VALÈNCIA. La Agència Valenciana de Turisme (AVT) ha alcanzado las 500 firmas del Código Ético del Turismo Valenciano. La última de las instituciones en sumarse ha sido la Diputació de València, cuyo suscripción se presentó de forma pública con la diputada de Turismo, Pilar Moncho, y el secretario autonómico del ramo, Francesc Colomer. Él mismo definió este compromiso como la fórmula para "adaptar decisiones y conductas a los valores económicos, sociales, culturales y ambientales que propone este marco fundamental de referencia para el turismo responsable y sostenible".
La propia AVT cuenta a los festivales de música como una de sus verticales de trabajo más destacadas y por ello impulsa una marca paraguas: Mediterranew Fest. En la pasada edición de Fitur, una de las ferias de turismo de referencia en el mundo, la Generalitat costeó el stand más grande de su plaza central dedicada a estos macroeventos. Una acción promocional entre otras –quizá destacan las ayudas a su producción y promoción– por la cual esos grandes eventos privados suscriben el compromiso público.
Algunos de ellos han tenido históricamente importantes conflictos recogidos por oficinas de consumo y demás instituciones de protección a los usuarios. Las hemerotecas están plagadas de las consecuencias de hojas de reclamaciones y denuncias que, en algún caso, han derivado en juicio. El compromiso aborda aspectos de hospitalidad –cordialidad, el respeto, la inclusión, sostenibilidad– y ética. Ahora, para que los macrofestivales formen parte de las líneas promocionales y de ayudas de Mediterranew Fest, han de formar parte de este contrato público.
Este Jueves Santo se inicia la temporada festivalera con el más tempranero de los grandes eventos de ocio con la música como contexto. Es el SanSan el que da el pistoletazo de salida y, aunque no forma parte de Mediterranew Fest ni ha suscrito el código, en 2017 recibió más de 47.000 euros directos de la Diputación de Castellón. Es el primero de los grandes certámenes con ayudas públicas y su puesta en marcha del calendario sirve para recordar a qué se han comprometido los grandes festivales por primera vez ya que esta primavera y verano será la primera vez que tengan un código ético público al que someterse.
El Código Ético impulsado por la AVT ha sido firmado por los siguientes macrofestivales: Festival de Les Arts (8 y 9 de junio), Marenostrum Xperience (6 y 7 de julio), FIB (del 19 al 22 de julio), Low Festival (del 27 al 29 de julio), Arenal Sound (del 31 de julio al 6 de agosto), Leyendas del Rock (del 8 al 11 de agosto), Medusa Sunbeach (del 8 al 13 de agosto) y Rototom Sunsplash (del 16 al 22 de agosto). Otros festivales de menor formato también se han suscrito, pero estos acumulan a lo largo del año cifras de asistencia que se miden por cientos de miles. El gran volumen de trabajo y clientes también se relaciona con el volumen de posibles infracciones del código.
Aunque la AVT suscribe el compromiso a cuatro participantes (Administración autonómica, Administración local, empresas y turistas), los gestores privados de estos eventos tienen un decálogo particular [el documento firmado, íntegro]. El área de gestión turística de la Generalitat asegura en el documento firmado que éste constituye "un marco fundamental de referencia para la definición e implementación de la responsabilidad social de las empresas turísticas".
Destacando que "el sector privado es el principal proveedor de bienes y servicios", advierte que "tiene un papel fundamental en el cumplimiento y el desarrollo de los valores que conforman un turismo hospitalario". En busca de una oferta armonizada "de calidad, con un desarrollo económico sostenible social y medioambientalmente, con la creación de un empleo estable". Los usuarios y trabajadores que durante los próximos meses tengan objeciones al mismo, también legalmente, tendrán un reglamento público de comportamiento al que referirse en caso de conflicto.
El compromiso íntegro es el siguiente:
1. Respetar y promover los Objetivos del Desarrollo Sostenible, en especial los derechos específicos de los grupos de población más vulnerables. Como agentes de hospitalidad, las empresas deben promover la tolerancia, la igualdad de género y la inclusión respetuosa de todas las personas, contando con instalaciones y servicios accesibles y potenciando los rasgos básicos de nuestra identidad y cultura.
2. Salvaguardar el medio ambiente y los recursos naturales con el fin de alcanzar un desarrollo económico sostenible que sea capaz de satisfacer las necesidades y aspiraciones de las generaciones presentes y futuras. Las actividades turísticas y su infraestructura se diseñarán de forma que se proteja el patrimonio natural, que se preserven los recursos, y se controle la producción de desechos.
3. Integrar la gestión y explotación de los recursos turísticos en el tejido económico y social local, dando prioridad a la contratación en igualdad de competencias al personal y proveedores locales.
4. Incorporar a sus políticas de gestión los valores y normas del presente Código, informando al Comité de ética del turismo de las medidas adoptadas para poner en práctica los principios del Código en el ámbito de su Responsabilidad Social.
5. Participar, de acuerdo a los protocolos establecidos por la Administración Autonómica, en el registro de buenas prácticas y en la composición y funcionamiento del Comité de ética del turismo.
6. Facilitar a los turistas una información objetiva y veraz sobre los lugares de destino y sobre las condiciones de viaje, recepción y estancia, cooperando con las autoridades públicas para garantizar su seguridad y evitar toda conducta hostil, actuando con respeto y tolerancia y rechazando cualquier tipo de comportamiento racista o xenófobo.
7. Garantizar los derechos fundamentales de los trabajadores asalariados y autónomos del sector turístico, asegurando una protección social suficiente, evitando la precariedad de su empleo, y procurando en todo momento un salario digno y no discriminatorio entre hombres y mujeres, así como la formación necesaria para su empleabilidad.
8. Procurar que sus empleados aprendan a conocer y respetar nuestra lengua y cultura, así como la de nuestros visitantes y residentes, y también a proteger y cuidar los recursos naturales y culturales.
9. Evitar que las empresas multinacionales del sector turístico abusen de la posición dominante en los destinos para imponer artificialmente modelos sociales y culturales en las comunidades receptoras, evitando una repatriación excesiva de sus beneficioso la inducción de importaciones y facilitando la colaboración y el establecimiento de relaciones equilibradas entre empresas de los países emisores y receptores para un turismo sostenible.
10. Facilitar el uso del presente sistema de ética y cumplimiento a todos sus empleados y clientes, de forma que facilite un seguimiento y control de la aplicación y desarrollo de estos valores y compromisos.