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las dos formaciones rechazan apoyar a rubén martínez y se citan en las urnas

El tacticismo se impone en Benidorm: Liberales y Cs entierran la moción de censura del PSOE

10/07/2018 - 

ALICANTE. Rubén Martínez no es Pedro Sánchez, y Toni Pérez no es Mariano Rajoy. No habrá moción de censura en Benidorm, al menos por ahora, a pesar de que los socialistas locales intentaban trasladar al pleno del Ayuntamiento el mismo razonamiento que ha hecho al secretario general del PSOE presidente del Gobierno mediada la legislatura: la sentencia del caso Gürtel salpicaba al partido en la Alcaldía, ergo había que desalojarlo con la moción de censura.

El tacticismo de dos grupos de la oposición, Ciudadanos y Liberales, se ha impuesto finalmente al tacticismo del PSOE. Rafa Gasent y Gema Amor, portavoces respectivamente de las dos formaciones, daban este lunes sus razones para desmarcarse de la estrategia socialista, que sí contaba con las simpatías de Compromís. En el primer caso, porque consideran que, a diez meses de las próximas elecciones, son los ciudadanos los que deben juzgar la gestión de Pérez. En el segundo, porque no ven que la sentencia afecte al alcalde más que en el hecho de pertenecer al mismo partido que los condenados.

Amor, que fue consellera con el PP de Camps (pese a su reconocida adscripción zaplanista en aquella época) y presidenta local de los populares en Benidorm, daba un golpe de efecto a primera hora: cuando todas las miradas se centraban en la comparecencia de Gasent a las 11, una nota de los Liberales enterraba la moción (eran necesarias trece firmas, incluidas las dos del grupo de Amor) dos horas antes. Lo que dijese Ciudadanos ya era irrelevante. Amor lograba el titular de ser ella quien desbarataba los planes del PSOE, y le hacía a Ciudadanos el favor de quitarles la presión de encima. 

El grupo local del partido de Albert Rivera se ha movido en la indefinición, como en Orihuela (donde también se plantea una moción de censura contra Emilio Bascuñana por las acusaciones de cobrar sin trabajar de la Conselleria de Sanidad), y como en la misma capital alicantina, donde se negó a 'mojarse' en la elección del nuevo alcalde que terminó con el popular Luis Barcala en la cuarta planta del Ayuntamiento. El tempranero 'no' de Amor, cuyo apoyo a la moción se daba por seguro hace solo una semana, desmontaba así las eventuales críticas a Cs por 'mantener' al PP al frente del Consistorio, como sucede en Orihuela.

El discurso ético, en entredicho

La negativa de ambas formaciones a respaldar al PSOE (partido del cual, además, se encuentran bastante distantes en sus planteamientos ideológicos) impide que los socialistas vuelvan a la Alcaldía con una moción de censura, como en 2009 (en aquella ocasión, con el apoyo de un tránsfuga popular, José Bañuls), con casi un año por delante para rentabilizar inversiones municipales y el apoyo de gobiernos socialistas en la Generalitat y el Gobierno central. Los dos partidos, así, se emplazaban al resultado de las urnas en las elecciones municipales del próximo mes de mayo, y trasladaban a los votantes la responsabilidad de 'quitar' a Toni Pérez.

Con todo, la negativa de Ciudadanos está mucho más fundamentada que la de Amor, que antes de decir "no" se despachaba a gusto contra su ex compañero de partido en su comunicado: "el alcalde más opaco de la democracia", "improvisación y arrogancia", "trato de favor a Enrique Ortiz"... Los naranjas, en cambio, repartían para todos, y recordaban que si el PP tiene a Lourdes Caselles imputada, el PSOE no puede obviar los problemas judiciales del exalcalde Agustín Navarro (el último, además, relacionado con una posible financiación irregular del PSPV). El discurso ético y regenerador con el que los socialistas pretendían revestir su asalto al poder queda así en entredicho. En este sentido, el concejal de Cs exigía a ambas formaciones políticas que "regeneren sus listas".

Una vez resuelto el misterio, el alcalde de Benidorm alababa la "coherente" postura de Cs (en declaraciones recogidas por la agencia Efe) al recordar que desde 2016 ha venido apoyando los presupuestos municipales del PP. En cambio, evitaba valorar el comunicado de Amor y se limitaba a tacharlo de "oportunista". Minutos después, el portavoz socialista, Rubén Martínez, insistía en la "gravedad" de los hechos que habían motivado su iniciativa y lamentaba que "no hayan sido suficiente" para los otros partidos. "Me alegro de que hayan dicho que no y me alegro de esperar a las próximas elecciones para generar en Benidorm un gobierno decente y dejar atrás estos supuestos de corrupción al más alto nivel". El tacticismo se impone en Benidorm.

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