VALÈNCIA (EP). El pleno del Consell aprobará este viernes la personación de la Generalitat en la causa judicial que investiga contratos presuntamente irregulares en la visita del Papa Benedicto XVI a València en 2006, en el marco del V Encuentro Mundial de las Familias, para que el dinero "vuelva a donde nunca tenía que haber salido".
Así lo ha anunciado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la sesión de control en las Corts en respuesta a la pregunta del portavoz de Compromís, Fran Ferri, que le ha pedido la valoración que hace el Consell de "la investigación judicial por corrupción en la organización de la visita del Papa" Benedicto XVI a València.
Puig ha señalado que lo ocurrido en esta visita es "no es más que un capítulo de un manual de corrupción que se instaló en esta tierra", pero supone "uno de los episodios más lamentables" porque además de la "herida económica, que fue de 22 millones de euros gastados sin procedimiento y competencia" provocó un daño "terrible" a la reputación de los valencianos".
También ha lamentado que en ese momento la ciudad sufrió el accidente de metro del 3 de julio y "no tuvieron ni la más mínima sensibilidad con las víctimas" ni "honradez política" y mientras tanto "estaban robando".
Este caso está siendo investigado por el juzgado de Instrucción número 5 de Valencia, que instruye desde 2016 presuntas irregularidades en las contrataciones de la Fundación VEMF para la visita del Papa a la ciudad.
El juzgado llamará a declarar en calidad de investigados al expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps; al obispo auxiliar de València Esteban Escudero -también presidente de la fundación- y a otras ocho personas más. Según informó recientemente el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), junto a Camps y Escudero también tendrán que declarar en la misma condición el exvicepresidente Víctor Campos; el expresidente de Les Corts Juan Cotino, entre otros.
Puig ha señalado que lo ocurrido en esta visita "no es más que un capítulo de un manual de corrupción que se instaló en esta tierra", pero supone además "uno de los episodios más lamentables" porque además del "uso y abuso" de los instrumentos de la Generalitat a través de Vaersa, Cacsa o Canal 9, y la "herida económica, que fue de 22 millones de euros gastados sin procedimiento y competencia", provocó un daño "terrible" a la reputación de los valencianos.
"Continúa el rosario de expresiones de la peor cara del gobierno de la Generalitat de los últimos 20 años, los procesos judiciales, los propios acusados, las nuevas revelaciones, las viejas sospechas que se confirman", ha lamentado Puig, que ha agregado: "Es el momento que ejemplifica el peor comportamiento que he visto en un gobierno democrático en la historia de la democracia española".
Así, ha recordado que València sufrió el 3 de julio de 2006 "el peor accidente de la historia ferroviaria urbana de Europa" y no vio "ni la más mínima sensibilidad con las víctimas" ni "honradez, dignidad política". "Es que mientras eso estaba pasando estaban robando, es lamentable", ha incidido.
Por ello, ha continuado el 'president', los valencianos quieren ahora saber "toda la verdad, que se depuren todas las responsabilidades jurídicas y políticas, que aún no se han asumido en ningún caso, y recuperar el dinero que se ha robado".
Ha asegurado que se está levantando ese daño a la reputación de la Comunitat y "se ha generado un nuevo escenario", por lo que "si hoy el Papa Francisco viniera encontraría una comunidad muy diferente" a la de entonces, ha concluido.
Por su parte, Ferri ha aseverado que en 2006, año preelectoral, el PP solamente buscaba "perpetuarse en el poder" y la visita del pontífice "no se vivió como un acto religioso, se organizó como un gran evento" en un "episodio de megalomanía en el que lo que importaba no era el mensaje del Papa" sino que el acto "fuera lo más grande posible".
Esa "obsesión por la grandeza", ha relatado, llevó "al altar más grande del mundo, la fila de urinarios más grande del mundo" y es un ejemplo, desde el punto de vista católico, "del peor pecado de todos, el de la vanidad".
Ha lamentado que en esos días, cuando València sufría el peor accidente de metro de la historia, los informativos de Canal 9 abrían con la visita del Papa cuando podría haberlo hecho refiriéndose a "la mordida más grande del mundo" cobrada en la adjudicación de las pantallas.
Asimismo, ha señalado que entre los investigados en la causa hay "protagonistas habituales y otros no tanto" y ha citado al expresidente Francisco Camps, "que continúa siendo militante del PP", el obispo auxiliar de Valencia, Esteban Escudero, quien "de tanto combatir la ideología de género se le olvidó combatir la de la corrupción", o el exconseller Juan Cotino, que es "un gran emprendedor", ha ironizado.
"Hicieron negocio de todo, también a costa de la fe de miles de personas", ha indicado, para leer un fragmento del Evangelio que insta al que roba a dejar de hacerlo. "Viene a decir que dejen de robar y devuelvan el dinero, palabra de Dios, palabra de los valencianos", ha concluido.