ALICANTE. Dos gigantes del sector de la construcción y la prestación de servicios, ACS y FCC, se preparan ante lo que se antoja ya como una inevitable batalla en los juzgados por la adjudicación de la millonaria contrata de limpieza de colegios y edificios públicos de Alicante: uno de los servicios de mayor gasto de los que dependen del ayuntamiento, junto a la limpieza viaria y el transporte público.
El equipo de Gobierno (PSOE, Guanyar y Compromís) puso en manos de la UTE formada por Clece (filial de ACS) y Fissa el pasado 26 de septiembre, con lo que se daba por finalizado el contrato de prestación de emergencia suscrito con FCC el pasado marzo, cuando Ortiz e Hijos renunció de manera unilateral a seguir a cargo del servicio (un servicio que continuaba gestionando ya sin la cobertura legal de un contrato desde hacía 14 meses).
La UTE Clece-Fissa se impuso en el proceso de contratación por menos de 3 puntos respecto a la segunda oferta mejor clasificada: precisamente la de FCC. Y ello sin llegar a firmar la cláusula social por la continuidad de la plantilla (unos 450 trabajadores) que el tripartito incorporó al pliego de condiciones con un bonus de ocho puntos (de hecho, la de la UTE fue la única oferta presentada que no se acogió a esa cláusula).
Como viene informando Alicante Plaza, la oferta de la UTE superó a la de FCC en la puntuación que depende de juicios de valor, en la que logró 31 puntos frente a 14,25 de su competidora. Sin embargo, la plica presentada por FCC obtuvo una puntuación más alta en los criterios de aplicación automática (fundamentalmente el coste más ventajoso para el ayuntamiento): 65 frente a 50,88 de la UTE liderada por la filial de ACS.
Las dos compañías han solicitado conocer los detalles de la oferta competidora por lo que respecta al número de horas de trabajo propuestas
Como también informó este diario, la clasificación de las propuestas, a cargo de una comisión técnica específica formada por funcionarios municipales, suscitó una primera reacción de FCC, que requirió al Ayuntamiento para que se le facilitase información sobre las condiciones de la oferta ganadora en lo que se interpretó como el primer paso para impugnar la adjudicación. Ahora, según pudo constatar este diario, la propia UTE adjudicataria ha replicado ese mismo movimiento: también quiere conocer los términos y condiciones de la plica de FCC, por lo que todo apunta a que las dos compañías estarían tratando de recabar información para recurrir o defender la adjudicación en los juzgados.
Según las fuentes consultadas, las dos empresas que compitieron en el concurso tendrían especial interés en conocer un detalle concreto: el número de horas de servicio ofertadas. Se trata de uno de los aspectos que llevó a la comisión técnica a decantarse por la alternativa de la UTE Clece-Fissa, según informó el concejal de Contratación, Natxo Bellido (Compromís), al dar a conocer la propuesta de adjudicación. En principio, el tripartito estaría dispuesto a conceder la petición y facilitar el acceso a esa documentación, al considerar que no existe ninguna exigencia de confidencialidad sobre ese punto en concreto.
La contrata de la limpieza de colegios y dependencias municipales es la primera gran licitación de un servicio público impulsada por el tripartito desde su llegada al poder y ha estado envuelta en la controversia prácticamente desde el inicio de su proceso administrativo. Primero, a cuenta del debate sobre su posible municipalización. Y segundo, por la anulación del primer pliego (justo el mismo día en el que expiraba el plazo para presentar ofertas), después de que los trabajadores a cargo del servicio anunciasen la convocatoria de una huelga que hubiese dejado sin limpieza a los más de 50 colegios de la ciudad.