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1.500 ESTUDIANTES SOBRE EL ESCENARIO

El mayor experimento de pedagogía musical a nivel europeo se canta en valenciano

El proyecto Com Sona l’ESO, impulsado por un grupo de profesores de música de la Comunitat, celebra el 11 de mayo su decimonovena edición en la localidad tarraconense de Amposta

3/05/2018 - 

VALÈNCIA. Un espectáculo de música y baile con más de 1.500 adolescentes sobre el escenario. Un año de intenso trabajo coordinado por 163 profesores de 62 institutos de la Comunitat Valenciana, Cataluña y Baleares. Una sola función, ante una audiencia de cerca de 8.000 personas. Éstas son las cifras clave de Com Sona L’ESO, uno de los proyectos de innovación educativa más ambiciosos de cuantos se han puesto en marcha en Europa hasta la fecha.

El próximo 11 de mayo, la localidad tarraconense de Amposta acogerá la decimonovena edición de este gran experimento artístico y pedagógico cuyo germen, nos cuentan, nació en el curso de un esmorçaret entre profesores de música de Secundaria de distintos institutos. Alexis Calvo, maestro de música del IES 26 Misericordia de València y codirector de la iniciativa, recuerda cómo comenzó todo. “Lamentábamos la concepción que tenía (y tiene) mucha gente de la educación artística como algo que se hace por pasar el rato, pero que no llega a ningún sitio. Así que pensamos en un modo de unirnos para poner en común nuestro trabajo y llevarlo fuera de las aulas. Surgió la idea de crear un espectáculo entre todos. Era también una manera de reivindicar la labor de la escuela pública, al convocar a jóvenes de todos los niveles sociales y culturales”.

Todos los espectáculos, diseñados con guión y música original, utilizan el valenciano como lengua vehicular. De ahí que con el tiempo se hayan ido sumando a la iniciativa institutos de Baleares o Cataluña. “La convocatoria está abierta a cualquier otra región, y de hecho un año recibimos la solicitud de un IES de Zaragoza. Sus profesores no veían ningún problema en que los alumnos aprendieran a cantar unas canciones en valenciano, como si fuese inglés o italiano”, señala Calvo.

Los impulsores recalcan que Com Sona l’ESO no es un talent show juvenil, ni mucho menos. De hecho, para participar no es necesario tener formación previa en ninguna de las disciplinas que se ponen en juego a lo largo del espectáculo. Para los papeles solistas suelen realizarse audiciones aparte, pero los alumnos que no saben interpretar un instrumento siempre pueden encontrar su sitio en el reparto actoral, el cuerpo de baile o en el coro, que es el elemento más numeroso del montaje, con cerca de 1.300 chicos y chicas de entre 12 y 17 años. “Todas las personas podemos cantar, mejor o peor. Y ensayando a lo largo de un año se puede aprender mucho”, insisten. “El que piense que va a ver a la Filarmónica de Berlín se equivoca; aquí el resultado final nos importa mucho menos que el viaje. Este es un proyecto pedagógico que trabaja aspectos como la constancia, el afán de superación y la capacidad de trabajar en equipo”.

Para que un proyecto de estas dimensiones pueda llevarse a cabo, la organización ha de ser muy exhaustiva. Un equipo de siete profesores valencianos de Secundaria se encarga de las labores de coordinación, que implican desde la concepción del espectáculo y la composición de las partituras, hasta el desarrollo de las coreografías, el guión y los elementos escenográficos y de vestuario. Entre sus responsabilidades –asumidas de forma voluntaria y sin retribución salarial alguna- se encuentra también la gestión de la producción: convenios con ayuntamientos, contratación de servicios de iluminación, equipo de sonido, montaje de escenarios, etcétera.

Habitualmente, los profesores que dirigen el proyecto dedican sus meses de vacaciones a desarrollar la idea del espectáculo de la siguiente edición. Ponen en común sus conclusiones en septiembre u octubre, y a continuación envían a cada instituto participante los materiales de audio, video y partituras que cada docente deberá trabajar con sus alumnos a lo largo del año.

