ELCHE. En constante debate sobre la situación comercial que vive el centro de la ciudad, en declive desde hace un par de años cuando las tiendas de Inditex y otras de moda se concentraron en L'Aljub, la peatonalización de la Corredora y el cierre de Zara en el extinto cine Capitolio han espoleado de nuevo la situación. Sin embargo, al margen de uno de los principales problemas de la zona, sino el que más, van llegando nuevas apuestas de firmas importantes, eso sí, en barrios de la periferia. La holandesa Zeeman, una cadena 'low cost', al más puro estilo Primark, se va a instalar en Carrús y en El Pla.
La compañía ya está buscando trabajadores para estas nuevas dos tiendas, que estarán ubicadas en dos de las principales zonas comerciales de ambos barrios, entre el Centro Polivalente y Plaza Madrid —Monserrate Guilabert Valero 62— y Pedro Juan Perpiñán 45, respectivamente. Esta última una calle que en un futuro a corto plazo, a priori, se verá transformada ya que la intención del equipo de gobierno es habilitar un carril bici en sus dos lados, cada uno de doble carril.
Con esta entrada importante en la ciudad, la firma holandesa empieza a expandirse en la provincia, ya que el primer establecimiento en Alicante se inauguró a principios de año en Dénia. Con las aperturas de sendos locales ilicitanos, la cadena eleva a 13 sus establecimientos en toda la Comunitat Valenciana, siendo València la provincia en la que acumula el grueso de sus tiendas. En cualquier caso, la empresa planea seguir ampliando su influencia a nivel provincial, con un plan a largo plazo que llegará a en torno a los 70 empleos.
La firma holandesa, de ropa 'low cost', distribuye prendas de ropa interior, calcetines, camisetas, toallas o pantis, entre otros productos textiles básicos. Zeeman se fundó en 1967 en los Países Bajos, y desde entonces ha crecido hasta convertirse en una tienda de referencia para productos textiles y ropa básica de calidad, que en España cuenta con alrededor de 60 establecimientos.
Una implantación que llega en un contexto comercial desigual para la ciudad, con barrios que siguen teniendo sus ejes comerciales, ahora reforzados en Carrús y El Pla con multinacionales como esta que competirán con las conocidas tiendas de barrio por su estilo Primark, y con un centro en pleno repliegue en el que el sector está preocupado por el acumulado de cierres en los últimos tiempos y que espera que la campaña de Navidad, el fomento del consumo y el impacto de la Corredora, le insufle el suficiente oxígeno para evitar bajar la persiana.
