ALICANTE/VALÈNCIA. La terrible Dana que azotó la Comunitat el pasado 29 de octubre ha marcado el año de la ciudadanía y los políticos valencianos. 223 víctimas mortales, 3 desaparecidos e incalculables daños materiales, son un balance ante el que resulta muy difícil extraer ningún tipo conclusión positiva. Pese al impacto generado en toda la Comunitat Valenciana, y en el resto de España, y las muestras de solidaridad y ayuda ofrecida, más allá de la zona cero, la actividad política ha seguido, con cierta normalidad, lo que no ha afectado ni a la gobernabilidad ni a las alianzas entre partidos.
Desde hace ocho años, la redacción de Alicante Plaza elabora al final de cada ejercicio su particular termómetro en el que mide la temperatura a 24 políticos destacados de la Comunitat. A los que mejor les ha ido el año se les considera 'on fire' y vienen marcados con el color rojo, que se transforma en un tono más templado que va menguando hasta alcanzar la zona azul de frío, que representa la zona de los dirigentes que han quedado más arrinconados o con peor posición política. Finalmente, al evolución de los colores termina en el gris propio de los que han dado un paso -voluntario u obligado- fuera de la primera línea.
En 2024, de la catástrofe de la Dana lo ha condicionado.No obstante, sigue pudiendo establecerse un orden de los dirigentes que han salido mejor y peor parados de un ejercición como este. Para bien o para mal, estos son 24 de los protagonistas políticos del año para Alicante Plaza en el ámbito autonómico.
1. Luis Barcala (PP). El alcalde de Alicante, el ‘popular’ Luis Barcala, ha cerrado un ejercicio en el que ha conseguido lidiar con los aspectos más controvertidos de la gestión municipal desde un gobierno en minoría, gracias, fundamentalmente, a los acuerdos puntuales alcanzados con Vox como su socio preferente. Así, los populares han podido sacar adelante la ordenanza reguladora de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Además, también ha salvado el incremento del recibo de la basura, gracias en este caso a la abstención de Vox. La suspensión de licencias para pisos turísticos durante dos años fue respaldada también por el PSOE. Al tiempo, ha podido rentabilizar su especial sintonía con el ministro de Transportes, Óscar Puente, para que se acabe descartando la electrificación provisional de las vías del ferrocarril en la fachada litoral sur y se haya optado por la Variante de Torrellano. Con todo, Barcala no ha podido evitar que el ayuntamiento quede expuesto a conceder la licencia ambiental al proyecto de los macrodepósitos de combustible en el Puerto. Y tampoco ha llegado a dar cumplimiento a la sentencia que le conmina a aplicar una Zona Acústica Saturada (ZAS) en el entorno de Castaños.
2. Pilar Bernabé (PSPV). La delegada del Gobierno ha atravesado una recta final del año más que complicada con la gestión de la Dana. Sin embargo, su presencia pública constante y su trabajo ante la catástrofe, le han valido un importante reconocimiento dentro de su partido, el PSOE. Más aún, el propio Pedro Sánchez la ha felicitado públicamente en varios ocasiones por su labor y decidió incluirla dentro de la Ejecutiva Federal del partido como muestra de apoyo y confianza. Un espaldarazo que la sitúa como favorita para convertirse en la próxima líder del PSPV en la ciudad de València y futura candidata a la Alcaldía.
3. Pablo Ruz (PP). El alcalde ilicitano ha vivido este 2024 su primer año entero como regidor. Un año que cierra con un notable balance de proyectos, en los que ha logrado agilizar o desbloquear iniciativas importantes, algunas pendientes de años anteriores, como el esperado Mercado Central, ya encarrilado; la pasarela peatonal de Altabix, ya en obras; o la adquisición y solución a la fachada de Nuevos Riegos El Progreso. Además de estas cuestiones enquistadas, ha iniciado el trámite de proyectos propios como Jayton y otras actuaciones en Carrús, apostando por renovación urbana con pequeños detalles. El peor momento vivido este año fue la gestión y posterior dimisión del caso del exedil José Navarro —segundo concejal que dimite—, mientras la oposición pone en tela de juicio su uso del gasto. En el 'Debe', incógnitas aún por resolver como la del tranvía, las expropiaciones de la Ronda Sur y el aún germinal Palacio de Congresos.
