VALÈNCIA. En un capítulo de Los Simpson, el director Skinner se recrea describiéndole al inspector Chalmers, que escucha con cara de palo, la próspera ruina en la que se encuentra el colegio. No hay ni para material escolar. "Podríamos comprar tablas periódicas, en lugar de las que nos regala Oscar Mayer", apunta Seymour, mientras pasan por delante de un aula abierta y la señorita Krabappel se dirige a la clase: "¿Quién me dice el peso atómico del salchichonio?".
Si de la escena se elimina la liviandad de lo decorativo y se mantiene el rigor de la denuncia, es la misma situación que está viviendo el Club Antares de Valencia de gimnasia artística, uno de los tres mejores de España, desde hace años. La Fundación Deportiva Municipal (FDM) es la responsable del mantenimiento de unas instalaciones en las que se entrenan 224 niños con un equipamiento que llega a tener, en algunos casos, los 30 años cumplidos, cuando no deberían superar más de una década de uso. Todo un desafío a la obsolescencia, pero algo contradictorio con la proyección festiva y global del Ayuntamiento de València de llevar el espíritu olímpico a cada rincón de la ciudad, y del último Plan Estratégico del Deporte, que centra sus objetivos en "la promoción y fomento del deporte entre los ciudadanos ".
Desde hace dos años y medio, del grifo de las subvenciones no cae ni una gota. Reciben 10.000 euros, 5.000 menos que hace un año, y los padres de algunos asociados se han visto obligados a realizar colectas para poder costear la renovación de algunos elementos que suelen superar los 20.000 euros si son de segunda mano.
Si no fuera evidente el uso del pabellón para actividades físicas, el visitante podría pensar que, junto a la Fuente de San Luis, hay un museo. En su interior, se puede encontrar, por ejemplo, una barra de 1972, colchonetas del 67, colchones de los 80, unas anillas del año 85 y hasta hace no demasiado tiempo, aún se utilizaban unas paralelas donadas por el gimnasta valenciano Jaime Belenguer. "El problema es que vamos en inferioridad de condiciones a competir. Si se rompen unas anillas no las podemos comprar: son 4.000 euros. La pista de muelles nueva que necesitamos, 55.000... Tenemos seis patrocinadores y todos los años van renovando alguna cosita, porque con las ayudas públicas no te permiten comprar material deportivo", expresa Adrián Rodríguez, director del club.
Las piezas de coleccionista están tan pasadas para practicar deporte que incluso han llegado a sorprender a los gimnastas que las utilizaron en competición y las vieron en la sede de Antares e incluso al fabricante de suelos, que no se imaginaba que un modelo tan antiguo todavía pudiera servirle a alguien.
Aunque con la última ampliación ganaron el doble de espacio, sigue siendo insuficiente para poder ejercitarse con comodidad. Además, los niños tienen que utilizar los vestuarios y los lavabos de la Fonteta de San Luis, lo que supone salir del recinto y recorrer los 50 metros de distancia. "Es caótico, niños que van, niños que vienen...", remacha Rodríguez. "Tenemos que hacer turnos para poder llevarlos y algunos nenes llegan a hacérselo encima porque no llegan", interviene Jesús Tribaldos, vicepresidente de Antares.
Desde la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de València aseguran que no habían tenido conocimiento de todas estas incidencias hasta hace bien poco y hay una reunión pendiente con el club, que se celebrará los próximos días.
Quien sí estaba enterado de la precaria situación del equipamiento del club es el gerente de la FDM, José Vicente Berlanga, que, sordo a las sugerencias y a la insistente petición de ayuda por parte de los responsables de Antares, ha consagrado su talento a encontrar formas diversas de reciclar las excusas. Incluso, en alguno de los encuentros que han mantenido para tratar el asunto, se ha permitido, en un soponcio creativo, hacer broma del penoso estado de los aparatos.
Ante la próxima cita, de lo que se trata es de rebajar las previsiones de abandono de la convocatoria. "No vamos a aguantar que nos den plazos. Vamos a oír soluciones, porque no están haciendo nada por la gimnasia artística en la ciudad de València. Estamos consiguiendo muy buenos resultados en competiciones, tanto a nivel individual como colectivo, y no tenemos instalaciones ni del Tercer Mundo", ataja Adrián Rodríguez.
"La selección española de gimnasia artística ha querido venir a València varias veces a prepararse, en pretemporada, y no ha podido. Lo que tenemos aquí no se parece en nada a lo que se usa en competición. Y faltan todas las medidas de seguridad. No se pueden arriesgar a sufrir alguna lesión", remata Tribaldos.