ALICANTE. En las elecciones de 2019 los ciudadanos tendrán que juzgar sobre dos mandatos distintos; el supuesto fraccionamiento de contratos no puede considerarse corrupción y con la concepción de la política que mantienen los grupos representados en Guanyar no se puede gestionar. Esos son, a grandes rasgos, los tres argumentos centrales que ha defendido el alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, en una extensa entrevista concedida este martes a Radio Alicante para valorar la nueva situación en la que queda el Ayuntamiento de Alicante y el equipo de Gobierno, ahora compuesto por sólo seis concejales del PSOE tras la ruptura del tripartito.
Como viene sosteniendo desde que trascendió su primera imputación, en relación al llamado caso Comercio, el primer edil ha reiterado que no piensa dejar el cargo porque, a su juicio, no ha incurrido en ningún delito. Ha señalado que se siente respaldado por el partido, que ha hablado sobre el tema con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y con el líder del PSPV, Ximo Puig, y ha asegurado que cuenta con su respaldo. "Si no no estaría hoy aquí". Sobre ese punto, ha vuelto a incidir en que la denuncia por el supuesto fraccionamiento de contratos presentada por el PP es una denuncia de carácter político. De nuevo, al ser preguntado sobre si presentaría su renuncia en el caso de que su partido se lo pidiese, ha respondido que él no habla de futuribles.
Igualmente, ha mantenido que la acción por la que se le investiga como supuesto responsable de un delito de prevaricación administrativa no es un delito de corrupción, como señaló el líder del PP en una entrevista concedida a Alicante Plaza. "Para que haya corrupción, tiene que haber un beneficiador y un beneficiado, y aquí no se ha beneficiado a nadie: nadie ha robado nada ni se ha malgastado nada", ha dicho.
Sobre la ruptura del tripartito, ha recalcado que, desde hace quince días, se ha iniciado un nuevo mandato en el que el PSOE va a gobernar con seis concejales, con más esfuerzo pero también con más libertad, en alusión a los impedimentos que, a su juicio, habrían venido planteando sus ya exsocios de Guanyar y Compromís. Sobre la decisión de esas formaciones de abandonar el gobierno, ha sostenido que estaría motivada por una cuestión de planteamiento político o de estrategia electoral, pero ha recalcado que, al final, cuando lleguen las elecciones municipales de 2019, los ciudadanos tendrán que juzgar y distinguir entre dos mandatos: el que se inició en 2015 y el que comenzó hace 15 días, con la marcha de esas dos formaciones políticas. Al respecto, ha asegurado no temer el juicio de las urnas: "Que nos juzguen por lo que habrá conseguido hacer el PSOE".
El primer edil descarta una nueva alianza con Podemos o los grupos que componen Guanyar tras las municipales de 2019 y desliza su posible candidatura
Sobre su futuro político, no ha llegado a desvelar si su intención es volver a ser candidato, aunque sí ha apuntado que, de acuerdo con los estatutos del partido, "el alcalde es candidato, no va a primarias". En relación a posibles pactos postelectorales con otras fuerzas de la izquierda, ha asegurado estar convencido de que si el PSOE es la fuerza más votada en 2019, no pactará ni con Podemos ni con las formaciones integradas en Guanyar porque se ha demostrado que "es imposible gobernar con ellos porque tenemos concepciones políticas diferentes" y, ha añadido, "se ha demostrado que no quieren trabajar por la ciudad". En esta línea, ha abundado en que si es una de esas dos fuerzas quien supera en votos al PSOE, el PSOE les prestará su apoyo pero no pactará con ellos. ¿Y sobre Compromís? En principio, según Echávarri, no habría ningún problema para volver a pactar con ellos. De hecho, ha insistido en que "tienen la puerta abierta para volver al gobierno ahora o cuando lo deseen, después de que haya archivo", ha apuntado, en relación a las investigaciones en las que se encuentra inmerso. Incluso ha llegado a justificar que los nacionalistas pidan ahora su dimisión, como el resto de partidos, puesto que ahora están en la oposición y tienen que ejercer ese papel.
No ha expresado ninguna preocupación sobre la aprobación de los presupuestos del próximo año, al sostener que cree que Guanyar y Compromís los apoyarán porque han participado en su elaboración. Sin embargo, ha recordado que podría suceder cualquier cosa, ya que con las cuentas de 2017, en las que también habían participado, "Guanyar ya nos chantajeó tras celebrar aquella asamblea". Con todo, ha dicho que podrían prorrogarse los del año pasado, aunque eso supondría perder alugunas inversiones y de actuaciones de la EDUSI, por ejemplo.
Echávarri también se ha referido a la supuesta parálisis en la que, según viene insistiendo el PSOE, se encontraba la gestión de las decisiones urbanísticas de la ciudad. Al respecto, ha señalado que tenía cola de personas y de representantes de empresas que le decían que esperaba que se concediesen sus licencias desde hacía meses. "Había que intervenir Urbanismo", ha señalado. De hecho, ha insistido en que la decisión de retirar las competencias de Urbanismo al líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, estaba tomada y pactada con Compromís para tratar de desbloquear el funcionamiento de una concejalía en la que, según ha mantenido, había "tiempos políticos". En este sentido, ha recalcado que el objetivo es conceder las 207 licencias de obra mayor pendientes en un plazo de entre 60 y 90 días sin llegar a detallar bajo qué formula. Sobre las carencias de personal, ha insistido en que en 2015 la concejalía contaba con unos 60 funcionarios y ahora cuenta con 90.