4. Alejandro Soler (PSPV). El ilicitano Alejandro Soler tuvo un inicio de año fulgurante ante la lucha por liderar el PSPV. Se postuló, aunque finalmente hubo un acuerdo entre los tres aspirantes que llevó a Diana Morant a la secretaria general. Desde entonces, es presidente del PSPV, además de secretario general del PSPV en la provincia de Alicante, cargo al que no podrá optar de nuevo al ser miembro de la ejecutiva federal del PSOE. Su buena relación con Santos Cerdán le aupó a una de las secretarías de mayor fuste: la de Política Municipal, lo que le sitúa en una persona con peso en Ferraz y velador de todos los pactos y alianza del PSOE en ciudades y municipios de España. Esta nueva función, que le sitúa de facto como una especie de número cuatro de Ferraz, obligará a buscarle sustituto tanto en la agrupación local de Elche, y en la ejecutiva provincial de Alicante, de la que es secretario general. Soler presume de tener un bloque fiel y disciplinado y tendrá mucha influencia en un futuro para determinados puestos, incluidas las alcaldías de las grandes ciudades. El colofón del congreso del PSOE de Sevilla le ha generado un buen año.
5. Llanos Massó (Vox). La presidenta de Les Corts se ha visto reforzada especialmente en la segunda mitad de 2024. Si bien inicialmente su papel, pese a ser la segunda autoridad de la Comunitat Valenciana, se situaba en un segundo plano tras el vicepresidente del Consell Vicente Barrera y otros responsables autonómicos, tras la salida de su partido del Gobierno valenciano ordenada por Santiago Abascal, Massó se ha erigido como el máximo referente de Vox en la Comunitat Valenciana. Unido a que en los últimos meses ha gestionado con mayor espíritu institucional Les Corts e incluso se ha limitado a ejercer de árbitro entre PP y oposición, puede decirse que desde el punto de vista político, ha cerrado el año con mejor visibilidad y posición que el pasado ejercicio.
6. Diana Morant (PSPV). La ministra y secretaria general del PSPV-PSOE sigue manteniendo la confianza plena de Pedro Sánchez. En marzo, a través de un congreso extraordinario, fue elegida como líder de los socialistas valencianos en sustitución de Ximo Puig. Este mes de diciembre ha sido reelegida sin oposición como máxima responsable del PSPV, por lo que disfrutará -a priori- de un paseo orgánico en el cónclave ordinario de finales de enero. Ahora bien, la relativa tranquilidad interna de la que disfruta Morant no termina de corresponderse con una presencia suficiente como líder de la oposición: es más, la ministra no ha terminado de destacarse como alternativa a Mazón con la tragedia de la Dana. Algunos cambios de posición (dictados por Madrid) como el apoyo a los presupuestos del Consell luego retirado y una presencia algo intermitente en la Comunitat, dejan la sensación de que Morant no ha terminado de aprovechar el año de su debut al frente del PSPV.
7. Toni Pérez (PP). Tal como ocurre con Marta Barrachina, la debilidad actual de Mazón ha reforzado casi de forma automática a los dirigentes institucionales alejados de la Dana, como es el caso del alcalde de Benidorm y presidente de la Diputación de Alicante. Aunque ha ejercido más de primer edil que de máximo responsable de la corporación provincial y tampoco se ha caracterizado por una alta actividad orgánica como líder provincial del PP, Pérez se ha erigido como principal protector de Carlos Mazón, defendiendo la gestión del president de la Generalitat y acogiéndolo en uno de los primeros actos públicos tras la Dana de Valencia: la celebración del Día de la Constitución en Benidorm. Perfil bajo y disciplina interna, dos factores que le mantienen en buena posición al cierre de 2024.
8. Arcadi España (PSPV). El secretario de Estado de Política Territorial ha reforzado su posición en el ámbito nacional a lo largo de 2024, lo que ha acompañado con un papel también activo dentro de la Comunitat Valenciana. En su día mano derecha de Ximo Puig en el Consell, España ha sabido convertirse en uno de los principales consejeros de la nueva líder del PSPV, Diana Morant. A ello hay que sumar el reconocimiento de Pedro Sánchez al otorgarle continuidad en la Ejecutiva federal del PSOE elegida en el congreso de Sevilla celebrado en noviembre.
9. Susana Camarero (PP). La vicepresidenta primera del Consell y responsable de Servicios Sociales baja a la zona templada del termómetro en el balance de 2024. Si su área de gestión ya es complicada, la catástrofe de la Dana ha obligado a Camarero a multiplicarse en diversos frentes: más aún, Mazón la ha situado como portavoz del Gobierno valenciano, lo que de inmediato se ha traducido en declaraciones con un incremento del colmillo político en las comparecencias. El jefe del Consell ha confiado en la experiencia y contundencia de la vicepresidenta para buscar contraataque frente al Gobierno de España, un puesto que, además de la gestión, conlleva poder pero también desgaste.
