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El termómetro de 2020: así les fue el año a 24 de los políticos más destacados de la Comunitat

31/12/2020 - 

VALÈNCIA/ALICANTE. La pandemia ha marcado en líneas generales la vida y el panorama político a lo largo de 2020. Algunos políticos han sabido salir indemnes o incluso reforzados debido a su gestión en el impacto del coronavirus, mientras otros han sufrido los rigores de la compleja situación ya sea por las consecuencias de la misma o por el arrinconamiento de su protagonismo por las prioridades sanitarias.

No obstante, también han existido otros acontecimientos políticos que han permitido destacar a algunos dirigentes, especialmente debido a algunos procesos orgánicos que quedaban pendientes. Como cada año, el grupo Plaza ha elaborado su particular termómetro en el que se mide la temperatura de 24 políticos destacados de la Comunitat.

A los que mejor les ha ido el año se les considera 'on fire' y vienen marcados con el color rojo que se transforma en un tono más templado que va menguando hasta alcanzar la zona azul de frío, que termina en el gris propio de los que han dado un paso -voluntario u obligado- a un lado de la primera línea. 

Para bien o para mal, estos son 24 de los protagonistas políticos del año para Plaza.


1. Ximo Puig (PSPV-PSOE). El presidente de la Generalitat arrebata el primer puesto del termómetro al ministro José Luis Ábalos. El jefe del Consell y líder del PSPV ha tenido un año duro con la gestión de la pandemia, pero puede decirse que, al menos hasta el momento, está saliendo reforzado de la lucha contra el virus. La llegada de abundante material sanitario a través de China en los peores momentos de la primera ola y los buenos datos -hasta hace poco- de la Comunitat, le han reforzado en una posición que ha sabido centralizar a lo largo de toda la pandemia, culminando además con la aprobación de los sextospresupuestos consecutivos. No obstante, las cifras de final de año están complicando la situación y, está por ver, si Puig sale indemne del fin del virus y la crisis económica. No obstante, puede decirse que la gestión de la pandemia ha afianzado al presidente durante 2020.

2. Carlos Mazón (PPCV). El presidente de la Diputación de Alicante se ha consolidado en este ejercicio logrando además el liderazgo provincial del PP. A todo ello hay que sumar su protagonismo a través de la portavocía en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), lo que le está permitiendo ganar protagonismo en el ámbito autonómico. Aunque Mazón se descarta en público para disputarle el liderazgo a Isabel Bonig, 2020 ha sido un año en el que el dirigente popular ha reforzado y ampliado su presencia en la política regional. Además, ha logrado aprobar los presupuestos de la Diputación sin votos en contra.

3. Pilar Lima (Podem). La diputada de Podem se convirtió este año en la nueva coordinadora general de la formación morada en la Comunitat Valenciana. Lo hizo por una estrecha diferencia de 38 votos frente a la síndica en Les Corts, Naiara Davó, apoyada por el vicepresidente del Consell, Rubén Martínez Dalmau. Sin embargo, en los últimos procesos celebrados este mes de diciembre ha consolidado su poder interno demostrando que ha ganado fidelidades dentro del partido. Con este espaldarazo, Lima, próxima a Pablo Iglesias, dispondrá de mayor margen de maniobra para tratar de reimpulsar políticamente a Podem. Un buen año para ella.

4. Toni Cantó (Cs). Es cierto que la marca Ciudadanos no atraviesa su mejor momento, pero también lo es que el actor y diputado ha sabido convertirse en un protagonista principal en el escenario político valenciano. Tras una larga espera, este año ha sido designado coordinador autonómico de Cs y sus acercamientos -y pactos puntuales- al PSPV de Puig le han permitido obtener una cuota interesante de visibilidad y una posición más centrada del discurso. Así, y aunque su progresión y resistencia electoral dependerá en gran medida de su partido en el ámbito nacional, no puede decirse que Cantó no esté haciendo todo lo posible por estar presente en todos los grandes debates.

