ALICANTE. El debate generado en torno al procés catalán en las relaciones de convivencia de PSPV y Compromís al frente de la Generalitat ha eclipsado cualquier posible intento de negociación sobre el futuro del tripartito de Alicante. Los interlocutores de ambas formaciones no han mantenido ningún encuentro formal para encontrar una solución al conflicto, ni se han citado en ninguna fecha concreta para tratar de abordarla, después de que la ejecutiva local de Compromís (también la mesa de coordinación política de Guanyar) exigiese la dimisión del alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, el mismo día en el que trascendió su citación para declarar en el juzgado en calidad de investigado por el presunto fraccionamiento de contratos del llamado caso Comercio.
Las fuentes consultadas apuntaron que, en este momento, el laberinto catalán es la prioridad estrictamente política que absorbe a las direcciones regionales de los dos aliados del Botànic. Toda la atención de las dos formaciones está focalizada en el desenlace de la crisis que se vive en la autonomía vecina, pese a que se comparte la trascendencia del problema de Alicante y se es consciente de que se debe intentar un pacto para recuperar la estabilidad perdida en el gobierno de la segunda ciudad de la Comunitat. Eso sí, por el momento, no existe ninguna propuesta concreta sobre la mesa para tratar de reconducir el conflicto, más allá de la petición expresada por Compromís: renuncia de Echávarri al cargo para dar paso a la elección de un nuevo alcalde del PSOE, o ruptura del pacto y abandono del equipo de Gobierno.
Esa postura se mantiene, como recordó este martes el portavoz municipal de los nacionalistas, Natxo Bellido, al término de su comparecencia para dar cuenta de los asuntos tratados en Junta de Gobierno. Señaló que "lo único que ha cambiado es que no ha cambiado nada: se han producido unas declaraciones en el juzgado", en referencia a la ronda de testificales del pasado viernes, "y las diligencias en las que se investiga al alcalde siguen su curso con nuevas pruebas", apuntó. Además, añadió que no se ha despejado "el segundo proceso" abierto en Fiscalía a instancias de una denuncia vecinal sobre el despido de una trabajadora interina, cuñada del portavoz municipal del PP, Luis Barcala.
Como viene informando Alicante Plaza, el fiscal que asume las diligencias, José Llor, esperaba a conocer el informe solicitado a la Concejalía de Cultura sobre la situación de esa empleada municipal, entre otros puntos, antes de decidir el archivo de la denuncia, la citación del alcalde para declarar o el envío de las diligencias al juzgado para que, si se considera pertinente, que se produzca esa citación en sede judicial.
El informe de Cultura, en el que -como adelantó este diario- se concreta que la concejalía no solicitó el despido de la familiar del líder del PP, está a disposición de la Fiscalía desde el viernes, pero -según las fuentes consultadas- sigue sin adoptarse ninguna decisión. De hecho, probablemente no se tomará a lo largo de esta semana por cuestiones de agenda. Puede que tampoco durante la próxima, en el caso de que se considere necesario solicitar nuevos informes.
Tampoco ha variado por ahora la posición del PSPV: se mantiene la confianza en el primer edil pese a su citación como imputado. Según fuentes del entorno de Echávarri, así se lo hizo saber el secretario de Relaciones Institucionales de la dirección regional del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, al propio primer edil en un encuentro celebrado el pasado jueves. De modo que los socialistas dicen estar dispuestos a reformular las bases del pacto de gobierno, pero no a promover un cambio de personas, al no concurrir causas que lleven a pensar en la necesidad de su relevo. Al menos, hasta ahora. De momento, hasta se niega que exista cierta preocupación por los posibles escenarios que puedan plantearse después de las elecciones municipales de 2019, en el caso de que el diálogo no fructifique y de que el PSPV decida agotar el mandato sólo con sus seis concejales y con los puentes rotos con el resto de fuerzas de la izquierda.
En esta línea, según las mismas fuentes, el primer edil insiste en "continuar trabajando" con normalidad, sin alterar su agenda: este martes se reunió con el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert (para firmar un convenio para regular el estacionamiento en el entorno del Puerto con motivo de la Volvo), y con la nueva presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles (APHA), Isabel González (en la que fue su primera toma de contacto tras su acceso al cargo). Todo mientras el portavoz de Guanyar y vicealcalde de Alicante, Miguel Ángel Pavón, volvía a exigir su dimisión inmediata para que Alicante no se volviese a ver representado por un alcalde imputado durante la celebración de la Volvo Ocean Race, como ya sucedió el lunes con motivo de la celebración del 9 d'Octubre.
¿Qué sucede mientras en la bancada de la oposición? En primer lugar, el PP persiste en sus críticas frente a la división del tripartito. Su portavoz adjunta, Mari Carmen de España, denunció, a través de un comunicado, que el equipo de Gobierno "ni gobierna ni gestiona", ya que sus tres socios "están inmersos en un Juego de Tronos de baja categoría envueltos en una trama de conspiraciones". A su juicio, sigue "la tónica de los últimos meses en donde vivimos en una ciudad que está completamente colapsada por la falta de decisión y de gestión del tripartito".
Y en segundo término, la portavoz de Ciudadanos (Cs), Yaneth Giraldo (que, con sus cinco concejales, podría tener la llave para desatascar la elección de un nuevo alcalde al frente de un renovado tripartito sin necesidad de sumar a los dos concejales no adscritos) insistió, en declaraciones a Radio Alicante, en que su partido estaría dispuesta a hablar con todos los grupos políticos, y también con los tres que constituyen el equipo de Gobierno, en el caso de que se produzca una hipotética renuncia del alcalde. Eso sí, recalcó que eso no supone "que se vaya a llegar a ningún acuerdo de investidura". De hecho, dudó que vaya a producirse la posible salida de Echávarri, al considerar que "se ha agarrapatado a su condición de alcalde". Por ello, abundó en que "hablar de futuribles no tiene ningún sentido ahora entre otras cosas porque tengo la impresión de que no va a romper ninguno de los tres". "Guanyar y Compromís piden la dimisión, pero nada, están haciendo ingeniería política", señaló.
Es más sostuvo que sus advertencias "son meras palabras; Guanyar y Compromís han pedido su dimisión y lo único que vemos desde Cs es que están reculando. Si de verdad consideran que el alcalde debe dimitir, y éste no dimite, que rompan el pacto de Gobierno". "Estamos en una situación vergonzosa y muy preocupante que viene desde diciembre de 2015. Lo único que están haciendo es marcar posturas con la vista puesta en las elecciones, esperando a que los demás nos posicionemos cuando lo primero que tienen que hacer es aclararse ellos. Cuando las cosas se complican, siempre miran a Cs", concluyó.