ALICANTE. La apertura del nuevo curso en el Ayuntamiento de Alicante confirma el cambio en las relaciones políticas entre las formaciones que comparten el espacio del centro-derecha. Pese a haber secundado gran parte de su acción de gobierno durante el primer año del mandato, el grupo municipal de Vox parece obstinado en marcar distancias respecto al bipartito compuesto por PP y Cs con un nuevo desplante en un asunto trascendente: el catálogo de edificios protegidos.
Después de pactar las conclusiones de la comisión de fiscalización de la limpieza de colegios con PSOE, Unides Podem y Compromís, y de anunciar que no participarían en la negociación de la cuarta modificación de crédito del presupuesto de este año (la tercera entró en vigor de manera oficial este miércoles, sin que se presentasen alegaciones), los dos ediles alicantinos del partido de Santiago Abascal están decididos a votar en contra de la propuesta del equipo de Gobierno en cuanto se someta a debate (en principio, el próximo miércoles, día 9).
Así lo adelantó, cuando menos, su portavoz municipal, Mario Ortolá, al término de la reunión informativa mantenida con el edil de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Cs), sobre el contenido definitivo de la propuesta que se prevé someter a votación. Según Ortolá, ese contenido no les convence en la medida en que se aprecia un excesivo "celo proteccionista más propio de los partidos progres". "No entendemos ese giro del bipartito, y sobre todo de Cs, que trata de aproximarse al centro; y menos cuando se plantea preservar elementos que a nuestro juicio carecen de valor patrimonial y que obstaculizan la ejecución de otros proyectos positivos para la ciudad", incidió.
Entre ellos, Ortolá se refirió al rechazo sobre dos de las alegaciones formuladas por Vox para que el catálogo no protegiese el edificio del número 49 de la avenida de Elche ni las naves de servicios anexos a la Estación de Madrid. Vox considera que el primer inmueble bloquea el desarrollo del Plan Parcial de la Fábrica de Sacos "que conllevaría una mejora urbanística crucial para los vecinos de la zona sur de la ciudad" y sostiene que la conservación de las naves anexas a la estación de ferrocarril también impide una mejora de su entorno.
Se trata del tercer gesto de desplante respecto a PP y Cs tras pactar las conclusiones sobre la limpieza de colegios con el eje progresista y no participar en la negociación de la cuarta modificación de crédito
En principio, el voto en contra de los dos ediles de Vox no resultará determinante para decantar el resultado de la votación sobre el catálogo. El PSPV-PSOE confirmó este miércoles su respaldo a la propuesta del bipartito, al mantener el acuerdo suscrito en julio con el edil de Urbanismo para seguir ampliando el alcance del catálogo después de que se produzca su aprobación inicial. De este modo, PP y Cs tendrían garantizada la mayoría absoluta que resulta necesaria para aprobar el catálogo, al margen de cuál pueda ser la posición de voto de Unides Podem y Compromís (como Vox, también con dos ediles cada uno), que todavía meditan su postura en el pleno.
No obstante, el nuevo rechazo de Vox a secundar al bipartito sí ratifica el distanciamiento -por pose o por estrategia- respecto a las posiciones mantenidas por PP y Cs. Ortolá insistió, de hecho, en que no entendía "cómo el PP se dejaba arrastrar por Cs" en planteamientos como la "concesión de ayudas a cooperación internacional, a inmigración o al mantenimiento de la asistencia jurídica a las víctimas de malos tratos, con un coste de 150.000 euros en cuatro años, cuando es un servicio que ya prestan otras administraciones e instituciones", añadió.