El presupuesto aproximado de cada edición ronda los 180.000 euros, de los que una pequeña parte (entre 20.000 y 30.000 euros) proceden del ayuntamiento que alberga el espectáculo cada año. El resto se sufraga con las aportaciones de cada alumno, unos 140 euros más o menos. “No tenemos límite, puede apuntarse quien quiera, pero somos muy estrictos con el compromiso con los ensayos, muchos de los cuales tienen lugar los sábados y domingos”, apunta uno de los directores de Com Sona l’ESO. El trabajo que cada instituto realiza por separado a lo largo de todo un año desemboca en tres días de convivencia al comenzar la primavera. Decenas de autobuses cargados de estudiantes y profesores confluirán el próximo 9 de mayo en Amposta, población catalana situada a orillas del río Ebro cuyo censo apenas rebasa los 20.600 habitantes. El Ayuntamiento pone a su disposición espacios municipales para que los participantes de Com Sona l’ESO instalen sus tiendas de campaña y realicen los ensayos generales previos al estreno del espectáculo, que se celebrará la noche del viernes 11 de mayo. Los beneficios económicos para el Consistorio son evidentes; no solo incorpora a su oferta cultural un espectáculo realizado por y para público juvenil, sino que agota sus plazas hoteleras y ve cómo los comerciantes y hosteleros aumentan sus ingresos.

“Sobre los adolescentes recaen muchos prejuicios –critica Alexis Calvo-. Siempre se habla de los jóvenes millenials por las peleas, los botellones o la apatía, pero este tipo de iniciativas demuestran precisamente lo contrario. Si consigues montar algo que les gusta, y donde tienen un papel activo, ellos te dan el 300 por cien”.

Para añadir alicientes a este periodo de convivencia anual, cada año se organiza en paralelo un concierto a cargo de un grupo de música de habla valenciana. Si en otras ediciones han participado bandas de punk como Auxili o de hip hop como Zoo, este año actuará  el grupo de indie rock de Pego Smoking Souls.

Otros años se ha trabajado codo con codo con compositores reconocidos como Llorenç Barber o Carles Santos. Este último –al que se rendirá homenaje en Amposta tras su fallecimiento en diciembre del año pasado- compuso altruistamente la pieza Morellar Morella para la edición de Com Sona l’ESO 2011. “Inventó unas melodías son sonoridades muy primitivas y dividió a lo alumnos en grupos de 300 personas. Cada uno de ellos tenía que entrar con antorchas por una parte distinta de la ciudad, hasta llegar a la basílica”, recuerda Alexis Calvo. Ese día, sentado entre el público se encontraba Ximo Puig, por aquel entonces alcalde de la localidad castellonense. El actual presidente de la Generalitat ha mostrado su apoyo a este innovador proyecto didáctico en diversas ocasiones. “Ha asistido a tres o cuatro ediciones, y suele comentar con orgullo que se trata de un proyecto de innovación educativa genuinamente valenciano”.

El espectáculo diseñado para Amposta tiene como temática el mundo del cómic y se titula Max Planck vs Medusa. “Hemos montado una big band con 40 músicos y un grupo de pop rock de diez personas. Así podemos interpretar una gran variedad de estilos a lo largo del montaje, que dura una hora y media. Para este espectáculo en concreto hemos hecho nuestra la idea wagneriana de que cada personaje se identifique con un tipo de música diferente. Así que Medusa, que es el personaje punk de la historia, se vinculará a música de guitarras y batería, mientras que las entradas de Planck se acompañarán con arias y recitativos clásicos de ópera, con otro tipo de instrumentos como el clavicémbalo. También aparece un personaje misterioso en la historia, que lleva aparejada música japonesa con sonidos típicos de gamelán”. “Puede que no todos tengan dotes especiales para el canto o sean músicos de conservatorio –concede Alexis Calvo-, pero todos aprenden a defenderse sobre el escenario y se están formando para convertirse en oyentes respetuosos en el futuro”.

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