CASTELLÓ. La Conselleria de Educación ha resuelto, por fin, el culebrón en que se había convertido el contrato para la limpieza de los centros educativos de la Comunitat Valenciana. A tan solo una semana de cumplirse un año de un proceso que salió a concurso en forma de procedimiento urgente para cubrir las vacantes de las empresas que no querían prorrogar su labor y también para resolver los problemas laborales derivados de los impagos de una adjudicataria, Limpiezas Raspeig, el gabinete que dirige Vicent Marzà ha adjudicado este lunes los cinco últimos contratos, los de los lotes a los que renunció su adjudicataria inicial, Servicios Auxiliares de Mantenimiento y Limpieza (Samyl).
Como ya anunció este diario, Ferrovial Servicios (lotes 1 y 3); Fomento Valencia Mantenimiento y Limpieza (Fovasa), dependiente del Grupo Gimeno (lote 6); y las también valencianas Soldene (lote 8) y Recolim (lote 9), se han hecho con los contratos a los que renunció la compañía canaria. La intención de la Conselleria de Educación es que estas cuatro nuevas empresas adjudicatarias comiencen a prestar su labor "antes de que acabe el mes de junio", señalan fuentes de la misma.
En cuanto a los otros cuatro contratos, el pasado día 28 Educación adjudicó de forma definitiva los lotes a las empresas y estas "han comenzado ya a funcionar" en los colegios e institutos valencianos. Se trata de OHL Servicios-Ingesan, vencedora en el lote 2; Grupo Fissa (lotes 4 y 5); y Vareser (adjudicataria del lote 7). Las fuentes de la Conselleria destacan que el proceso "asegura en todo momento la continuidad de las trabajadoras aunque cambie la empresa".
Con la adjudicación definitiva, Educación pone fin a un procedimiento que abrió el 14 de junio de 2019 y que ha encontrado numerosas trabas en su tramitación. El primero fue el recurso de la Asociación profesional de empresas de limpieza, Aspel, en julio del año pasado, que el Tribunal Central de Recursos Contractuales estimó parcialmente en octubre y que obligó a cambiar los pliegos.
Tras ello, el concurso volvió a salir a licitación.... y volvió a recibir varios recursos. El tribunal que depende del Ministerio de Hacienda los fue desestimando todos en plena pandemia del coronavirus y, cuando parecía que se iba a proceder a la adjudicación, Samyl renunció a sus cinco lotes, lo que ha prolongado de nuevo los plazos. Ahora, las empresas ya ejercen, o están a punto de hacerlo, su labor, que se prolongará al menos durante los dos años de vigencia del contrato, prorrogable por otros dos.
