más contenido en valenciano sobre la Comunitat, reciba menos de la mitad –10.300 euros– que el citado diario. Y como merece subrayarse que el pequeño grupo de comunicación comarcal del hermano de Ximo Puig ha sido el segundo más beneficiado, con un total de 98.118 euros.

Excepto Vilaweb, que sí tiene un diario digital dedicado a la Comunitat Valenciana hecho desde Cataluña, el resto de digitales catalanes subvencionados por Marzà no resiste la prueba del algodón. El ejemplo más sangrante es, precisamente, Directe.cat, cuya dedicación a la Comunitat Valenciana –era requisito llevar información de la Comunitat en una página con botón de acceso en la portada– consiste una pestaña ‘País Valencià’ en la que actualiza sus contenidos con una media de menos de una noticia al mes. Noticias sin firma, por supuesto.

La página de "País Valencià" de 'Directe.cat'. el pasado 5 de enero.

Que las bases están mal hechas ya lo denunció Valencia Plaza el año pasado, cuando nuestro grupo editorial recibió cero (0) euros de los 2,18 millones repartidos por el Consell, a pesar de contar con una treintena de redactores y colaboradores –todos los periodistas cobran– que escribían regularmente en valenciano y que siguieron haciéndolo porque no somos cazasubvenciones. Si lo fuéramos, habríamos aceptado la propuesta de una empresa que nos ofrecía no solo traducir el periódico entero sino gestionarnos también la subvención. Económicamente nos habría ido mejor, al menos a corto plazo, pero nuestro modelo no es traducir el periódico del castellano al valenciano, sino generar contenidos originales en valenciano y publicarlos en portada, no en una subportada. 

(Este año, eso sí, hemos puesto el botón que exigía la Conselleria para agrupar en una página los artículos en valenciano, que siguen saliendo en portada junto a los que están en castellano, y evitar así que nos volvieran a dejar a cero patatero. Nos han correspondido 23.445 euros, de los 2,85 millones del presupuesto de ayudas, entre los tres diarios digitales –Valencia Plaza, Alicante Plaza y Plaza Deportiva– y la revista impresa en valenciano Lletraferit. Menos que a Directe.cat)

Nuestro modelo

El caso es que no queremos una subvención para comprar una máquina que traduzca de aquella manera o para contratar a una empresa de traducción, sino para pagar a periodistas que escriben en valenciano. Esto lo explicó muy bien Eugenio Viñas el año pasado, pero en la Conselleria no lo entendieron o no les convenció la idea. Suya es la decisión, para eso gobiernan.

Las bases de la última convocatoria mantenían el modelo anterior de primar la traducción automática –más barata– sobre los contenidos originales. De ello también salen beneficiados, en la relación coste/beneficio, aquellos medios cuyo único contenido son teletipos, llegándose al absurdo de que se subvenciona a medios digitales que lo único que hacen es rebotar teletipos de Europa Press, agencia que a su vez es subvencionada –en su caso de forma muy merecida– por tener un un servicio en valenciano. 

Contenidos propios de Valencia Plaza en valenciano.

Y dado que para obtener la subvención las empresas no tienen que estar radicadas necesariamente en la Comunitat Valenciana ni acreditar tener una mínima infraestructura, ni siquiera un corresponsal, lo raro es que no se hayan apuntado ya todos los periódicos de España y parte del extranjero al negoci de tener por cuatro duros un contenedor de noticias en valenciano para llevarse más de 20.000 euros de nuestra infrafinanciadísima a la par que generosa Comunitat. Da la sensación de que el departamento de Marzà quiere fomentar la lectura en valenciano pero no la producción en valenciano, la difusión más que la elaboración de contenidos. 

Otrosí: el baremo de los contenidos es otro absurdo de la convocatoria, ya que la "información de actualidad" y los "contenidos para público infantil" en valenciano reciben más del doble de puntuación que los temas culturales y cinco veces más que los deportivos, de manera que los artículos en valenciano que escriben Josep Bosch o Manolo Montalt en Plaza Deportiva apenas se valoran por parte de la Conselleria. ¿Por qué un artículo de Vanessa Campos (economía) vale 10, el de Felip Bens (cultura) vale 4 y el de Alberto Santamaría (deportes) solo 2? ¿Se valora menos a unos redactores que a otros en función de la materia? ¿Se valora menos a los lectores?

Dicho sea todo esto con espíritu constructivo. Seguiremos intentándolo ver si el año que viene hay más suerte.

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