EL CAMPELLO. La Asociación de Mayores de El Campello ha anunciado ya, un mes antes de llevarla a cabo, una manifestación por el descontento frente a la gestión del Centro Social 'El Barranquet'. Un acto convocado el miércoles 26 de mayo, cuando se haya levantado el estado de alarma, para reivindicar el centro social y protestar contra lo que consideran un "cambio de rumbo" con respecto al uso de dichas instalaciones. "Nosotros estamos asentados y realizamos todas nuestras actividades allí desde 2004, pero la nueva Concejalía de Mayores ha planteado un sistema diferente", esboza la queja José María Sirvent, presidente de la Asociación de Mayores.
Según la problemática que expone, desde que en 2019 se iniciara la legislatura actual, el nuevo Departamento de Mayores ha planificado un destino diferente para 'El Barranquet': "Quiere transformar esta especie de casal en un espacio de concejalía y de funcionarios", asegura el presidente. Un futuro para esas instalaciones municipales que no gusta a la Asociación, quien alega que "el centro se inauguró hace 16 años como un tipo de casal y desde 2019 quieren convertirlo en unas oficinas municipales. Hemos utilizado durante más de diez años esas instalaciones y, en los últimos años, nos han ido quitando las salas y las actividades. Nos quieren echar", critica Sirvent.
Por su parte, la concejala de Mayores, Mercé Pairó (Cs), calma los ánimos asegurando que el Ayuntamiento ya está preparando la vuelta de las actividades a 'El Barranquet', "no solo de los Mayores, sino de todas las asociaciones", por lo que considera que la manifestación no es necesaria. Además, aclara que la única parte cerrada del centro social es el gimnasio y no por voluntad de nadie, sino "porque se tiene que someter a unas obras, como ya explicamos en el Consejo del Centro Social".
En cuanto al carácter de casal con el que la Asociación alega que se abrió el centro social, Pairó confiesa que no tiene conocimiento de que ese proyecto exista y pide a la Asociación de Mayores que aporte alguna documentación que lo acredite para poder estudiarla. Y, a su vez, emplaza a todas las asociaciones y partidos políticos al segundo Consejo del Centro Social, una sesión extraordinaria que se celebrará el jueves 22 de abril.
Cuando la covid-19 irrumpió, el centro social permaneció cerrado hasta mediados de septiembre de 2020, momento en que "empezamos a no poder desarrollar nuestras actividades allí, porque las nuevas normas consideraban que esas instalaciones eran para la atención a la pandemia", traslada el presidente. E interpreta que esto significaba que "las instalaciones que la Asociación de Mayores estaba utilizando durante años dejaban de existir, porque ahora se realizaban otras cosas". Es por ello que el colectivo solicitó más aulas para poder desarrollar las actividades que allí tenían lugar, comprometiéndose el consistorio campellero a revisar los espacios.
Fue entonces cuando las actividades de la Asociación de Mayores se desdoblaron en dos lugares distintos: por un lado, las de carácter deportivo (zumba, yoga...) se trasladaron al pabellón -"permitiéndolo la Concejalía de Deportes"- y, por otro, los ensayos de la coral se llevaron hasta la Casa de la Cultura, "pues la Concejalía de Cultura sí nos permitía acoger allí a 30 personas, mientras que en el centro social solo nos dejan 10 asistentes", apunta Sirvent. La Asociación cuenta con alrededor de 20 actividades diferentes, pero algunas no se pueden realizar por el tema de la pandemia. "Las que corresponden al centro social están blindadas; ahí no se puede hacer nada", insiste.
En el año 2020, las asociaciones no recibieron sus subvenciones anuales porque el Ayuntamiento redistribuyó esa cantidad para destinarla a ayudas para personas vulnerables especialmente afectadas por la covid-19. Una decisión que no pareció sentar bien a la Asociación de Mayores, que ya vio reducida su subvención en 2019 con respecto a años anteriores, según informa Sirvent. En cuanto a las de 2021, Pairó adelanta que ya están preparadas y prevé llevarlas al pleno de abril si no surge ningún inconveniente.