10. Rubén Alfaro (PSPV). El alcalde de Elda ha recuperado protagonismo en el PSPV y un perfil bajo en la Alcaldía, pese a que la ciudad vive uno de sus mejores momentos en cuanto a creación de empleo e impulso de la economía. El actual portavoz de la ejecutiva socialista tiene todos los números para ser el futuro secretario provincial de PSPV, a no ser que alcance cotas mayores en la dirección de la federación valenciana, pues es uno de las personas de mayor confianza de Diana Morant. Desde luego, ha tenido un año tranquilo, pero tiene un futuro apasionante en este 2025.
11. Juanfran Pérez Llorca (PP). El secretario general y portavoz del grupo popular en Les Corts cierra el año en un puesto cómodo para un 'fontanero' de partido. Un ejercicio más, Mazón se ha apoyado en su consejero para asuntos estratégicos especialmente relacionados con el ámbito orgánico. Además, el presidente de la Generalitat le situó en julio como síndic parlamentario, con intención de aprovechar sus dotes negociadoras en la cámara. No obstante, el atasco en los acuerdos con la oposición sigue vigente y de momento el PP sólo ha sacado adelante el nombramiento de Eduardo Beut
como director de Antifraude y los consejeros de À Punt gracias a los votos de Vox.
12. Gerard Fullana (Compromís). El diputado de Compromís por Alicante seha convertido en el principal ariete contra el Consell de Mazón. Aunque quizás debería tener más presencia pública y constante en las comarcas de Alicante, Fullana ha mantenido una línea de fiscalización contra la política de Educación del conseller José Antonio Rovira, denunciando los cambios en el plan Edificant y liderando el recurso contra la ley educativa ante el Tribunal Constitucional. Además, ha tenido que asumir más denuncias públicas en materia de Empleo, Vivieda y Juventud de la mano de María Josep Calabuig y Carles Esteve.
13. José María Llanos (Vox). Tal y como sucede con su compañera de partido y presidenta de Les Corts, el síndic del grupo parlamentario ha vivido una segunda mitad del ejercicio mucho más movida y reseñable debido a la salida de Vox del Consell, lo que ha devuelto el protagonismo a la actividad parlamentaria, dado que los votos del partido de Abascal son claves para cuestiones vitales como la aprobación del presupuesto. Llanos, en su día descartado para formar parte del Gobierno valenciano, ha recobrado protagonismo y parece gozar de una posición sólida, si bien siempre dependiente de la dirección nacional de Vox en la toma de decisiones.
14. José Muñoz (PSPV). El portavoz del grupo socialista en Les Corts ha tenido un año de mayor visibilidad mediática gracias al puesto que ocupa, si bien la pérdida de su cargo en Organización de la formación socialista le ha alejado del poder real dentro del partido. Muñoz ha combinado buenas intervenciones con otras menos afortunadas, y en ocasiones se le ha visto en posiciones forzadas por la dirección política del PSPV, a su vez sometido a la disciplina del PSOE. Un ejercicio en la que el dirigente ha ganado en protagonismo público sin que ello pueda considerarse positivo per se.
15. Joan Baldoví (Compromís). El síndic de la coalición valencianista continúa en su particular proceso de adaptación a la cámara autonómica. Al igual que le ha ocurrido a Muñoz, ha protagonizado discursos contundentes y bien hilados con algunas actuaciones menos inspiradas, con rifirrafes incluidos con otros diputados. Baldoví se le ve más adaptado que el año pasado, por lo que se sitúa en la zona templada, y crecen las opciones de verle otra vez como candidato a la Generalitat, si bien la sensación es de que el veterano exalcalde de Sueca encabezaría esa misión más por carencia de alternativa que por atravesar por sus mejores momentos políticos.
16. Ruth Merino (PP). La consellera de Hacienda concluye 2024 en una posición muy inferior al puesto cabecero que ocupó el años pasado, cuando Mazón la fichó para su proyecto y la hizo portavoz del Gobierno valenciano, además de otorgarle la gestión de una de las carteras más importantes del Ejecutivo. Merino no terminó de adaptarse a las comparecencias públicas posteriores al pleno del Consell o, al menos, no lo hizo de la manera que el presidente de la Generalitat prefería. Eso, unido al cambio de escenario con la tragedia de la Dana, provocó su relevo en la portavocía por Camarero, si bien su puesto como titular de Hacienda ha sido respetado, por lo que de momento se mantiene de forma ajustada como superviviente política.
17. María Teresa Pérez (Podem). Quizás por la propia estructura de Podemos, la nueva a coordinadora general de Podem País Valencià tiene más presencia en Madrid que en la Comunitat Valenciana. Si de verdad Podem quiere recuperar su representación parlamentaria en les Corts, la política de Petrer debería prodigarse más por València, máxime después de lo ocurrido con la Dana, y por otras comarcas tomar el pulso de realidad valenciana. Tiene un reto importante, si de verdad quiere resucitar a la organización, que es reconectar con la enorme bolsa de votos que tuvo la organización morada hace nueve años y dejar entrever quienes serán sus socios en la futura contienda electoral. Las redes sociales pueden ayudar, pero no lo hacen todo.
