Desde el mármol a la cerámica, la atemporalidad de materiales pétreos de origen natural hace que se puedan revisitar y reinventar aportando modernidad a los proyectos de diseño que los utilizan
VALÈNCIA. No hay nada más antiguo que la piedra, la cerámica o el mármol, materiales utilizados respectivamente en las primeras herramientas del Paleolítico, vasijas del Neolítico o en esculturas de la Antigua Grecia, y a su vez, en el nuevo Apple Park, el trencadís de la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el Pabellón Alemán de la Exposición Internacional de Barcelona. Y es que la modernidad no está tanto en el material como en su uso, y la innovación en diseño consiste al fin y al cabo en modificar elementos ya existentes introduciendo cambios de forma y uso para mejorarlos.
Los materiales pétreos han narrado la historia de la arquitectura, la escultura y también el diseño de producto aportando valores como pureza o solidez y contundencia a los proyectos que los utilizaban. Por ejemplo, el uso del mármol, símbolo de poder desde tiempos de griegos y romanos con la Venus de Milo o el David de Miguel Ángel que actualmente no acaba en la encimera de la cocina sino que la arquitectura lo ha incorporado a estructuras y acabados modernos como el nuevo campus de Apple inaugurado parcialmente el año pasado o casi un siglo atrás el pabellón para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 diseñado por Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich que utilizaban esta roca compacta para transmitir su ideal de modernidad a través de la geometría.
En pleno 2018, la californiana Apple se encuentra en un momento de rediseño de todas sus tiendas a la vez que va inaugurando fases de las obras de sus oficinas centrales, el campus bautizado como Apple Park, diseñado por Foster+Partners que ha supuesto la definición de su nueva línea de arquitectura e interiores a partir de materiales antiguos y nobles creando espacios extremadamente innovadores, recuperando el valor del lujo apropiándose para la historia de la compañía de materiales no utilizados antes en el sector tecnológico y marcando así una vez más su punto diferenciador.
El material por encima de todo, una vez más, incorporando ahora los acabados de piedra al catálogo de texturas corporativas de la marca de la manzana, desde las recientemente modernizadas Apple Store en las que la madera ha ido dejando paso al hormigón y al mármol respondiendo así a la nueva arquitectura del nuevo campus pasando por el Steve Jobs Theater y su monumental escalera de entrada o el Visitor Center donde no hay esquinas y las escultóricas formas de las paredes y accesos hacen desaparecer toda la tecnología oculta tras los fríos, y a la vez cálidos por sus formas orgánicas, contundentes bloques rocosos.
Así es como el arquitecto británico Norman Foster ha creado para Apple la primera gran obra arquitectónica de este siglo, un campus en Silicon Valley que transmite la filosofía de la empresa que desde el cuidado por los detalles pretende hacer aparentemente sencillo cada nuevo producto. Paredes de piedra, suelos conglomerados de cemento y escaleras de mármol, una especie de nuevo brutalismo, ahora asociado a lujo, que demuestra que estos materiales pueden ser modernos hoy, al igual que experimentaron con materiales cerámicos con su reloj, y es que los edificios han pasado a ser para Apple un producto más.
Es precisamente en otra mirada al pasado reciente en la que se inspira el diseñador alemán Konstantin Grcic, tan caracterizado por sus geometrías, para presentar el verano pasado ‘Volumes’, una serie más escultórica que funcional que encuentra en el mármol la vía para rendir homenaje al arquitecto italiano y también diseñador Achille Castiglioni (padre del diseño italiano y creador en 1962 de la famosa y tan imitada lámpara Arco con base de mármol).
Y sin salir de la idea del homenaje ni de Italia, ni del mármol, la diseñadora y arquitecta Elisa Ossino consigue en su ‘Omaggio a Morandi’ marcar definitivamente esta tendencia en diseño rindiendo tributo desde el producto como escultura al pintor italiano Giorgio Morandi, extrayendo los acabados de los materiales de la Italia más icónica hasta llegar a un bodegón trabajado desde la geometría y también desde cierto surrealismo. El mármol siempre ha estado ahí como reminiscencia clásica, como símbolo de poder y como la esencia del lujo.
La conexión valenciana no es casual, y en la reciente Feria Hábitat Valencia pudimos aproximarnos a las últimas tendencias en diseño de producto destinado al hogar así como en nuevos usos para materiales existentes, y en este contexto tuvo lugar el nacimiento de una nueva marca de mobiliario, Miter, la editora de muebles presentada por el estudio valenciano Odosdesign en la que el porcelánico se erigía como protagonista absoluto de sus colecciones.
El material es el todo en estas mesas creadas a partir de la experimentación entre diseñador y artesano, donde el porcelánico es llevado al límite de la técnica gracias a los años de conocimiento de ambas partes involucradas en el proyecto para conseguir productos que perduren en el tiempo, tanto a nivel formal como funcional.
Sin salir de esta pasada edición de la feria valenciana dedicada al mueble y a la iluminación, en la plataforma de diseño emergente Nude se dieron cita diseñadores noveles y escuelas para exhibir nuevas funcionalidades dentro del equipamiento para el hábitat, y este año destacó el empleo de nuevos materiales en torno a diferentes soluciones con los cerámicos como recurrentes en este contexto algo más ecléctico.
Los materiales cerámicos, desde el trencadís a los objetos de arcilla, son habituales en proyectos de diseño para experimentar e innovar aportando nuevas soluciones a productos cotidianos, y en la actualidad tenemos en la Comunitat Valenciana grandes paladines de la artesanía más contemporánea como Ana Illueca, la creativa de agencia de publicidad reconvertida en ceramista, o Juan Carlos Iñesta, quien ha modelado este nuevo panorama de la cerámica valenciana empleando la tradición al servicio de la creatividad.
Volviendo a Nude, a partir de roca sedimentaria descompuesta (arcilla) encontramos en los stands de las escuelas de este año selecciones de trabajos donde la cerámica protagoniza sus proyectos, como el caso de los alumnos del grado de Diseño de Producto y del Máster oficial en Creatividad y desarrollo de Producto de la Escola d’Art i Superior de Disseny de València.
También los alumnos del Máster de Diseño de Producto de la Universidad CEU Cardenal Herrera aprovecharon su espacio en el certamen como escaparate de los proyectos desarrollados el pasado curso, en este caso en la asignatura de tendencias impartida por el estudio Aranda Aloy - Enblanc a partir del concepto de metamorfosis y el estudio de nuevas formas, materiales, texturas y procesos en el que el resultado fueron una serie de objetos para el hábitat con la cerámica como material en común.
Por su parte, la Escola d’Art i Superior de Ceràmica de Manises presentaba el resultado de su colaboración con Ricard Camarena para quien crearon piezas en porcelana que respondiesen a los platos y conceptos del cocinero. De esta forma pudieron combinar tradición y modernidad, al igual que lo hace Camarena, y crearon soluciones que iban desde procesos puramente artesanales a incluso la impresión 3D para adecuarse a las necesidades del campo de la restauración.
Precisamene formada en la EA+SD de Manises exponía también en Nude y en solitario la ceramista Eugenia Boscá, en cuyos trabajos pudimos encontrar la simplicidad de las formas desde el respeto por los materiales y el origen y combinación de los mismos para lograr piezas modernas con esencia a tradición.
Desde California hasta València y desde el mármol a la cerámica, siguen revisitándose estos materiales que son utilizados en proyectos por sus posibilidades creativas y valores de naturalidad, artesanía y atemporalidad.