El PSOE ve "inaceptable" que el expresidente haga "chanzas" sobre armamento cuando llevó a España a una guerra "inmoral"
VALÈNCIA. (EP). El expresidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, ha proclamado este martes en el Congreso que "no existe ninguna caja b" en su partido y ha negado que cobrara u ordenara el pago de sobresueldos "ilegales" a dirigentes de la organización que presidió entre 1990 y 2004.
Así lo ha asegurado Aznar durante su comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga la supuesta financiación ilegal del PP y ante la que ha recalcado que, en las "más de mil páginas" de la sentencia de la Audiencia Nacional que condenó al PP como partícipe a título lucrativo del pasado mes de mayo, no hay "ni una sola prueba" de la existencia de esa supuesta contabilidad en negro.
Al ser interrogado sobre los denominados 'papeles de Bárcenas', Aznar ha recalcado que tendrá que ser el extesorero del partido quien dé explicaciones sobre esas anotaciones "si es que la hizo o no" y ha hecho hincapié en que "no existe ninguna caja b".
"Otra cosa distinta es que haya personas que se hayan situado fuera de la ley o que no hayan sido respetuosa con ella. Desconozco lo que se refiere a esos papeles, cualquier anotación en esos papeles no tiene fundamento", ha dicho en otro momento.
"Mi responsabilidades políticas me alejan completamente del entendimiento de las cuestiones relativas a la gestión económica del PP", ha dicho, en respuesta al secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas, quien este martes ha asumido la tarea de interrogar a Aznar en nombre de su formación.
Simancas ha exigido al expresidente que pida disculpas a los ciudadanos por el daño que la corrupción de su partido ha hecho a las instituciones españolas. "No tengo que pedir perdón por nada, no voy a pedir perdón porque usted me lo pida", le ha replicado Aznar.
El expresidente ha dicho entender que los ciudadanos estén "hartos" de la corrupción y ha señalado que durante su vida política le tocó "sufrir y sobrevivir los momentos más duros de la política". "En los temas relativos a la corrupción, todavía más duros", ha apostillado, sin dar detalles.
Cuando el portavoz del PSOE Rafael Simancas le ha preguntado si las iniciales 'JM' que aparecen en esos papeles son las suyas, el expresidente ha indicado que nunca ha recibido ni ordenado ningún ingreso de pago que no sea legal. Sí ha admitido que pudo "haber ayudado a personas perseguidas que sufrían los embates del terrorismo y pasaban momentos muy malos y penosos".
Además, ha detallado que durante su etapa como diputado y como presidente sólo recibió las retribuciones que le correspondían por esos cargos y que así consta en sus declaraciones de la renta de aquella época. Es más, ha hecho hincapié en que, durante su etapa como presidente del Gobierno consignó como retribuciones en especie su residencia en La Moncloa.
José María Aznar ha sacado a colación este martes en el Congreso la polémica por la venta de bombas a Arabia Saudí y lo ha hecho para burlarse de las razones aducidas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para justificar el mantenimiento de esa operación comercial.
Durante el interrogatorio, Aznar ha recriminado a su interlocutor que acuse al PP de ser "un partido corrupto" cuando el propio Pedro Sánchez aseguró que no lo es durante el debate de la moción de censura que le llevó a La Moncloa.
"Pero ustedes cambian de opinión cada día, o de la mañana a la tarde", ha deslizado ante la comisión de investigación sobre la supuesta 'caja b' del PP, antes de referirse a la venta de las armas a Arabia.
"Ustedes no venden bombas a Arabia Saudí, venden proyectiles de alta precisión que están dedicados a caer sobre algunas personas, no para los yemeníes", ha dicho Aznar con sorna para añadir a renglón seguido: "Eso sí, los venden a cambio de fragatas o de corbetas que, como todo el mundo sabe son, digámoslo en su jerga, como embarcaciones de recreo especialmente dotadas para la defensa y que se puede alquilar uno para la navegación".
Simancas le ha replicado que es "absolutamente inaceptable" hablar de bombas "en tono de chanza" por parte de quien llevó a España "a una guerra ilegal e inmoral", en referencia a la guerra de Irak. Aznar no ha dejado pasar la acusación y ha respondido a Simancas que España no tiró bombas en ese conflicto porque "no participó" en el mismo ni envió soldados allí.
Después, el portavoz de ERC en la comisión de investigación, Gabriel Rufián, le llamado "señor de la guerra" y le ha recordado que, según los medios de comunicación, su Gobierno envió 2.600 soldados a Irak en tres unidades y a un conflicto que provocó "medio millón de muertos".
El expresidente ha insistido en que esos efectivos fueron a Irak "bajo mandato de la ONU" y como parte de una "fuerza de estabilización con 50 países más". "No participó ni uno solo y usted apoya un gobierno que vende mecanismos de alta precisión, supongo que porque les conviene para seguir intentando romper el orden constitucional en España", ha incidido Aznar.
"No, no apoyamos la venta de armas a teocracias asesinas", le ha respondido Rufián, quien ha mostrado fotos del expresidente con el dictador guineano Teodoro Obiang y con el libio Muamar el Gadafi. "Tenga un poquito de vergüenza y no me hable a mí aquí de bombas", le ha soltado.
Rufián, que lucía una camiseta con la imagen de cámara de Telecinco José Couso, asesinado en la guerra de Irak en 2003, le ha reprochado a Aznar su convencimiento de que no tiene nada por lo que pedir perdón. "¿No tiene algo que decirle a los padres de José Couso?", le ha interrogado por dos veces y, ante el silencio del expresidente, se ha lamentado: "Entiendo por su cara que no".
El expresidente del Gobierno ha expresado su preocupación por la situación por la "salud física" su exministro Eduardo Zaplana "padeciendo una leucemia" y ha defendido que este asunto se pueda solucionar "lo más rápido posible" durante su comparecencia ante la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP.
El pasado mes de junio la magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia que investiga la 'Operación Erial' que llevó a la detención e ingreso en prisión del expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana por presuntos delitos de blanqueo de capitales, malversación y prevaricación, rechazó la petición del exministro de Trabajo de quedar en libertad por razones humanitarias o, subsidiariamente, de pasar a arresto domiciliario.
Un mes después, los abogados de Zaplana, que está en prisión provisional y sin fianza desde mayo, presentó de nuevo un informe médico ante el juez denunciado su estado de salud del dirigente valenciano al padecer leucemia desde el año 2015.
Aznar --que estaba contestado a las preguntas del socialista Rafael Simancas que había aludido previamente a Zaplana-- ha aprovechado para mostrar su "preocupación" por la "salud física" del exministro y ha deseado que se pueda "solucionar lo más rápido posible".
El expresidente del Gobierno ha dicho que él no hacía "ninguna valoración desde el punto de vista jurídico" pero sí quería manifestar una "seria preocupación por una persona que padeciendo una leucemia está en esas circunstancias".