El segundo bloque del foro de ‘Jornada de Movilidad y Comercio Abierto’ de Alicante Plaza en Orihuela estuvo caracterizado por dos mesas redondas en las que se trataron asuntos como los medios de transporte y su impacto en la vía pública y la sostenibilidad, así como el comercio abierto en la ciudad de Orihuela. En esta última se abordaron los problemas que viene sufriendo el municipio de un tiempo a esta parte, y cómo resurgir a nivel económico y comercial para que la ciudad pueda explotar todas las oportunidades que ofrece.
De hecho, en la mesa ‘Comercio abierto en la ciudad de Orihuela’, donde participaron José Carlos Díez (Director-Arquitecto de Chapman Taylor), Begoña Marín (Oficina Pateco), Francisco Rovira (Facpyme) y Mario Martínez (Cámara de Comercio de Orihuela), este último empezaba su intervención hablando de los problemas que ha sufrido la ciudad. Señaló que Orihuela “se ha degradado con los centros comerciales”. Señaló que tradicionalmente ha sido una ciudad de servicios, oficina, educación… “haciendo los deberes para competir con esos rivales silenciosos como los centros comerciales e Internet”, añadió. En ese sentido, fue bastante explícito. En 1999 Orihuela era el quinto municipio de toda la Comunitat Valenciana en comercio minorista, hoy está entre el puesto veinte y el treinta. Señaló que se ha perdido tejido y el que queda ha envejecido.
Su fórmula para que la ciudad renazca, el centro comercial urbano. “Que nos traiga nuevos operadores. Ante un mundo cambiante a nivel comercial, nuestro referente debe ser Murcia, que se ha adaptado”, e hizo hincapié en que tiene mucha zona peatonal y un centro comercial urbano con las mismas reglas a nivel de aperturas, descargas y residuos que uno de la periferia. En similares posicionamientos se movió Begoña Marín, que destacó en Orihuela se han detectado varios ejes que pueden servir como dinamizadores comerciales, y uno de ellos pasa por promover ese centro comercial urbano en la ciudad. Una vez conocido el diagnóstico, “en Orihuela se detectan oportunidades, hay que consolidar el centro urbano como espacio singular con su patrimonio cultural y un turismo urbano creciente en general”. Un proyecto en el que señaló deben implicarse todos los agentes relacionados y que se articule “con gestión profesional”.
En lo que respecta a José Carlos Díez, por su experiencia, señaló que ante zonas deprimidas de largo recorrido como la del casco histórico oriolano, sólo cabe la actuación de ayuntamientos valientes. Clarificó que “hay que atacar con el valor arquitectónico, hablar de los usos de la zona, potenciarla con restauración, espacios comunes, peatonalización, actividades lúdicas, viviendas, oficinas, restauración…”. En definitiva, rehacerla y reforzarla urbanísticamente. A este respecto, Francisco Rovira indicó que la ciudad lleva siete años sin actuación urbanística en el centro y que es necesario atraer a la gente joven para dar dinamismo y apostar por los jóvenes emprendedores. Asimismo, para rehabilitar el centro y hacerlo atractivo propuso “atraer operadores nuevos favoreciendo exenciones fiscales y un entorno adecuado. Si un centro urbano no es accesible y no se puede aparcar, la gente se irá los centros comerciales de la periferia”. Cree necesaria, a su vez, una oferta diversa, modificar los hábitos de los operadores existentes e importante, rehabilitar el patrimonio cultural que la ciudad tiene —la segunda en este sentido a nivel autonómico tras Valencia—.
Por último, Mario Martínez señaló que “la iniciativa privada nos lleva ventaja a la administración pública en comercio. Hay fondos americanos de los que hay que aprender a nivel de gerencias de centros atractivas” y señaló que si no, se irán fuera. “Si queremos ser ciudad comercial, tiene que ser de calidad”, zanjó.
En lo que respecta a la segunda mesa, ‘Itinerarios preferentes para peatones, bicicletas y transporte público’, participaron Carlos Martín, Product Manager de Urban Bikefriendly, Jesús Moreno, ingeniero municipal del Ayuntamiento de Elche y Esteban Gonzalo, de la asociación Archival. Martín señaló que la peatonalización se puede utilizar como diferenciación en el comercio: “muchos estudios corroboran que cuando las calles son más amables para circular con bici, los comercios son más visibles y su ampliación crece, además de la posibilidad de crear nuevas oportunidades de negocio”. Por su parte, Moreno explicó por su experiencia que las mesas de movilidad son claves, porque “pueden hacer de facilitadores de la inteligencia social que está dispersa. Concentrar el conocimiento de la ciudad, canalizarlo y llevarlo a propuestas concretas, generar debate en torno a cómo queremos que sea la ciudad”.
A ese respecto, Gonzalo explicó que muchas ciudades asisten a la degeneración de sus cascos históricos. “Hay que buscar la movilidad sostenible en la facilidad de desplazamiento y disminuir la contaminación. Cada ciudad puede buscar un modelo pero hay que estudiarla independientemente”, expresó. De algunos casos de éxito de movilidad sostenible o casos cercanos, Moreno habló de la peatonalización de la Corredora, que se lleva trabajando desde 2009 y del miedo al cambio que aún suele haber en estos casos: “hay que sacar a la gente de su zona de confort”. Gonzalo habló del sistema de TRAM en Alicante o Sevilla, del trolebús en Castellón o de Vitoria, referente en movilidad sostenible. En cualquier caso, Martín culminó las reflexiones indicando que la concienciación es fundamental y que hay que romper con los prejuicios que se tiene con medios como la bicicleta.