Un crucero amarrado en la terminal marítima de Alicante.ALICANTE. La programación de escalas de cruceros cerradas en el Puerto de Alicante para la temporada de 2018 apunta otro año más hacia cifras de crecimiento. La terminal marítima, gestionada por Costablanca Portuaria, espera la llegada de 117.000 cruceristas. Es decir, en torno a 12.000 más de los que se prevé registrar al cierre de este 2017 (105.000, aunque se había llegado a programar hasta 116.000 visitas), lo que constituye un incremento del 11,4% respecto al balance del último año.
Con esa previsión (siempre sujeta a variaciones) se confirma la tendencia ascendente que se inició a partir de 2014, cuando las visitas turísticas llegadas a través del mar tocaron su suelo. En ese año, se contabilizó la llegada de 34.583 cruceristas: todo un desplome si se compara con los 108.435 registrados tres años antes, según las estadísticas publicadas por la Autoridad Portuaria. El bache comenzó a remontarse ya en 2015, cuando se registraron 82.316 cruceristas, y por el momento no ha parado de crecer.
Estadísticas de las cifras de visitas turísticas publicadas por la Autoridad Portuaria.En las cifras de la campaña de 2017, influyó la consolidación de Pullmantur que apostó por Alicante como puerto base de sus recorridos por el Mediterráneo también durante ese ejercicio. Y aunque no repetirá en 2018, como otras compañías que han buscado otros itinerarios para sus recorridos turísticos, las perspectivas para 2018 anticipan expansión gracias a la captación de barcos de mayor capacidad y la incorporación de mayor número de escalas por parte de algunas navieras que ya operan en Alicante, como Norwegian o TUI Cruises. A ello se añade también la entrada de nuevas compañías como Aida Cruises, según confirmaron fuentes portuarias.
El objetivo de la Autoridad Portuaria y de la concesionaria de la terminal sigue siendo la captación de nuevas navieras interesadas en instalar su base en Alicante. Como publicó este diario, durante este año se han abierto negociaciones con Thomson para que traslade el inicio de sus viajes turísticos desde Málaga hasta la capital de la Costa Blanca a partir de 2019.
Según fuentes del sector, la mayor parte de las compañías negocia sus escalas con entre uno y dos años de antelación y es muy habitual que, tras un periodo de estancia en un puerto determinado, decidan modificar sus rutas en función de la demanda del mercado, de la necesidad de diversificar sus recorridos y de las ventajas económicas en términos de rentabilidad que puedan ofrecer otras ciudades en conceptos como la rebaja de tasas.
