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un cortometraje de la upv y un videoclip de izal

Dos producciones valencianas, entre lo mejor de la animación iberoamericana

María Manero y Manuel Rubio se imponen en los premios Quirino y València vuelve a tomar la delantera de la animación nacional

9/04/2019 - 

VALÈNCIA. La animación valenciana vuelve a demostrar su fuerza, y esta vez en la ventana del ámbito iberoamericano. El sábado se celebró la segunda edición de los Premios Quirino, un galardón que intenta destacar lo mejor de la animación iberoamericana en su sentido más amplio, incluyendo categorías de largometraje, cortometraje, televisión y encargos. Este año se han inscrito 244 obras de 16 países para competir en 9 categorías. El sábado se resolvieron todas y España se llevó tres premios, y dos de ellos, València.

Por una parte, Patchwork ganó el Premio a Mejor Cortometraje de Escuela. La producción de María Manero Muro narra la historia de Loly, una mujer coraje de unos sesenta años que necesita un trasplante de hígado. La historia está contada desde el punto de vista de la donante, que decide echar la vista atrás y conocer la vida de la mujer con una estimulante narrativa que combina varias técnicas de animación como el found footage o los bordados. La cinta ya fue seleccionada por el programa Curts del IVC en su edición de 2018, además de haberse visto recientemente en el Festival de Málaga, dentro de la sección Animazine Cortometrajes, y en Prime the Animation aquí. 

El proyecto surgió del Máster de Animación de la Universitat Politècnica de València "como todos los demás del curso: con muchísimo trabajo, muchísima resistencia, utilizando los recursos que se nos ha ido dando y aprendiendo de lo que hacíamos", cuenta María Manero. Se trata de una historia personal que ha llegado al público: "pensábamos que nos ganaríamos el premio, solo con el feedback recibido estos días -nos dicen que les gusta porque es muy emocional y han visto muy de verdad- teníamos suficiente".

A esa historia personal se le une la singular puesta en escena de Manero, que tiene mucho de su experiencia en Bellas Artes, donde se ha ido especializando en cine experimental: "Me gusta narrar una historia a través de la técnica, y darle contenido a la técnica a través de la propia historia".

Por otra parte, Hiru Animation se alzó con el premio a Mejor Animación Iberoamericana de Encargo por el videoclip de Izal para su canción La Increíble Historia del Hombre Que Podía Volar Pero No Sabía Cómo. El cortometraje de Manuel Rubio fue realizado durante cinco meses haciendo 3.600 fotografías simulando con la técnica de stop motion, aunque también hay secuencias hechas en arena sobre una mesa de luz y post-producciónLos personajes de la historia son los propios miembros de la banda, convertidos en muñecos de silicona y deambulando por escenarios artesanales. "Yo no conocía Izal, pero en cuanto me propusieron el vídeo y me enseñaron la canción, me enamoré de ella. Llevaba tiempo picándome es gusanillo de hacer un videoclip, y este ha sido el mejor comienzo", cuenta el realizador.

Este corto ha sido su ópera prima y se ha impuesto en unos premios que a pesar de ser jóvenes, ya han conseguido aglutinar a una parte importante de la industria iberoamericana. "Me siento alagado porque estos premios van mucho más allá de España y se nota un ambiente realmente sano. En estos días, los premios también han organizado charlas, proyecciones y ha sido un punto de encuentro con mucha gente diferente", comenta.

¿Ha sido una casualidad que entre nueve premios -tres para España-, dos acaben en València? La opinión de Manuel Rubio es un no rotundo: "València está siendo la punta de lanza de la animación en general y del stop motion en concreto: ya somos cerca de 10 estudios y ni siquiera en Reino Unido deben tener una concentración igual de empresas dedicadas a eso. Además con trabajadores y trabajadoras valencianas. Está viniendo gente de talla internacional para encargar producciones y se está formando un tejido industrial muy interesante". Por su parte, María Manero, opina que "aunque siempre ha habido tradición en València, cada vez se está juntando más cantidad de gente y se está creando una comunidad muy importante".

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