Asegura que en Urbanismo había tiempos políticos y anuncia el reinicio de contactos con Ikea "ahora que ya no hay obstáculos"
El primer edil ha confirmado, igualmente, que su intención es retomar las negociaciones con Ikea para abordar su implantación en Alicante "ahora que ya no hay obstáculos". Ha incidido en que esos obstáculos existían y eran "graves", pese a que el exconcejal de Urbanismo decía en público que permitía la instalación de la multinacional en la partida de Rabasa. Con todo, ha señalado que, en el primer encuentro mantenido en 2015 con los representantes de la multinacional, le transmitieron que llegaban "con el vaso ya muy lleno" porque "les habían engañado". Ahora, ha insistido, su objetivo seguirá siendo mantener una negociación discreta, ya que los contactos serios no se pueden airear permanentemente. "Lo que está claro es que hay que poner la alfombra roja a todas las inversiones que lleguen a Alicante", ha incidido.
No ha dejado de lado la polémica por la contrata de la limpieza viaria y la recogida de la basura hasta llegar a asegurar que sus exsocios de Guanyar les habían "mentido" y "engañado". "Nos hemos encontrado con que no se había encargado una auditoría sobre la limpieza y que tampoco se había tramitado el permiso para habilitar un parque logístico en Playa de San Juan, previsto en el contrato, para facilitar la labor de limpieza en ese entorno sin necesidad de perder tiempos de desplazamiento de las máquinas barrenderas, desde el Pla de la Vallonga", ha dicho. "Eso no se había tramitado", ha recalcado. Tampoco se había tenido en cuenta, ha añadido, la petición de renovación de maquinaria que también prevé el contrato. "Pensábamos que se estaban haciendo muchas cosas que no se estaban haciendo", ha enfatizado. En su opinión, "la realidad" que habría acabado de conocer ahora lleva al equipo de Gobierno a aparcar cualquier posible ampliación del precio del contrato que él mismo ha venido barajando desde hace cerca de un año para mejorar la limpieza viaria.
Acusa a Guanyar de mentir sobre el contrato de la limpieza y vuelve a defender el único despido de la cuñada de Barcala: "Su situación era la que comentaba todo el mundo"
El primer edil ha respondido también sobre su imputación en relación al despido presuntamente irregular de una trabajadora interina, cuñada del portavoz municipal del PP. Ha defendido que "aquí el problema no es cómo salió del Ayuntamiento, sino como entró", sin superar una oposición. Ha vuelto a insistir en que acordó ese despido después de constatar que seguía trabajando en el Ayuntamiento en situación de fraude de Ley y que hubiese prevaricado de no haberlo hecho. De hecho, ha señalado que la denuncia vecinal que da origen a las diligencias le acusaba de las dos cosas, de haberla despedido y de no haber despedido a todos los que se encontrasen en sus mismas condiciones. En esta línea, ha apuntado que ya se ha iniciado el proceso de regularización de todos los empleados en esa misma situación, pero ha eludido especificar por qué tomó esa decisión sólo sobre la familiar de Barcala. "Su situación era la que comentaba todo el mundo", ha dicho. "Si hubiese seguido la vía de la regularización también con ella, al final el proceso habría acabado igual; si yo tuviera un familiar en esa situación le habría dicho, mira, vete, no me avergüences más", ha añadido.
De modo más breve, ha sostenido que la convocatoria del pleno sobre el llamado debate del estado de la ciudad el día del Sorteo Extraordinario de Navidad no es un signo de debilidad política al sostener que ya se produjo en 2015 en esa misma fecha, cuando el tripartito estaba compuesto por 15 concejales. Ha confirmado que existe una solución en marcha para "salvar" el Teatro Principal que todavía no estaría cerrada, como viene informando este diario, y ha aprovechado para acusar a la edil del PP, María Dolores Padilla, de ejercer su cargo en el coliseo para hacer uso político de información interna "y eso es muy grave". Sobre el problema de las quejas vecinales relacionadas con los veladores del Centro, ha considerado que se trata de un problema histórico en el que se tratará de conciliar intereses "reuniéndonos con todo el mundo".
Por último, ha señalado que el bosque urbano de la zona sur se pondrá en marcha a finales de este año y que el proyecto de ampliación de la peatonalización de la Explanada ya está consignada en los presupuestos de la Generalitat, "pese a los que se reían y decían que eso no se iba a hacer", en alusión a las críticas sobre las propuestas iniciales para construir un túnel submarino o un puente que cruzase la bocana del Puerto. En este sentido, ha señalado que "eso eran soluciones de futuro ante situaciones de colapso del tráfico".