18. José Antonio Rovira (PP). El conseller de Educación no ha tenido el mejor año posible, especialmente si se analiza la recta final del ejercicio. Conocido por su proximidad a Mazón, tuvo unas manifestaciones poco afortunadas en el fallecimiento de un trabajador de Tragsa en uno de los colegios afectados por la Dana. Además, también sufrió un revés con la luz verde del TSJCV a la Universidad de Alicante para el grado de Medicina, lo que dejó en evidencia la posición del Consell, y en especial de su departamento, en ese asunto. Para colmo, fue uno de los protagonistas en el bochornoso último pleno de Les Corts, con comentarios y actitudes poco apropiadas para un cargo institucional.
19. Mari Carmen Portugal (Vox Orihuela). El concejala de Vox Orihuela ha protagonizado durante este 2024 las principales polémicas de este mandato en la provincia de Alicante, si se exceptua la dimisión de José Navarro como concejal de Elche por su affaire en Semana Santa. Portugal ha disfrutado del sueldo de dedicación exclusiva, de 50.000 euros anuales, y además ha impartido clases en una universidad privada o vender el temario de unas oposiciones. No fue hasta casi diez meses después de que saltara el escándalo cuando solicitó la compatibilidad para ejercer en dos universidades. Lo peor ha sido la justificación de su partido. Como si cumplir el horario de concejala fuera impedimiento para cumplir la legalidad, que era solicitar la compatibilidad, como hace (o debe hacer) cualquier otro político que mantiene dos actividades.
20. Carlos Mazón (PP). El presidente de la Generalitat y líder del PPCV ha pasado de liderar este termómetro en 2023 a situarse en un puesto de congelación debido a su gestión ante la Dana. El gran problema del jefe del Consell se concentra en el día 29 de octubre, fecha del suceso: no haber modificado su agenda, irse de comida y terminar llegando al Cecopi cuando el agua ya inundaba varios municipios, es una losa de descrédito muy difícil de rehabilitar. No obstante, el presidente se ha mostrado decidido a seguir en el puesto, liderar la recuperación y llegar así con posibilidades de ser candidato de nuevo. De momento, cierra el año al borde del desahucio político.
21. José Luis Ábalos (PSPV). El exministro y ex secretario de Organización del PSOE reaparece en este termómetro por, de una manera u otra, situarse como una de las piezas centrales en el día a día de la agenda política nacional. El caso 'Koldo', con las acusaciones del empresario Víctor de Aldama que salpican al político valenciano, sigue en el epicentro informativo. Sin embargo, el ministro Óscar Puente ha roto alguna lanza en favor de Ábalos cuestionando la solidez de la documentación presentada por Aldama contra el exministro. En términos políticos, el dirigente valenciano está en el congelador, pero apunta a seguir siendo noticia al menos durante todo 2025.
22. Vicente Barrera (Vox). El exvicepresidente del Consell pasó de ser el número dos del Gobierno valenciano a desaparecer de la noche a la mañana. La decisión de Abascal de romper su pacto con el PP en todos los ejecutivos autonómicos, algo a lo que se oponía Barrera, terminó con la inmediata salida de escena por parte del empresario y extorero. Un adiós abrupto que cortó la progresión política del vicepresidente, que había tejido una relación incluso amistosa con Mazón durante su mandato.
23. Nuria Montes (PP). La exconsellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo fue una de las responsables autonómicas sacrificadas en la reestructuración del Gobierno valenciano ejecutada por Mazón semanas después de la Dana. En el caso de Montes, unas declaraciones desafortunadas -por las que pidió perdón- y otro traspiés mediático con una de las víctimas que era trabajadora de su conselleria, fueron el motivo del cese, que conlleva el fuera de juego político para Montes en 2024.
24. Salomé Pradas (PP). La exconsellera de Justicia e Interior y, por tanto, titular de Emergencias, se vio superada el pasado 29 de octubre por la gestión de la Dana, donde la dirigente era la máxima del Cecopi. Sin la presencia de Mazón en el organismo hasta las siete y media de la tarde, Pradas no pudo -ya fuera por la falta de información de los expertos como asegura el PP o por la ausencia del presidente, como apunta la oposición- o supo tomar las decisiones más acertadas en la crisis. Posteriores declaraciones relacionadas con el mensaje de móvil ES-Alert terminaron de condenar políticamente a la consellera, que Mazón terminó destituyendo tres semanas después de la Dana.