5. Gloria Calero (PSPV-PSOE). La exalcaldesa de Sagunt no olvidará 2020 tras haber reaparecido en la primera línea política como delegada del Gobierno, la tercera autoridad más importante de la Comunitat Valencina. En febrero, se conocía el relevo de Juan Carlos Fulgencio por Calero, en lo que se entendió una pérdida de confianza por parte del sector del ministro José Luis Ábalos. La dirigente socialista, también perteneciente a esta 'familia' política, ha protagonizado algunos altercados digitales con Compromís, pero en líneas generales parece que se ha asentado en el puesto con cierta estabilidad.

6. Luis Barcala (PPCV). El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha cerrado un año con mucha actividad. Como todos los alcaldes, la pandemia ha variado los objetivos de la corporación. Tuvo un implicación muy activa con los primeros meses del Estado de Alarma, y posteriormente su acción de gobierno se diluyó en su papel de ejercer de oposición al Gobierno por la liberación de los remanentes de tesorería. El equipo de gobierno que comparte con Cs ha evitado errores del pasado, ha corregido otros pero sigue teniendo problemas para tener un tercer socio que aporte la mayoría suficiente. Está claro que Cs prefiere al PSOE; el PP a Vox. En 2021 tomará las riendas del partido a nivel local.

7. Carlos González (PSV). El primer edil ilicitano sigue sin tener influencia fuera de la ciudad. Pese a que en la Generalitat y en Madrid gobiernan los socialistas, la ciudad no recibe inversiones extraordinarias, y tampoco logra amarrar el protocolo con el Consell para recibir los 43 millones de la deuda histórica por el suelo de la UMH. Aunque siguen adelante proyectos propios como el Campus Tecnológico o los Edusi que ahora arrancan. Su gestión durante la pandemia ha sido previsible aunque rápida en la respuesta; tiene la suerte de que cuenta con unos socios de Gobierno, Compromís, más leales que en el mandato anterior y por lo tanto no necesita ningún apoyo exterior, pero a veces sí que está muy condicionado por el contrapeso que ejerce la agrupación socialista, en manos de los sanchistas.

8. Gerard Fullana (Compromís). Como en años anteriores, el portavoz de Compromís en la Diputación de Alicante es el verdadero animador de la institución provincial. Ha demostrado ser capaz de pactar los presupuestos en dos ocasiones, y al mismo tiempo, exigir al PP con sus maniqueísmos del pasado o forzar -menos de lo que le gustaría- a que Ciudadanos jugara un papel de centralidad en la Diputación, en materia, de medidas de regeneración. Puede atribuirse algunos éxitos, como el nuevo sistema de reparto de subvenciones a municipios en la Diputación de Alicante, o que se fiscalicen los gastos de los grupos polítcos.


9. Vicent Marzà (Compromís). El conseller de Educación ha cumplido en el presente ejercicio cinco años en una de las áreas más complejas de cualquier gobierno sin acusar la erosión de forma excesiva. Un dirigente especialmente valorado en Compromís, más aún cuando la máxima referente de la coalición, Mónica Oltra, viene atravesando mayores niveles de desgaste por su exposición. Marzà, además, ha logrado que las aulas permanezcan abiertas pese a la incidencia de la pandemia. No sin problemas y dificultades, pero con un balance en líneas generales positivo.

10. Ana Barceló (PSPV-PSOE). Poco podía imaginar la consellera de Sanidad a principios de 2020 que se enfrentaría a una pandemia mundial. Su nivel de exposición pública le ha convertido en una de las dirigentes políticas del presente ejercicio: en la primera oleada, sufrió notablemente en las comparecencias ante los medios, si bien a partir del verano ha mejorado sus prestaciones alejando así los fantasmas de un posible cese. El desgaste, obviamente, está ahí, aunque ha conseguido cierta estabilidad en la recta final del año que le han permitido mejorar su posición política.

11. Vicent Soler (PSPV-PSOE). El veterano conseller ha recibido un respiro económico con la lluvia de millones procedente del Gobierno de España para paliar los efectos de la pandemia. En las últimas semanas, además, ha traído la buena noticia de los 1.254 millones (12,5%) del fondo React-UE, que tanto ha enfadado a Díaz Ayuso. A ello hay que unir las promesas cumplidas en los PGE de Pedro Sánchez y la aprobación por sexta vez consecutiva de los Presupuestos de la Generalitat Valenciana. Eso sí, ha tenido, un año más, una fuerte disputa con Mónica Oltra por las cuentas, en lo que fue su momento más difícil del año. 

