MUTXAMEL. Varios vecinos y vecinas de la urbanización La Huerta, en Mutxamel, se han unido para protestar por una situación con la que conviven desde hace tres años: las fiestas periódicas que se llevan a cabo en dos casas en alquiler. El colectivo vecinal afectado asegura que cada fin de semana entra un grupo distinto -al ser casas de alquiler de corta estancia- y que desde agosto de 2018 llevan trasladando esta situación a Fildalsa, empresa que las alquila, y al Ayuntamiento de Mutxamel.
Así lo expusieron a Alicante Plaza hace unas semanas, afirmando que en agosto de 2018 enviaron la primera carta a la empresa y al Ayuntamiento para trasladar su malestar ante esta situación. Es ahora cuando el colectivo vecinal y Fidalsa se han reunido para tratar de llegar un acuerdo y buscar una solución. Un vis a vis que tuvo lugar el jueves 8 de julio y en el que el grupo inmobiliario comunicó que tiene previsto instalar cámaras de videovigilancia y medición de sonidos en las fincas, además de reforzar las condiciones de alquiler, subiendo la fianza.
Si con las medidas que se pretende implantar no se solventa el problema, la empresa asegura que las dos viviendas pasarán de alquilarse a grupos diferentes y esporádicos a ofertarlas como alquiler de larga duración. De hecho, Fidalsa ya ha tomado la decisión de que una de las casas se alquilará para larga temporada después de verano, cuando hayan terminado las reservas actuales de corta estancia que están previstas durante el periodo estival.
En esta reunión, los propietarios y propietarias también exigieron una serie de requisitos que consideran que ayudarán a regularizar la situación: retirar todos los equipos de música y karaokes; subir el importe de la fianza; que el grupo inmobiliario facilite a los vecinos un número de teléfono donde poder contactar con alguna persona responsable cuando ocurran estas situaciones; que la empresa anuncie en su página web que no se admiten fiestas, eventos ni ningún otro tipo de celebraciones; subir los días de estancia mínima a siete y que, con la mayor brevedad, se redacte un escrito que pruebe que están de acuerdo.
"Nuestra queja va dirigida, sobre todo, a la música y los ruidos. No pretendemos que nadie salga perjudicado, pero se deben cumplir las normas", expresan los vecinos y vecinas de la zona. En este sentido, la empresa ha informado que la policía ha contactado con ella para pedirle la documentación de los últimos grupos que han alquilado la vivienda para hacerles llegar una sanción por las fiestas a deshoras, con la contaminación acústica y la negación al descanso vecinal que suponen.