12. Joan Baldoví (Compromís). El portavoz de Compromís en el Congreso ha vuelto a tener su cuota de protagonismo en Madrid y en las televisiones nacionales. Además de sus célebres enfrentamientos con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, los acuerdos para la investidura de Pedro Sánchez se han cumplido excepto la gran asignatura pendiente: la financiación autonómica. El año, sin ser redondo, no ha sido malo, aunque el diputado valenciano no ha tenido toda la capacidad de influencia deseada al no ser su voto decisivo para Sánchez ante otras alianzas más poderosas.

13. José Luis Ábalos (PSOE). El ministro de Transporte ha tenido un año complejo. En enero, el caso Delcy -archivado en noviembre- le puso en la picota hasta la irrupción de la pandemia. Desde entonces, y pese a seguir siendo uno de los pilares del Gobierno de Sánchez y del PSOE como secretario de Organización, se ha percibido un cierto descenso de protagonismo en la cima del poder socialista. En sus visitas a València se ha destacado con anuncios como el realizado este mes de diciembre, con el compromiso de 3.000 millones para obras ferroviarias.

14. Mireia Mollà (Compromís). La consellera de Agricultura y Medio Ambiente ha alternado hitos en la gestión como el impulso a la ley de Economía Circular de la Comunitat Valenciana con rifirrafes en su departamento con dirigentes socialistas. Consolidada como uno de los máximos referentes de Iniciativa tras Oltra, 2020 ha sido un año de transición de cara a los retos especialmente medioambientales del próximo ejercicio que pueden marcar cuál es el techo político de la consellera.

15. Enric Morera (Compromís). Ni frío ni calor. El presidente de Les Corts, segunda máxima autoridad de la Comunitat Valenciana, se instala en una posición cómoda en la tabla tras este 2020. Sin grandes agobios en la gestión del hemiciclo y tampoco sin demasiada maniobrabilidad -aunque suele tener un as en la manga-, Morera se ha convertido en un político que goza de una cómoda estabilidad, por lo que el presente ejercicio ha transcurrido sin demasiados sobresaltos más allá de los consabidos problemas pandémicos que ha obligado también a Les Corts a adaptarse.

16. Isabel Bonig (PPCV). La presidenta de los populares valencianos ha tenido un año en cierta medida complicado. Las propias dificultades generadas por la pandemia ha trastocado su labor como principal partido de la oposición, a lo que hay que añadir que el papel de Cantó, con mayor flexibilidad a la hora de viajar el centro, le ha restado visibilidad y protagonismo en Les Corts. Además, la continuidad de su liderazgo en el PPCV sigue en cierta medida cuestionado: Bonig insiste en que se presentará al futuro congreso para su reelección, pero en el partido nadie termina de dar por segura su continuidad a medio plazo.


17. Joan Ribó (Compromís). El alcalde de València cierra un año con falta de esplendor. Cierto es que ha sacado adelante un Plan de Reconstrucción con el apoyo de la mayoría de los grupos políticos, así como los sextos presupuestos consecutivos del gobierno de izquierdas desde 2015, y esta vez incluso con el apoyo de Ciudadanos, pero el dirigente de Compromís apenas ha brillado desde la irrupción de la pandemia. La Generalitat Valenciana decidía la suspensión in extremis de las Fallas y pilló al primer edil en la ópera al delegar en el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana. Y a ello se suma que la presencia de Ribó a lo largo de estos meses no ha sido demasiado destacada, más allá de reclamar a la administración autonómica una comisión mixta que ésta tardó en constituir. El efectismo en las amenazas al Valencia Club de Fútbol por su inacción con el nuevo Mestalla y su intervención veraniega para con el PAI de Benimaclet constituyen los incisos para desviar la atención del coronavirus y de la EMT.

18. Carolina Pascual (PSPV-PSOE). La consellera de Innovación ha tenido un año difícil. La puesta en marcha de su departamento está siendo complejo por lo que, pese a estar pensado como un área 'estrella', Pascual no está terminando de brillar en el Gobierno valenciano, más aún cuando los grandes proyectos le han venido impuestos desde Presidencia, como la Fundación Ellis. A ello hay que sumar la problemática de la adaptación universitaria a la pandemia, el pago tardío de las becas y la baja ejecución presupuestaria.  Además, ha tenido que lidiar con la marcha de los 'arquitectos' de la conselleria, el subsecretario, Pepe Villar, y el secretario general administrativo, Enric Roig

19. Gabriela Bravo (PSPV-PSOE). La consellera de Justicia también ha tenido un año difícil: la problemática de adaptación al teletrabajo, el tira y afloja con el requisito lingüístico, el permiso retribuido a los funcionarios o las dudas suscitadas respecto al sobrecoste de los hospitales de campaña son algunas de las situaciones de tensión que ha atravesado Bravo. A ello hay que sumar la inestabilidad en su departamento -numerosas salidas y entradas- y los rifirrafes con la vicepresidenta Oltra. Un ejercicio complicado.

20. Mónica Oltra (Compromís). El año de la vicepresidenta tampoco ha sido de los mejores políticamente hablando. La irrupción de la pandemia y la grave incidencia en las residencias de ancianos ha puesto en cuestión la capacidad de gestión de la líder de Compromís. Además, su presencia se ha visto oscurecida por la absorción del presidente Puig de toda la comunicación y coordinación pandémica. En los últimos meses, las discusiones presupuestarias y sus opiniones discrepantes sobre la gestión del virus le ha devuelto parte de la visibilidad perdida, aunque a costa de evidenciar públicamente las tensiones internas del Botànic.

21. Naiara Davó (Podem). La síndica de Podem comenzó el año con buenas perspectivas para convertirse en la sucesora de Antonio Estañ como líder de la formación morada en la Comunitat Valenciana. Sin embargo, su derrota ante Pilar Lima por 38 votos pese a contar con el respaldo del vicepresidente del Consell, Rubén Martínez Dalmau, la han dejado en una situación de interinidad como portavoz en Les Corts. En la cámara, también ha tenido problemas para adquirir visibilidad como tercer socio del Botànic.

22. Toni Pérez (PPCV). Es el alcalde de unas de las ciudades donde la pandemia ha tenido más impacto en la economía. El turismo está sufriendo de lo lindo. Pese a ello, Pérez fue hábil para adecuar las playas en veranos con sistemas de control para ofrecer una imagen de organización y evitar las saturaciones. También ha iniciado un proceso de peatonalización muy importante en el centro de la ciudad y en 2021 verá como proyectos como la remodelación de la arteria principal de la ciudad, la Avenida del Mediterráneo. La mejor noticia que puede esperar Pérez es que vuelva la normalidad a la ciudad y acaben las restricciones. En el seno del PP de Alicante, tiene un papel fundamental para visibilizar las reivindicaciones del turismo.

23. Rubén Martínez Dalmau (Podem). El vicepresidente segundo del Consell ha tenido un año complicado. Su implicación en el proceso interno a favor de Davó y la posterior derrota le dejó en una situación de debilidad orgánica que se ha visto agravada con la consolidación de Lima en el liderazgo tras los últimos procesos internos de diciembre. Su posición, para algunos demasiado seguidista, con el PSPV también le ha generado críticas internas, además de algunos problemas en la gestión como ocurrió con las ayudas del plan Reconstruïm Pobles, que fueron adjudicadas de forma nominativa sin ceñirse al baremo que se había realizado para las mismas.

24. Emilio Argüeso (Cs). El anterior responsable de Organización de Ciudadanos y miembro de la Mesa de Les Corts ha dado un paso atrás en la formación naranja. Desde su puesto de senador territorial, el otrora poderoso dirigente del partido en la Comunitat se ha situado en una discreta segunda línea sin apenas influencia en la política regional. El 2020 ha significado para Argüeso un adiós -o quién sabe si un 'hasta luego'- en lo que se refiere a la actualidad valenciana.

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